Irene Mendoza
BMW acaba de presentar una actualización de su legendario logo, y si no te habías dado cuenta al ver el nuevo iX3 en el Salón de Múnich, tranquilo: casi nadie lo notó. Los cambios son tan mínimos, que casi hay que mirarlo con lupa para verlos.
En concreto, el nuevo diseño elimina uno de los aros cromados interiores, las divisiones metálicas entre los cuadrantes azul y blanco, y simplifica la tipografía. En los eléctricos, además, desaparece el aro azul exterior que distinguía a la gama cero emisiones.
Todo ello da como resultado un logo más plano, sobrio y adaptado al entorno digital que en su última actualización de hace cinco años, siguiendo la tendencia de otras marcas como Volkswagen o Porsche. “Este emblema debutará en el iX3 y se irá incorporando gradualmente a los nuevos vehículos o a los renovados, según se vayan presentando”, ha confirmado BMW a CarScoops.
El logotipo de BMW, la eterna hélice que nunca lo fue
La historia del logotipo de BMW se remonta a 1917, cuando la compañía (entonces recién nacida del cambio de nombre de Rapp Motorenwerke) necesitaba un símbolo propio. El círculo negro con las siglas BMW enmarcaba cuatro cuadrantes en azul y blanco, los colores de Baviera.
Eso sí, invertidos, porque la legislación de la época prohibía usar los símbolos oficiales del estado en marcas comerciales. Desde entonces, el emblema ha cambiado muy poco. El dorado original dio paso al blanco, luego al cromo, y ahora a acabados mates y minimalistas.
Cada actualización ha sido una depuración, nunca una revolución. Y este último cambio no rompe la regla. Durante décadas, millones de conductores han creído que el logotipo de BMW representa una hélice girando. Y no es difícil entender por qué.
En 1929, un anuncio mostraba un avión con el emblema de BMW sobre la hélice en movimiento. Aquel guiño buscaba promocionar un motor de avión fabricado bajo licencia de Pratt & Whitney, en plena Gran Depresión. El mensaje caló tanto que se convirtió en verdad popular.
Podría decirse que la propia BMW reforzó la idea en 1942, cuando en su boletín corporativo ilustró el logo sobre una hélice. “Durante mucho tiempo, BMW hizo poco por corregir el mito de que el emblema es una hélice”, admite Fred Jakobs, de BMW Group Classic.
El relato se repitió tantas veces que acabó convertido en dogma, pero la realidad es más sencilla: el emblema no nació como hélice, sino como homenaje a Baviera. Aun así, la marca reconoce hoy que esa interpretación tiene cierta justificación, porque forma parte de su historia y de la forma en la que el público la percibe.
Más que un logotipo, un icono
El de BMW es uno de los logotipos más reconocibles de la industria del automóvil, junto al de Mercedes o Audi. Su simplicidad y continuidad lo han convertido en un símbolo con el que millones de personas identifican la deportividad e innovación que enarbola la marca alemana.
Puede que este último rediseño sea tan sutil que la mayoría ni lo note... Pero justo ahí está la clave: el logo podrá variar en los detalles, pero su esencia sigue intacta.
Imágenes | BMW
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