Chevrolet Captiva 2.2 VCDi FWD, prueba (exterior e interior)

Chevrolet Captiva 2.2 VCDi FWD, prueba (exterior e interior)
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Ya hace un año que el Chevrolet Captiva tuvo el restyling de mitad de vida comercial. Lo conocimos durante la presentación en Austria, pero ahora toca prueba en profundidad. Aunque es uno de los pocos Chevrolet que todavía quedan con ADN coreano, en el mencionado restyling recibió algunas interesantes mejoras, entre las que destaca la adopción del motor 2.2 VCDi de la familia Z de General Motors con 163 CV en las versiones con tracción delantera o 184 CV en las que llevan la tracción total.

La unidad que hemos tenido para nuestra prueba ha sido la de tracción delantera, así pues, con 163 CV. Aunque lo detallaremos en la parte dedicada al equipamiento, nuestra unidad era una LT, lo que es un detalle importante para esta parte de exterior e interior, porque implica que tiene siete plazas. Os hablaremos de ellas un poco más adelante.

La primera vez que vi un Chevrolet Captiva, su comprador lo compró por ser una alternativa económica a los todoterrenos/todocaminos con más solera. Ahora la casuística parece haber cambiado algo, por lo que lo largo de esta prueba os desgranaremos los detalles más importantes, y también algunos más ocultos, del Chevrolet Captiva. Un coche con nueva estética y más equipado que el modelo pre-restyling que analizamos en 2009 (parte 1, parte 2, parte 3, parte 4).

Vamos a dar un repaso a este todocamino con ADN coreano y motor global.

Chevrolet Captiva

Exterior del Chevrolet Captiva

Dando una vuelta al Chevrolet Captiva se pueden apreciar la cantidad de cambios estéticos que han aparecido tras el restyling. Empezaremos por el frontal para no perder la costumbre. Es además en el morro donde han caído la mayoría de los cambios estéticos externos. La parrilla ha cambiado por completo, adoptando una forma partida mucho más en línea con los nuevos diseños de Chevrolet como el Aveo o el Cruze.

El logo va colocado en la pieza que divide la parrilla en dos. La propia parrilla tiene forma de hexágono con los vértices redondeados. Los antinieblas se han movido ligeramente hacia fuera y abajo, ahora van enmarcados por un embellecedor de plástico negro. La matrícula se ha movido hacia la parte inferior del paragolpes, bajo la parrilla.

Otro de los cambios más notables del morro son los faros, que han pasado de tener líneas predominantemente curvas a aplanarse y moverse a los extremos superiores del morro, dando un aspecto agresivo al Chevrolet Captiva. Obviamente la forma del capó ha tenido que variar para ajustarse a los nuevos faros y la nueva parrilla.

Chevrolet Captiva

Estos faros con proyector halógeno para las luces cortas y faro de reflector para las largas iluminan bastante bien, aunque para mi gusto se quedan algo escasos de anchura iluminada. En los laterales no hay grandes novedades, la línea es exactamente la misma que antes del restyling, solo ha cambiado ligeramente la forma de un embellecedor que lleva con forma de entrada de aire en la aleta. Es ciego, por si alguien se lo pregunta.

En la parte trasera apenas hay cambios, uno de los más importantes, que no notable, es el cambio del sistema de aparcamiento asistido por uno de tres sensores. El otro es el cambio del protector inferior del paragolpes que anteriormente era de color gris por uno en plástico negro. Por debajo de ellos asoman los dos colines funcionales de escape.

El Chevrolet Captiva mide 4.673 mm de largo, 1.849 mm de ancho y 1.727 mm de alto. Si comparamos estas dimensiones con la competencia se puede deducir que está en la media de los todocaminos medios. Por ejemplo es solo 12 mm más corto que el Kia Sorento, 132 mm más largo que el Nissan Qashqai+2 y 47 mm más corto que el SsangYong Rexton.

Chevrolet Captiva

Interior del Chevrolet Captiva

En el interior del Chevrolet Captiva no vamos a encontrar un lujo desbocado, más bien todo lo contrario, mucha sobriedad procedente de otra década. Pero si encontraremos un numeroso equipamiento que vamos a agradecer. Nuestra unidad, un Captiva LT llevaba una tapicería mixta textil y símil de cuero, los asientos son bastante cómodos, aunque no sujetan muy bien el cuerpo a la altura de los hombros.

Si miramos al frente encontraremos uno de los cambios del restyling, el panel de instrumentos, ha sido modernizado y ahora predominan los tonos negros y azules. Aún así no deja el estilo sobrio que tenía, con solo cuatro esferas (tacómetro, velocímetro, medidor de combustible y medidor de temperatura) y un único medidor digital, el del odómetro, en la parte inferior.

El volante está forrado en cuero, el tacto es muy bueno, aunque la apariencia general del volante no es nada actual, bien podría ser el volante de cualquier generalista de finales de los 90. Los mandos en el volante quedan un poco separados del alcance de los dedos, pero el tacto al apretarlos es correcto.

