Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Carlos Tavares, el CEO del grupo Stellantis y principal valedor de medidas proteccionistas contra China, ha hecho suya esa premisa. El pasado 26 de octubre Stellantis compró el 21% de Leapmotor por un valor de 1.500 millones de euros.
Este anuncio iba acompañado del anuncio de la creación de una empresa conjunta destinada no solamente a promover las ventas internacionales de Leapmotor, sino también a organizar la producción de sus coches en Europa.
El que era visto como el adalid de las medidas proteccionistas frente a los coches chinos se ha unido así al enemigo.
El CEO de Stellantis fue criticado en una conferencia con analistas financieros por dar marcha atrás en su postura sobre la amenaza industrial china. "La ofensiva china está en todas partes, y nos guste o no, es mejor formar parte de ella", declaró. Su intención es "beneficiarse" de esta ofensiva gracias a su alianza con Leapmotor, "en lugar de ser víctima de ella".
Stellantis venderá en Europa los coches eléctricos de Leapmotor
Los dos socios ya han previsto empezar a distribuir los modelos de Leapmotor en Europa "a partir del segundo semestre de 2024". El grupo Stellantis tendrá “los derechos exclusivos de fabricación, exportación y venta de los productos Leapmotor fuera de China”, según el comunicado. "Se trata de un acuerdo simétrico en el que ellos se encargan de China y nosotros fuera de China", ha explicado Carlos Tavares.
Este movimiento le da a Stellantis una cierta ventaja sobre sus rivales, considera el ejecutivo, sin tener que esperar a los resultados de la investigación de la Unión Europea sobre las ayudas concedidas a los fabricantes chinos.
Stellantis quiere poder disfrutar de los bajos costes de China para Europa, con aranceles o sin ellos. Si finalmente no los hay, perfecto. Si se llegan a implementar aranceles (y hay precedentes), Stellantis podrá fabricar modelos de Leapmotor en alguna de sus más de 20 fábricas europeas y eludir así los aranceles.
Leapmotor, ocupa el noveno puesto en ventas de vehículos enchufables en China y ha estado buscando conceder licencias de sus plataformas y otros activos de vehículos eléctricos a fabricantes de automóviles extranjeros establecidos para generar ingresos. El mes pasado, la empresa declaró que necesitaba multiplicar por cinco sus ventas para sobrevivir en un sector que se está consolidando.
El simple anuncio de la investigación de la UE sobre ayudas a los coches chinos ha generado ya movimientos de varias marcas, no solamente de Stellantis. Así, además de la marcas como Chery y, más recientemente, BYD que ya buscaban implantar una fábrica en Europa antes del anuncio de la UE, Volvo ha anunciado que a partir de 2025 fabricaría también en Europa el nuevo Volvo EX30.
Actualmente, sale de su planta de Zhangjiakou (China), aunque las primeras entregas para Europa aún están previstas para finales de año, pero dentro de un año lo hará también desde su fábrica belga. A partir de 2025, el EX30 se fabricará en Gante. Será el tercer SUV eléctrico de Volvo que se ensamble en Bélgica, tras el XC40 y el C40.
