El nombre de AYGO no es casual ni fue creado de forma aleatoria. Es un nombre muy estudiado que supone una llamada a los jóvenes de todo el mundo por parte de la marca que lo fabrica, Toyota. Inspirado en la transcripción fonética de la expresión I Go ("Yo voy" en inglés), este modelo pretendía ser un alegato en favor de la movilidad, la libertad y la individualidad. Veamos si lo han logrado.
AYGO: Porque los jóvenes también merecen un gran coche
El primer Toyota AYGO fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2005, pero sería en 2001 cuando el presidente de Toyota, Fujio Cho, tomó la decisión de fabricar un compacto de precio competitivo y reducidas dimensiones. El objetivo era ir más allá que el Yaris, su utilitario urbano por excelencia, en su afán de ofrecer un vehículo dirigido a los más jóvenes.
Para ello, Toyota se asoció con PSA para diseñar y fabricar el AYGO en una planta conjunta en Kolin, República Checa. Así, el AYGO tiene dos hermanos en el grupo francés, el Citroën C1 y el Peugeot 107 (hoy 108); pero el AYGO destacaría sobre ellos por su diseño, con una muy reconocida (e imitada) trasera en su primera generación y el ya icónico frontal en forma de aspa en la segunda.
Así con todo, gracias a la joint venture con PSA, Toyota pudo sacar el AYGO por 8.500 euros de precio de salida, pudiendo hoy hacernos con uno por 95 euros al mes. Se trata de un precio muy competitivo sobre todo teniendo en cuenta que ofrece un equipamiento muy superior al de sus hermanos franceses, con extras opcionales como el sistema multimedia "x-touch" con Android Auto y Apple CarPlay o el paquete de seguridad Toyota Safety Sense (cámara de visión trasera, sistema pre-colisión, avisador de cambio de carril…).
De la primer generación del AYGO se sacaron versiones en 3 y 5 puertas, y dos motorizaciones diferentes: un gasolina 1.0 de 67 CV y un diésel 1.4 de 54 CV. Actualmente sólo se ofrecen dos versiones del 1.0 gasolina con 69 CV, una de transmisión manual y otra automática, ambos con un consumo de mechero en ciclo combinado por WLTP de 4,8 l/100 km. Todo ello, metido en un modelo de menos de 3,5 metros, han hecho del AYGO uno de los máximos exponentes para la ciudad.
Mangas y huevos para un diseño dirigido a los más jóvenes
Como decíamos más arriba, el diseño y los acabados han sido las grandes señas de identidad del AYGO, para diferenciarse ya no sólo de sus hermanos franceses, sino del conjunto del segmento A; hasta el punto de que ha sido imitado por la marca china BYD en su F0 y F1. Quizás el rasgo más diferenciador de la primera generación fue su parte trasera , que cobraría más personalidad aún con el rediseño de los faros en la primera renovación, en 2009. Una segunda renovación del modelo en 2012 le daría al conjunto un aspecto más anguloso, anticipándose a lo que vendría después.
La segunda generación del AYGO llegaría en 2014 con un estilo totalmente renovado, denominado J-Playful. Se trataba de un diseño de corte más japonés que se alejaba más aún de sus hermanos franceses y del resto de pequeños compactos del mercado. Destaca sobre todo la enorme X incrustada en su frontal, inspiración directa del manga Astro Boy, pero también otros elementos menos evidentes como el techo con doble burbuja; no en vano, la propia Toyota reconoce haberse fijado en la forma de -literalmente- "un huevo dentro de una caja". Por último, el año pasado pudimos disfrutar de una nueva revisión del diseño, en el que la X cobra más vida en el frontal (resaltando en la carrocería en vez de estar simplemente incrustada en ella) y se deja intuir aún más en la parte trasera.
Con todo, el Toyota AYGO se ha convertido en un urbano con un estilo único y claramente reconocible. Un pequeño compacto que ha inspirado diseños de todos los calibres: desde el AYGO Crazy, concept basado en la primera generación que convirtieron a este utilitario en un auténtico campeón de rallies; hasta el AYGO by Lomba, basado en la segunda generación, con el que el diseñador Modesto Lomba (de Devota & Lomba) creó una auténtica obra de arte.
Personalización hasta el infinito... ¡y más allá!
¿Creéis que sólo los diseñadores pueden jugar a personalizar el AYGO? El gran punto fuerte del compacto del Toyota es que su estilo puede ser nuestro estilo. La web del AYGO tiene un configurador que hará las delicias de cualquier amante de la automoción, vayamos a comprarnos el coche o no. Las opciones de personalización son tantas que un AYGO puede ser completamente distinto a otro, tanto por dentro como por fuera.
Ya nos costará decidirnos entre los distintos modelos o acabados, que nos ofrecerán diferentes equipamientos (como el sistema multimedia "x-touch" o el navegador "x-nav" del x-clusiv) o colores exclusivos (como el espectacular magenta en el AYGO x-cite). Pero ahí no acaba la cosa, pues las opciones de personalización de cada una casi abruman; podemos elegir desde detalles menores tanto del interior como del exterior (como el ribete de las alfombrillas o la anilla embellecedora de la tapa de las llantas) hasta elementos clave como el color del techo (que también podrá ser de loneta) o del salpicadero; pasando por supuesto por un buen número de añadidos como vinilos, embellecedores, molduras, cromados…
¿Creías que Toyota no podría ponernos las cosas más difíciles? El recientemente celebrado Salón de Ginebra ha servido para presentar dos nuevas variantes del AYGO; por un lado, una revisión del x-cite, que sustituye su característico magenta por un "naranja puro", además de ofrecer elementos como lunas tintadas o llantas de aleación negra; por el otro, un nuevo modelo denominado x-style, con un acabado en blanco con detalles naranjas y capota de lona que recuerda a los clásicos europeos y con el que parece hacer un guiño a los orígenes del AYGO. Casi podríamos decir que parece que Toyota pretende cerrar con ello un círculo, sino fuera porque sabemos que aún nos quedan muchas sorpresas con el pequeño AYGO.
Imágenes | Toyota