Chevrolet Captiva

Otra pega de estos botones del volante es que con los interruptores dedicados a pasar de emisora solo se puede pasar entre las emisoras programadas previamente y solo avanza por las memorias, no se puede retroceder con los mandos del volante, ya que solo hay un botón, el SEEK.

Por ejemplo, si vamos escuchando (en Madrid) los 40 Principales en el 93.9 y queremos escuchar Intereconomía en el 94.2 (hay gente para todo), tendremos que sintonizarla de forma manual con los mandos de la radio si no la tenemos previamente registrada en la lista de memorizadas de la radio y en caso de tenerla registrada tendremos que darle al SEEK hasta llegar a donde la tengamos memorizada.

Vamos ahora a la zona central del tablero de instrumentos y encontramos una pequeña pantalla en la zona superior en la que visualizaremos el navegador, el ordenador de viaje (muy útil por cierto) o configurar algunos parámetros. Justo debajo de ella encontramos un reloj bastante retro flanqueado por varios botones y si seguimos bajando encontramos la radio y el climatizador.

Chevrolet Captiva

Nos desplazamos a la fila central de asientos. La tapicería de estos asientos es la misma que delante, una mixta de textil y imitación de cuero. La plaza central solo tiene simil de cuero y es algo durilla, pero el espacio disponible para los tres ocupantes es bastante generoso. No hay puente central, aunque al pasajero central puede molestarle ligeramente la consola, donde por cierto va un conector de 12 voltios.

La parte trasera de los respaldos delanteros llevan unos revisteros de red de la vieja escuela y en las puertas hay unos pequeños huecos portaobjetos. El banco y el respaldo del asiento trasero se abaten 60/40, pudiéndose abatir el respaldo únicamente. Abatiendo el asiento completo se accede a la fila trasera, así que acompañadme otro poco más atrás.

El acceso a las plazas de la última fila de asientos es un poco complicado, un adulto poco ágil (como un servidor) va a encontrar engorroso encaramarse a estos asientos. Sorprendentemente el hueco que hay atrás permite acomodar a dos adultos, aunque en una posición algo ortopédica. Los asientos no ayudan porque son bastante duros y las piernas quedan bastante elevadas.

Chevrolet Captiva

Las cabezas de los ocupantes sentados en estos asientos quedan bastante cercanas al cristal del portón, por lo que personalmente optaría por no utilizarlas salvo en caso de necesidad imperiosa. El espacio para las piernas es algo justo, pero estos asientos hasta tienen posavasos disponibles en los lados. Para un desplazamiento corto de siete personas adultas se puede hacer el sacrificio, si nos pasamos a lo mejor los pasajeros traseros se quejan un poco.

Maletero y capacidad de carga

No nos queda mucho más que ver del interior, así que vamos a hablar de capacidad de carga y huecos portaobjetos, el Chevrolet Captiva va muy bien dotado de ellos. Un tarjetero muy a mano, un hueco sobre el tablero de instrumentos muy útil para dejar el móvil o las monedillas del bolsillo, unos huecos en las puertas bastante hermosos y una guantera en condiciones.

Permitidme un corto inciso aparte para la guantera de la consola central, el hueco es prácticamente cúbico, de unas dimensiones muy decentes y dentro de ella existe un conector USB. Gracias a su tamaño puede alojar bastantes cosas y es fácilmente accesible por sus formas interiores.

Chevrolet Captiva

El maletero por su parte tiene una capacidad dependiente de cuantas filas de asientos tengamos plegadas. Con todas las filas disponibles, el maletero se queda en unos escasos 97 litros, con una forma bastante rara, prácticamente queda inutilizado. Con dos filas de asientos disponibles el maletero tiene una capacidad de 477 litros y con solo los dos asientos delanteros la capacidad asciende a 942 litros.

La forma resultante del maletero es bastante irregular, pero el tamaño y una boca de carga muy ancha ponen fácil el proceso de carga de los diversos bártulos. En comparación con la competencia está ligeramente por debajo de la media. Con dos filas de asientos el SsangYong Rexton lo supera con 678 litros y el Kia Sorento también con 516 litros, solo se queda por debajo el Nissan Qashqai+2 con 450 litros.

Chevrolet Captiva

Sin embargo con todos los asientos posibles plegados, el Captiva se queda claramente por debajo de estos tres contendientes de siete plazas y tamaño similar que hemos elegido para comparar. Su primo cercano, el Opel Antara, no puede tener siete plazas.

Concretamente el Sorento es el que mayor maletero tiene en esta disposición con 1.534 litros, le sigue de cerca el SsangYong Korando con 1.524 litros y acaba el Nissan Qashqai+2 con 1.520 litros.

Así que tenemos en el Chevrolet Captiva un coche con una capacidad de transporte tanto de personas como de equipaje bastante decente. Mañana lo arrancamos y nos metemos a fondo con la dinámica del Captiva, vamos a ver que tal se porta cuando lo pongamos en movimiento.

Continuará…

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