Con la llegada del verano somos muchos los que nos ponemos a pensar sobre qué podríamos hacer durante nuestras vacaciones. Planes hay muchos, y de todo tipo, pero algunos son más asequibles y otros, directamente, ni nos los planteamos por su elevado coste.
Dentro de este especial en el que cada editor os contamos nuestras cinco posibles ideas para este verano, vamos a ver qué planes se nos ocurren, que tengan que ver con el mundo del automóvil, claro, y que supongan conducir algún modelo, sea cual sea.
Lo más fácil sería poner una selección de cabrios "y a correr", pero voy a intentar ser más original y proponer cosas más de andar por casa (no todas, eso sí). Probablemente os sorprenda el coche con el que voy a empezar, pero antes de lanzarme a los perros, dejadme que os lo explique.
Citroën C5
Muchos os preguntaréis qué tiene el Citroën C5 de veraniego. Ya os lo digo yo: absolutamente nada. La cuestión es que, si hay algo que hacemos habitualmente en estas fechas, es huir de nuestra ciudad y viajar lejos. Al pueblo, a la playa, a la montaña... Y si por algo destaca el Citroën C5 es precisamente por su comodidad, especialmente en carretera.
Quizá podamos viajar con más clase en una berlina premium alemana, pero no es fácil encontrar un vehículo en el que sea tan cómodo recorrer largas distancias como el Citroën C5. Y no lo digo por que tenga asientos ventilados, con masaje o totalmente reclinables (que no los tiene), sino por ese efecto de ir sobre una alfombra mágica que consigue la suspensión hidractiva de la casa.
Hace unos cuantos veranos tuve oportunidad de recorrer más de 1.000 kilómetros con el Citroën C5 y la verdad es que se antoja especialmente adecuado para viajar. ¿Repetiría? Por supuesto, y qué mejor momento que el verano, cuando más apetece moverse. Aunque no sea especialmente deportivo ni esté pensado para correr, es el mejor en lo suyo: llevar a sus ocupantes "flotando" sobre el asfalto.
Porsche Boxster
Después de empezar con una propuesta muy racional (quizá demasiado para lo que esperábais) paso directamente al polo opuesto, un deportivo pasional. Aunque he de reconocer que nunca me ha hecho especial gracia el Porsche Boxster (por diseño, principalmente), el nuevo modelo sí me resulta atractivo.
Sé que los cabrios no son realmente para el verano, ya que te puedes derretir en cuestión de minutos, sino más bien para la primavera y el otoño donde el clima es algo más agradable, pero aún así me parece una gran opción para disfrutar del sol del verano con la capota guardada.
Además, no es cualquier cabrio, es uno que esconde un motor bóxer de seis cilindros con ese sonido metálico que enamora y, encima, su configuración lo convierte en una máquina muy precisa, realmente divertida y capaz de exprimir al máximo cada uno de sus caballos de potencia. Por favor, póngame un Boxster S del color que usted quiera, que no me importa.
Mazda MX-5
Si me decís que el Boxster es demasiado caro para una persona corriente y moliente, os daré la razón, pero eso no significa que no podamos tener un buen descapotable con el que disfrutar del verano. Quizá uno de los más apreciados entre los amantes de este tipo de coches sea el Mazda MX-5, que lleva entre nosotros un porrón de años (¡y los que le quedan!).
No es tan potente como el Boxster, ni suena igual de bien, ni tiene el motor detrás del conductor, pero tampoco cuesta lo que el alemán y tiene la esencia de todo buen cabrio. De hecho, es uno de los más apreciados por su ligereza, su buen comportamiento y su fiabilidad japonesa.
Lo hay con techo duro, blando, más viejo, más moderno, con motores más grandes, más pequeños, pero al fin y al cabo un MX-5 es un MX-5 y nos permitirá disfrutar de carreteras de costa o montaña tanto o más que modelos que cuestan diez veces más.
Suzuki Swift Sport
Esta es quizá la idea más interesante de todas, y no por el coche en sí, sino por lo que conlleva. No me refiero a cualquier Suzuki Swift Sport, ya que estoy pensando en uno muy concreto. Ese que alquilan muchas compañías cercanas a Nürburgring para rodar en el viejo Nordschleife.
Aligerado, con barras antivuelco, un buen equipo de frenos... ¡y a tirar millas! No me digáis que no es un buen plan para verano. Cualquier amante del motor debería tener en mente rodar en el Infierno Verde y lo cierto es que no necesitas un BMW M3 ni un Porsche 911 GT3 RS para disfrutar de la experiencia.
Si realmente estás interesado, aquí puedes encontrar los horarios de Touristenfahrten para este este verano. Si vas con tu propio coche sólo tienes que preocuparte de que salga sano y salvo pero, si estás buscando un coche para alquilar, te basta con buscar en la Red alguna de las varias empresas que alquilan coches precisamente para estas jornadas de "puertas abiertas" en el circuito alemán.
Volkswagen California / Mercedes-Benz Viano Marco Polo
Para esta última idea no me decanto por ningún modelo en concreto, sino por el concepto de casa rodante. Durante el verano pasado conocí de cerca el mundo de las caravanas y el veraneo al estilo europeo y he de decir que tiene su encanto.
Quizá en España no se lleve mucho, pero en el resto de países de Europa hay mucha tradición de caravanas y los campings están abarrotados de ellas durante prácticamente todo el verano. Quizá una autocaravana sea demasiado, pero estas furgonetas preparadas para ser hogares rodantes, como la Viano Marco Polo o la Volkswagen California, son ideales si nuestro presupuesto no es tan elevado.
Conozco varias personas que han recorrido las costas españolas (tanto la cantábrica como la mediterránea, o la costa gaditana), de playa en playa, con una de estas furgonetas. Desde luego es un plan muy apetecible, relativamente asequible (los alquileres no son especialmente baratos) y tenemos total libertad de movimientos para ir a donde nos apetezca. Este verano no toca pero el siguiente ya estoy pensando en algo parecido...
