El paso del tiempo, el uso y los eventos imprevistos van generando un desgaste en las diferentes partes del coche. Las tapicerías del coche se desgastan tras un uso normal, pero no son las únicas. Todas aquellas piezas que más manipulamos en el día a día están especialmente expuestas y hay que prestarlas atención cuando vamos a comprar un coche de segunda mano.
Un chequeo más o menos rápido de esas zonas nos puede facilitar una especie de historial de uso, y podremos saber con qué intensidad y sobre todo con cuánto mimo se ha utilizado ese coche. O al menos, si nos fijamos en las partes más susceptibles de estar desgastadas o rotas, sabremos de antemano costes imprevistos a los que tendremos que enfrentarnos.
Como es lógico, cuanto más calidad tenga la tapicería, más resistirá al uso y al paso del tiempo. Que el coche haya estado en zonas de mucho calor o que haya convivido con niños y/o animales, también influirá en el estado de la tapicería. Estas son las zonas de la tapicería en las que hay más desgaste:
Asientos
Los asientos del coche son un punto clave. Tienen contacto continuo con los pasajeros de un coche, por lo que es una de las zonas que más sufren. Además, tienen una superficie amplia superficie y partes especialmente sensibles, así que están más expuestos a manchas y rozamientos (especialmente en los laterales exteriores).
Es importante fijarse en las juntas entre los distintos materiales de los que pueda estar formada la tapicería del asiento. Uno de los puntos con juntas más sufridas son las elevaciones que hay en los laterales del propio asiento. Otra zona que se suele deformar por exceso de carga son los bolsillos de almacenamiento colocados en la espalda de los asientos delanteros.
Alfombrillas
Todas las alfombrillas son la zona de mayor desgaste del coche por su ubicación, por el roce de los pies o las cargas (en el caso del maletero) y por acaparar toda la suciedad y humedad.
Las alfombrillas de tela se suelen desgastar más y recoger más suciedad. Las alfombrillas de goma son más fáciles de limpiar y queda impregnada menos suciedad, aunque cuando llevan tiempo el plástico se vuelve rígido y pierde flexibilidad, por lo que se vuelve fácil de romper. Aparte, son bastante más feas, pero eso ya es cuestión de gustos.
Suelo del coche
Y debajo de las alfombrillas está el suelo, que acabará por recoger toda la suciedad que no han conseguido parar las alfombrillas. En el suelo la suciedad queda incrustada y suele costar horrores quitarla porque solemos olvidarnos que está ahí.
Es un buen lugar para buscar indicadores de uso, como restos de haberse llenado de agua, acumulación de pelos de perro o cualquier otra sustancia que pueda haberse derramado. Además, en el caso de que esté roto o queramos sustituirlo, es complicado y caro.
Volante
El volante es la pieza más utilizada por goleada. Es el mando principal del coche y al que recurrimos en todo momento para mantener la dirección, así que lo estamos manoseando constantemente.
El sudor, la grasa y cualquier otro tipo de suciedad que podamos transferir se irá depositando pacientemente en el aro del volante y todos sus recovecos. Además suele estar muy expuesta al sol y se desgasta con especial facilidad la parte superior con el paso del tiempo.
Los laterales del volante donde solemos agarrarlo también pueden estar más desgastados. Este desgaste aparte de ser feo a la vista, es desagradable al tacto, así que si el volante está muy usado, ojo. Cambiar un volante no es barato.
Palanca de cambios y sus alrededores
Otra pieza que se lleva una buena paliza cada vez que conducimos es la palanca de cambio, y especialmente la de los coches de cambio manual. Hay que manejarla siempre que queremos mover el coche y pasa lo mismo con la palanca del freno de mano.
Son zonas de mucho contacto, pero también al estar colocadas generalmente en sobre una pieza plana tienden a acumular suciedad y residuos. Generalmente vienen embellecidas con fuelles de piel (o similar) que pueden estar fácilmente envejecidas, cuarteadas o simplemente rozadas o rotas.
Puertas y sus guarnecidos
Las puertas también se llevan su tute. La parte superior siempre está expuesta al sol así que si su material no es resistente tiende a decolorarse, cuartearse o incluso despegarse algunas zonas.
Más abajo tenemos los tiradores y las manillas de apertura, dos elementos que utilizamos también cada vez que entramos y salimos del coche, además de los mandos de los elevalunas. Todos estos elementos si no han recibido un uso más o menos cuidadoso es fácil que presenten defectos.
Pedales
Por último pero no menos importante están las pedaleras. Los tres (o dos) pedales son la otra pieza clave del manejo de un vehículo y su desgaste por uso es de lo más lógico, especialmente en el caso del embrague.
Normalmente en unos pedales de goma los relieves se van erosionando con el paso del tiempo, así que si llegamos a detectar un desgaste excesivo lo mejor es cambiarlos. Se puede hacer de manera sencilla y mejorará la seguridad al agarrar mejor la suela del calzado y evitar resbalones.
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