Se las prometían felices durante la pretemporada en Ferrari. El F10 era el monoplaza más fiable de la parrilla y estaba en el grupo de los más rápidos, luchando de tu a tu con Red Bull. Las cosas incluso mejorarían con motivo del Gran Premio de Bahréin en el que el doblete conseguido era el debut soñado. Pero desde entonces, y a pesar de que primero Felipe Massa y luego Fernando Alonso, han estado entre los mejores, o incluso liderando, la tabla de pilotos, en ninguna carrera han luchado por la victoria.
Y ahí no acaban los problemas. El ritmo de Red Bull y Ferrari se ha mostrado inalcanzable para los monoplazas rojos, incluso con las mejoras presentadas durante el Gran Premio de Europa en Valencia. Es por ello, que en Ferrari han comenzado las urgencias. Quieren, y necesitan, victorias. Es más, Stefano Domenicali lo ha calificado como algo crucial, tanto para el campeonato, como para la motivación y yo diría que también para seguir trabajando. El plazo son las tres grandes premios, Gran Bretaña, Alemania y Hungría, antes del parón veraniego. Si los resultados no llegan y McLaren y Red Bull siguen con este dominio, no sería extraño que en Ferrari comenzaran a pensar en el año que viene.
Lo que está claro es que para conseguir su objetivo, en Ferrari están trabajando y mucho. En Silverstone presentarán mejoras, también lo harán en Alemania y para el Gran Premio de Hungría en Hungaroring, no será menos. Serán mejoras que tratarán de hacer más efectivo al F10B presentado en Valencia, que fue la mayor evolución hasta ahora. Eso sí, en SIlverstone no tienen puestas grandes esperanzas.
Vía | Autosport
