Ya está aquí el verano como dejan bien claro las increíblemente altas temperaturas que estamos sufriendo en España estos últimos días.
Condiciones climáticas severas que van acompañadas con largos desplazamientos por carretera. Momento de que nuestro coche de "el do de pecho", pero seamos justos con el pobre automóvil y empleemos un poco de tiempo en asegurarnos de que tiene todo los necesario para afrontar tan dura gesta.
Neumáticos, neumáticos , neumáticos. Nunca nos cansaremos de decirlo
Si lo piensas la superficie de contacto del coche con la carretera es proporcionalmente pequeña y todo el trabajo recae en los neumáticos.
Aunque estemos de vacaciones los imprevistos están lejos de tomarse un descanso. Polvo o arena en el asfalto, frenadas de emergencia o chaparrones de verano se cruzarán en nuestro camino.
Asegurémonos de que los neumáticos cumplen todos los mínimos de seguridad, importante también echar una visual a los flancos en busca de grietas o marcas de impacto. Profundidad del dibujo, desgaste desigual, alineamiento... todo ha de ser comprobado antes de un largo viaje. Y no olvidéis la rueda de repuesto o asegurarse que el kit antipinchazos sigue en su sitio.
Acondiciona tu aire acondicionado
El calor en el habitáculo no es sólo algo incómodo. Puede fácilmente convertirse en un factor de estrés que induzca nervios en el pasaje o adelante la fatiga.
Un aire acondicionado que funciona a medias en invierno nos fallará sin duda en verano. Acude a tu taller o especialista para asegurarte de que sales con el sistema bien preparado.
El aceite siempre sale a flote
Sigue siempre las instrucciones del fabricante en cuanto a tipo de aceite e intervalos de sustitución. Si queda poco para el cambio quizás mejor realizarlo antes de salir de vacaciones.
Y por supuesto siempre hay que echar un ojo al nivel de aceite unos días antes de emprender el viaje. Si hay un gasto anómalo mejor ir al taller que limitarnos a rellenar el depósito.
Ver y dejarse ver
Revisemos el correcto funcionamiento de todas las lámparas del coche antes de emprender la marcha. Es vital dejarse ver tanto como poder iluminar en condiciones la carretera cuando se hace de noche.
Ojo también al set de bombillas de repuesto, quizás haya que reponer alguna. Tampoco estaría mal un alineamiento de los faros si es oportuno, no queremos ir deslumbrando al resto de conductores.
Refrigerante, la savia del motor
Sabemos que el motor del coche lo va a pasar verdaderamente mal. Largos trayectos, altas temperaturas, atascos...
La mayor causa de averías en carretera son los sobrecalentamientos del motor. Hay que asegurarse de que el nivel de líquido refrigerante es el adecuado, pasarse del nivel "MAX" no aporta nada más que posibles problemas y si vemos que el nivel no llega al mínimo rellenar o acudir al taller a que comprueben si ocurre algo en el sistema.
Momento de parar. Atención a los frenos
Aquí tenemos que tener especial precaución. Al igual que con los neumáticos con los frenos no se puede arriesgar lo más mínimo.
Si notamos vibraciones al frenar, cambios en el tacto al accionar el pedal o, por supuesto si se enciende el testigo correspondiente no debemos demorar la visita al taller lo más mínimo.
Aunque todo parezca correcto nunca está de más comprobar visualmente el nivel del líquido de frenos, es fácil y normalmente no es necesario ni siquiera abrir el depósito indicador.
Barriendo el agua, esas escobillas pueden necesitar un relevo
Además de los ya mencionados chaparrones de verano en el viaje nuestro parabrisas va a ser atacado por todo tipo de fauna y flora.
Insectos, polvo, excrementos... Unas escobillas ya gastadas no harán más que empeorar la situación extendiendo la suciedad y disminuyendo la visibilidad considerablemente.
Planea la ruta con antelación.
Ya sea en el móvil o en el sistema multimedia integrado siempre es buena idea configurar la ruta de nuestro viaje en el navegador antes de partir.
Puntos intermedios, gasolineras de nuestra marca favorita... Evitaremos distracciones y preocupaciones innecesarias durante el viaje.
Ya sólo nos queda desearos unas felices vacaciones a todos y recordad, una frase tan manida como somo sensata, lo importante es llegar.
