Peugeot RCZ 1.6 THP 200 CV, prueba (conducción y dinámica)

Peugeot RCZ 1.6 THP 200 CV, prueba (conducción y dinámica)
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Exteriormente el Peugeot RCZ gusta, de eso no me cabe duda después de haber andado una semana entera con él. Pero también estoy seguro de que en Peugeot no han querido hacer un "quiero y no puedo" y por tanto habrán tratado de conseguir un coche que transmita al volante la misma sensación de deportividad que transmite cuando lo ves desde fuera.

Por ello hemos optado por la versión más potente de 200 caballos, la máxima evolución del 1.6 THP desarrollado por el Grupo BMW y PSA que hemos visto hasta el momento en un coche de alguna de las marcas francesas. Es el mismo motor que veremos montado en el Citroën DS3 R, así que veamos que tal va.

Giro la llave de contacto para poner en marcha el motor, que al ralentí ofrece un funcionamiento muy silencioso, tanto que cuando estás parado en un semáforo y dejas que las revoluciones se queden constantes por debajo de 1.000 RPM, puedes llegar a pensar que el coche está apagado.

En marchas cortas el coche responde bien, se mueve con suavidad y brillan por su ausencia las durezas y asperezas que en ocasiones se notan en coches de este tipo. El motor es muy progresivo y lineal, acelera desde abajo con una constancia envidiable, aunque lo noté un poco falto de garra cuando realmente lo necesitas.

Peugeot RCZ

A pesar de ser un motor turboalimentado, no notas en ningún momento ese extra de potencia que entrega el turbo, ese "subidón" que se nota en otros coches turbo. Por contra, las revoluciones parecen no acabarse nunca, y hay que estar fino con el cambio para llevarlo siempre entre las 5.500 y las 6.800 RPM que es dónde entrega la potencia máxima.

El par máximo es de sólo 275 Nm y se entrega entre las 1.700 y 4.500 RPM, por lo que el Peugeot RCZ se queda un poco "corto" en cuanto a la respuesta del motor, me esperaba más diferencia con respecto al 1.6 THP de 156 caballos.

Por hacer una comparativa con respecto al motor de gasolina de 156 caballos, éste entrega 240 Nm de par máximo entre 1400 y 4500 RPM, sólo 35 Nm menos que el motor grande, una cifra inapreciable. En cuanto a la potencia, los 44 caballos extra se quedan como aletargados, apenas se aprecian respecto a los 156 que entrega la versión más económica cuando alcanza las 6.000 revoluciones.

Si trasladamos estos datos a las prestaciones puras y duras, encontramos las cifras que reafirman lo que sentí al volante. El Peugeot RCZ de 200 caballos acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 7,5 segundos frente a los 8 que tarda el de 156 caballos. La velocidad máxima del primero es de 237 kilómetros por hora, sólo 20 más que en el de 156 caballos. Son diferencias muy pequeñas, casi inapreciables que hacen que inicialmente me decante por la versión del motor pequeño de gasolina.

Peugeot RCZ

Eso si, hay una serie de elementos que vienen de serie en el modelo más potente que pueden llegar a convencer a algún posible comprador, ya que éste incluye el "Pack Sport" compuesto por un volante de dimensiones reducidas y una palanca de cambios más corta así como el Sound System para los motores de gasolina.

Gracias a estos elementos el carácter del coche y las sensaciones que ofrece al conductor cambian considerablemente, ya que el volante del resto de modelos es gigante para un coche deportivo, algo inexplicable en los tiempos que corren. Por su parte la palanca de cambios se vuelve mucho más precisa y eficaz con el pomo corto, y se eliminan las holguras típicas de la palanca normal, una marca de la casa francesa que también comparte con sus primos de Citroën.

Por último, hay que hablar del sonido del coche. Como ya comenté antes, al ralentí el sonido del coche en el habitáculo es casi inapreciable, pasa desapercibido. Pero en cambio, con el Sound System, el motor parece cobrar vida cuando ruedas con el apurando las revoluciones, cambiando de marchas cuando te acercas al corte.

El sonido que se cuela en el habitáculo es bonito, está muy conseguido y llega a convertirse en un elemento adictivo que hace que siempre quieras escucharlo. En este sentido, si que he de decir que el Peugeot RCZ con el motor de 200 caballos marca las diferencias respecto a su hermano pequeño, mucho menos pasional.

Peugeot RCZ

El chasis y las suspensiones del Peugeot RCZ

Dinámicamente el "Peugeot RCZ":https://www.motorpasion.com/coches/deportivos/peugeot-rcz se comporta de maravilla, gracias a un chasis perfectamente puesto a punto y a unas suspensiones muy firmes y rígidas. El chasis del RCZ podría aguantar casi sin dudarlo mucha más potencia, transmitirla al asfalto con eficacia y hacerlo sin inmutarse.

La dirección es muy precisa, y gracias al volante de reducidas dimensiones se gana precisión en conducción deportiva. Como todos los tracción delantera, tiende a ser un poco subvirador cuando vas "al ataque", pero no es algo que se note de sobremanera respecto a otros coches.

Otro punto que me gustó del comportamiento del Peugeot RCZ de 200 caballos es el tarado del control de tracción, muy poco intrusivo y eficaz en conducción deportiva. Es más, incluso en agua permite que las ruedas deslicen un poco, obteniendo así un comportamiento más efectivo.

Continuará...

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