La forma en que nos movemos, cómo nos comportamos y de qué manera conducimos están profundamente influidas por la percepción que tenemos de la realidad. Las carreteras o las calles de las ciudades, por ejemplo, son entornos que son exactamente iguales para todos, pero que cada conductor interpreta de forma diferente.
Esa realidad de cada uno, esa construcción mental o "constructo" da lugar a una serie de comportamientos diferentes que se plasman en situaciones cotidianas, léase distancias de seguridad, velocidades, respeto a la señalización, etc. Por este motivo, no todos nos comportamos igual cuando conducimos y no son pocos los malentendidos que se producen en las carreteras por esta situación.
Además, otras variables intervienen en la circulación de vehículos a lo largo del mundo, de manera que factores culturales, económicos y sociales influyen también en los comportamientos. Valga esta pequeña introducción, para ir más allá de la mera curiosidad y ampliar la perspectiva con la que observaremos cómo se muestra el tráfico en diferentes puntos del mundo.
Es posible que, solamente de pensar que tenemos que conducir por algunos de estos sitios que vamos a ver, ya nos empiecen a sudar las manos. Incluso, es probable que la mayoría de nosotros no sería capaz de moverse más de dos metros. ¿O sí? Juzgad por vosotros mismos…
Meskel Square, Addis Abeba
Se trata de una plaza mítica en la capital etíope, un lugar de celebraciones y eventos que en el día a día se convierte en un punto de encuentro para todo tipo de vehículos y personas.
¿Existe un código no escrito para cruzar esta plaza?
Intentar cruzar esta plaza a la “europea” puede resultar un poco complicado. No esperes un semáforo ni líneas en la calzada, no hay nada, el caso es entrar y tener la esperanza de salir de ella. Por si fuera poco, los peatones también participan muy activamente de la vida en esta plaza, cruzando por todas partes.
Aun así, observando el vídeo parece que hay una especie de código no escrito que logra cierta fluidez en el tráfico. Está claro que hace falta un sexto sentido y que de alguna u otra forma se utiliza. Quizá esta plaza represente la mezcla de culturas que existe en una ciudad en la que conviven más de 80 nacionalidades y lenguas, además de diferentes religiones. No es de extrañar que entenderse sea una de las prioridades de la población, algo que también se refleja en el tráfico.
Lagos, Nigeria
Las lluvias provocan inundaciones que, cuando desaparecen, dejan un rastro de basuras que colapsa la ciudad
Moverse por esta ciudad puede ser una experiencia emocionante e impredecible. Lagos es la capital de uno de los principales países de África en el ámbito económico. En este continente la población se concentra principalmente en las capitales y, en el caso de Lagos, estamos hablando de una ciudad que alberga a más de 23 millones de habitantes, la segunda más poblada de África, por detrás de El Cairo.
Por otra parte, al crecimiento exponencial de la población y el crisol de medios de transporte utilizados –prácticamente, todo lo que tenga al menos una rueda forma parte activa del tráfico– se une un problema provocado por el cambio climático: las constantes inundaciones, cuyas consecuencias afectan enormemente al tráfico.
La conducción es agresiva y el respeto a las normas, “de aquella manera”. Hay coches que se cruzan por todos lados, la circulación en sentido contrario es habitual..., en fin, todo lo que puedas imaginar para tener que conducir siempre con todos los sentidos alerta si no quieres tener un problema.
Otra cuestión importante que hemos de tener en cuenta es que los peatones están por todos lados y existe mucha venta ambulante. Literalmente, se vende de todo por las calles y los vendedores se meten por cualquier hueco para tratar de mostrar su mercancía.
Ciudad de México
Si has conducido en esta ciudad, sabrás la importancia de armarse de paciencia. Los trayectos se hacen agotadores; la densidad del tráfico, unida a las constantes obras, hace que la duración de cualquier ruta se multiplique exponencialmente conforme nos acercamos a las horas punta.
