¿Queremos internet en el coche con publicidad? depende del caso

¿Queremos internet en el coche con publicidad? depende del caso
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Aunque la relación entre smartphone y consola de vehículo parece acercarse cada vez más conforme avanzan los meses, lo cierto es que a día de hoy las diferencias entre la "usabilidad" de uno y otro son muy distintas. La principal diferencia es la actualización de software del sistema, fácil en el primero pero aún por controlar en el segundo.

El cambio que posibilitará esas actualizaciones debería llegar entre 2014 y 2015, cuando General Motors lance vehículos con conexión a internet permanente que permitan esa opción. Genial, pensarán muchos con acierto, pero tras el anuncio llegan las preguntas: ¿qué puedo hacer con ello? ¿por qué lo necesito? pero sobre todo ¿qué me va a costar?

Si te sobra el dinero puede convertirse en una funcionalidad interesante, pero pagando la cuota de internet del teléfono móvil y la de casa ¿para qué quiero otra en el coche?

Internet en el coche

Publicidad integrada

Mantener al cliente contento con actualizaciones que resuelvan errores o permitan que el sistema del vehículo no quede anticuado con el paso de los años (que en 2016 nazca el nuevo Facebook y puedas acceder a él, por ejemplo) es una buena forma de acercarse al cliente, de diferenciarse de la competencia reclamando que "tú tienes esto y el otro no", pero como de costumbre no todo se reduce a eso.

Otro de los aspectos a los que podrá acceder General Motors tras conseguir su propósito es el de ofrecer publicidad en la consola o en aplicaciones concretas como el navegador. No está claro con qué apariencia llegarían, pero sí se conoce que cada "suscripción" a internet en el coche reportaría a la compañía unos 20 dólares (unos 15 euros).

Sí, yo tengo esto y el otro no, pero tú me estás cobrando por algo que, al fin y al cabo, también supone un beneficio para ti. ¿Demasiado alarmismo? ¿costumbre instaurada de poner la venda antes de que se produzca la herida? Si algo nos ha enseñado el paso del tiempo es que hay que estar alerta, y buscar soluciones antes de que ocurra el problema es una muy buena forma de salir adelante sin tropezar cada dos por tres.

Internet gratuito

Llegados a este punto toca buscar esas supuestas (o posibles) soluciones. Yo consigo internet en el coche sin poner dinero sobre la mesa y, además, aquél que me ofrece dicha posibilidad no se va a casa con las manos vacías. Me supone un esfuerzo tremendo abandonar mi vena tecnológica al tratar este tema, así que teniendo en cuenta que con el mundo de internet podemos establecer un símil facilmente identificable, optaré por esa vía para explicar mi posición.

Volkswagen iBeetle

Eso sí, empecemos olvidándonos del culto a "lo gratis" porque no nos lleva a ningún sitio, puede parecer de locos pero necesitamos que la compañía gane dinero para que sus propuestas sean cada vez mejor, la competencia crezca y, a su vez, sea el consumidor el que acaba beneficiándose de ello.

  • Spotify: la plataforma musical es, probablemente, el ejemplo que mejor establece la situación ideal. Tenemos la opción de contar con internet gratuito en el coche pero tenemos que comernos los anuncios que garanticen ese servicio por parte de la marca. ¿No queremos anuncios? Pagamos para conseguirlo. Sería algo similar a lo que también ocurre con los juegos gratuitos.
  • Internet en videoconsolas: el mundo del videojuego tiene dos corrientes muy marcadas en este sentido. Por un lado está la máquina de Microsoft, que te obliga a pagar una cuota si quieres acceder a internet. Por el otro está el de Sony, que te ofrece un acceso a internet gratuito pero te plantea la posibilidad de contar con una suscripción premium que merezca la pena pagar, en este caso juegos gratuitos cada mes, pero en el del coche bien podrían ser aplicaciones o contenido gratuito para el entretenimiento de los pasajeros.
  • Enlace entre vehículo y smartphone: ¿para qué romperse los cuernos con el desarrollo de software y aplicaciones propias? Realmente sería tan fácil como integrar la pantalla de tu smartphone en el vehículo, aprovechando la conexión 3G que ya poseemos y también todas las aplicaciones (entre ellas mil y un navegadores) que estén incluidas en el teléfono. Es un paso que empezará en breve, pero sorprendentemente el grueso de compañías que optarían por ello sería mínimo.

Tal vez la razón de eso es lo que comentaba inicialmente, la compañía quiere sacar tajada, pero ¿no preferirías eso a pagar por otra suscripción? ¿no sería razón suficiente para decantarte por uno u otro coche si el resto de similitudes no te ofrecen más salidas? Pues eso, compañías, tomad nota.

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