Lo más sensato que leo últimamente acerca de la situción de Kimi Raikkonen es esto. La vedad es que, aunque esté a 15 puntos del líder, todavía quedan muchísimas carreras para decir que Ferrari y Raikkonen están fuera de toda posibilidad. Los pinchazos de Barcelona y Mónaco pueden pasarle a sus rivales facilmente, y todos sabemos como se las gasta el finlandés cuando las cosas le salen de cara.
Un par de fiascos de McLaren, algo factible aunque ahora estemos cntentos de ver que están más arriba de lo que se esperaba, y la ventaja se anula. Es cierto que Alonso es un valor seguro últimamente, y que Hamilton sorprende al más aguerrido seguidor de la Fórmula Uno, pero sabiendo que los campeonatos son muy largos, es pronto para ilusionarse con nada. Y Ferrari no es una escudería que se rinda. El año pasado por estas fechas, empezó a reaccionar ante la poderosa fiabilidad de Renault y a las manos de Alonso. Al final del año estuvieron a punto de ganar, no lo olvidemos. Aparte de eso, en Paul Ricard, que en su configuración más larga es de características similares a Montreal, Raikkonen estuvo arriba por dos veces, en lommás alto, algo que es en sí utoque de atención a lo que Ferrari puede hacer desde mañana en el Gilles Villeneuve.
Kimi es optimista, y cuenta con la moral suficiente, según sus palabras, para ganar las carreras que haga falta y vencer a final de año. Que haya quien dice que está en crisis (hasta Pedro de la rosa dijo en la carrera anterior que lo vio bajo), no quiere decir que él lo haya pensado bien y vea que todavía queda mucho por delante.
Esto será bueno para nosotros, porque ver una lucha por todo lo alto entre Alonso y Raikkonen debe ser de lo mejor de hoy en día.
Vía | Formula 1