La contaminación es una de las principales consecuencias del tráfico de Ciudad de México
La congestión de la ciudad supone un importante problema medioambiental, con una contaminación que hace el aire irrespirable en ciertas zonas. El parque de vehículos crece de forma desproporcionada y las calles no pueden soportar tal cantidad de tráfico. Los esfuerzos en la mejora del transporte público no son suficientes.
La distancia entre los centros de trabajo, situados en avenidas muy concretas, y las viviendas de los trabajadores es muy elevada. El coste de la vivienda en este caso tiene una importancia clave para un trabajador y su día a día es un auténtico caos solamente para llegar a su puesto de trabajo.
Una medida que se está tomando en la urbe desde hace años, al igual que en otras grandes ciudades del mundo, es un programa de restricción a la circulación con el fin de controlar y reducir los niveles de contaminación. En México, se trata del programa 'Hoy no circula', que también se conoce habitualmente por '“pico y placa”.
Bangkok, Tailandia
Volvemos a meter en la coctelera muchos tipos de vehículos y peatones por todas partes y a eso le sumamos pasos elevados para coches, trenes, o peatones. Ya tenemos el tráfico de Bangkok.
El Skytrain, o metro aéreo, es la principal apuesta de movilidad en este destino
Bangkok, capital de Tailandia, alberga a más de diez millones de habitantes que se mueven cada día. Y algunos de ellos lo hacen a través del metro aéreo o Skytrain, que se terminó a finales del siglo XX y que dio un respiro a la caótica situación del tráfico.
En la actualidad, más de 600.000 usuarios utilizan este sistema de transporte, que es la gran apuesta del Gobierno para solucionar el caos. Se espera que en 2029 la red de transportes ferroviarios, entre los cuales figuran nuevas líneas de Skytrain, alcancen más de 550 kilómetros. Otra opción de movilidad que crece día a día son los Tuk tuks eléctricos, muy usados para pequeños desplazamientos a modo de taxis. Otra herramienta que se está barajando es la posibilidad de poner un peaje de acceso a la ciudad, como ya ocurre en otros destinos europeos.
Por otra parte, la contaminación es también en Bangkok un problema colateral. De hecho, una forma barata de moverse es mediante antiguos autobuses diésel muy contaminantes.
Manila, Filipinas
Conducir en Manila, capital de Filipinas, es todo un desafío para los sentidos. El poco respeto a las reglas, ya de por si bastante laxas, hace que la conducción sea muy anárquica y peligrosa para alguien no acostumbrado.
El Área Metropolitana de Manila es un conglomerado de 16 ciudades, entre las que encontramos a la Manila antigua. En esta área, más de 12 millones de personas tienen que desplazarse, y cuentan con un precario y anticuado sistema de transporte público. Uno de los símbolos de ese transporte público son los famosos “Jeepney”, que se encuentran por todos lados y que llaman poderosamente la atención por su llamativa decoración.
Los Jeepney están por todos los lados y se han convertido en un símbolo de Manila
Estos autobuses en su inicio fueron una adaptación del Jeep Willys que los americanos dejaron en el país tras la segunda guerra mundial y que posteriormente se reacondicionó para servir de autobús.
En realidad, este minibús tiene todo lo que a un turista le pueda llamar la atención: es ruidoso, contaminante, incómodo e inseguro. Pero, por otra parte, es una opción muy barata para moverse en el día a día y muy versátil en cuanto a las paradas. No tiene paradas definidas, sino que se hacen “a demanda”, lo que contribuye al caos y, además, genera competiciones entre los conductores para conseguir más viajeros.
Quizá el listado de ciudades sea interminable y es que, volviendo a lo que comentábamos al principio, se trata de una cuestión de percepción: lo que para nosotros es inseguro y caótico para otros puede representar su seguridad. Un conductor de autobús en Manila posiblemente lo tendría muy difícil para conducir en las ordenadas calles de Estocolmo… En definitiva, cuestión de costumbres.
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