
"Nuestro plan es ganar en 100 carreras". Esa fue la frase, casi el mantra, con el que Alpine desembarcó en la Fórmula 1 hace ahora cinco años. La marca deportiva de Renault tenía a Fernando Alonso como piloto, a Alain Prost como asesor y un elenco prometedor alrededor. Ayer, en el Gran Premio de Canadá, se cumplieron esas 100 carreras.
Alpine no puntuó en Montreal, y no se puede decir que fuese simplemente un mal día. Lo cierto es que Alpine está en la última posición del mundial de constructores, ya no queda prácticamente nadie de los que empezaron en 2021, han perdido los motores Renault y el futuro en la Fórmula 1 empieza a pintar negro.
Tras la dimisión de Luca De Meo, el futuro de Alpine en F1 es incierto
El Gran Premio de Canadá del pasado fin de semana tenía un interés especial para el equipo Alpine. Era su carrera número 100 en la Fórmula 1, y eso es algo más que una efeméride, ya que Alpine prometió ayer por 2021 que tenían un plan de 100 carreras. Eso es lo que tardarían en ganar en Fórmula 1.
Desde Alpine explicaban por entonces que "este plan incluye las instalaciones, tecnologías, simulación y el desarrollo de rendimiento donde aplicaremos nuestros desarrollos en el circuito". La cruda realidad es mucho más dura: 100 carreras después de entrar en la Fórmula 1, Alpine va última de constructores.
Claro que ya no queda nadie a quien reprochárselo. Literalmente, se han marchado todos los cargos relevantes. El último, el mismísimo Luca De Meo, CEO de Renault, que dimitió ayer mismo. Fernando Alonso, Esteban Ocon, Laurent Rossi, Alain Prost, Alain Permane, Davide Brivio, Oscar Piastri, Otmar Szafnauer... La lista de bajas en cuatro años es amplia.
Por no quedar, no quedan ni los motores de Renault. Alpine aún los usa, pero dejará de hacerlo el año que viene, dejando a cientos de empleados en la calle. A partir de ahora, Alpine montará los motores de Mercedes. Flavio Briatore está al mando de nuevo, y aquellas utopías de ganar en 100 carreras han quedado en el olvido.
Lo más triste es la involución. Alpine empezó con un quinto puesto en 2021 e incluso ganando una carrera con Ocon. Fueron cuartos en 2022, pero con el adiós de Alonso todo empezó a ir a peor. En 2023 tan solo terminaron sextos de constructores, y repitieron resultado en 2024 gracias al milagro de Interlagos, que les salvó de algo mucho peor.
Tras la última carrera, Alpine marcha última del mundial de constructores, nueve puntos por detrás de Sauber, los penúltimos. Y la gran incógnita es qué va a ser del equipo sin la figura de Luca De Meo, que fue uno de los grandes impulsores, detrás. El nuevo CEO tendrá mucho que decir sobre el dispendio en la Fórmula 1.
Imágenes | Alpine