El Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1 parecía que iba a ser una carrera más, pero se convirtió en histórica en las tres últimas vueltas. Los neumáticos empezaron a desfallecer en Silverstone a un ritmo alarmante, y tres fueron los afectados: Lewis Hamilton, Valtteri Bottas y Carlos Sainz. Pero con suerte muy dispar.
El primero en verse afectado fue Valtteri Bottas, que pasó de tener la segunda posición asegurada a quedarse undécimo, fuera de los puntos, y pierde así muchas de sus opciones de título. Después le tocó a Carlos Sainz, que estaba cuarto, tocando a las puertas del podio, y también se va de vacío. Pero Hamilton, el tercer afectado por la debacle, se fue de rositas.
Hamilton y Bottas llevaban las mismas vueltas de neumáticos, pero la fortuna sonrió al campeón
A buen seguro Hamilton no hubiese ganado la carrera de no ser por el tremendo error estratégico de Red Bull. Decidieron parar en boxes a Max Verstappen para ir a por la vuelta rápida, lo que fue un tremendo error. Sí, el holandés puso gomas blandas y se llevó el punto extra por dar el giro más rápido, pero perdió la carrera.
Cuando a Hamilton le reventó la rueda Verstappen ya estaba demasiado lejos. Se quedó a cinco segundos. Un par de curvas más y a buen seguro que la victoria hubiese sido del Red Bull, pero renunciaron a pelear por ella a cambio de la vuelta rápida. Una decisión de la que se van a arrepentir durante un tiempo.
Porque probablemente ésta ha sido su mejor ocasión para ganar una carrera en 2020. Red Bull ya pudo triunfar en Austria pero Hamilton se llevó por delante a Alexander Albon, quizá demasiado agresivo. Ahora ha sido una estrategia nefasta la que les ha impedido aprovechar un doble problema en Mercedes que a buen seguro será difícil que se repita.
Tras la carrera, Christian Horner, el jefe del equipo Red Bull, ha dicho que tampoco estaban seguro de que Verstappen hubiese llegado a meta. Una excusa muy barata para justificarse después y, sobre todo, bastante poco creíble teniendo en cuenta que viene de un equipo netamente ganador que estaba ante una de sus pocas opciones de ganar. Lo lógico hubiese sido arriesgar.
Pero la suerte sonrió a Hamilton. La fortuna dentro de la desgracia, claro. El campeón y Bottas montaron sus neumáticos a la vez, pero fue el del finlandés el que reventó dos vueltas antes. De haber sido a la inversa, los 30 puntos que ahora tiene Hamilton de ventaja en el mundial probablemente sería unos 20 en favor de Bottas. La suerte del campeón.
A dramatic final minute at Silverstone, as @LewisHamilton and his Mercedes hold on for a famous victory! 😮 🏆#BritishGP 🇬🇧 #F1 pic.twitter.com/CmD8hrz2Fw
— Formula 1 (@F1) August 2, 2020
La que tampoco tuvo Carlos Sainz. El de McLaren estaba cuarto y llevaba 38 vueltas de neumáticos cuando reventó. Su compañero, Lando Norris, tenía gomas del mismo compuesto y dos vueltas más viejas, pero pudo llegar a la meta y ser quinto. Esta vez la fortuna giró la cara a Sainz, aunque el trato de los neumáticos en carrera también cuenta. Por H o por B, Norris sigue ganando en McLaren.
Silverstone y Pirelli, una relación mal avenida desde hace años
Lo más llamativo es que los problemas de Pirelli con Silverstone no vienen de hoy. Al final de la carrera de 2017 vimos una debacle igual pero con los Ferrari. Tanto Kimi Raikkonen como Sebastian Vettel pincharon sus ruedas delanteras en las últimas tres vueltas, perdiendo muchas posiciones y opciones del título.
También pasó en 2013, antes de la era híbrida, cuando Pirelli cambió la composición de los neumáticos antes de Silverstone y los reventones se multiplicaron. El mítico trazado británico es letal para las gomas, y ahora viene el Gran Premio 70 aniversario, donde Pirelli tiene pensado traer compuestos aún más blandos.
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