Apostar por su flota de coches eléctricos y por la mejora del rendimiento de las motorizaciones térmicas, o concretando más, reducir el peso del portón e introducir pistones de acero: estos son algunos de lo próximos pasos que Renault planea en aras de en mejorar la eficiencia de sus motores y reducir su franja de emisiones CO2.
El fabricante ha presentado un listado avanzando varios de sus trabajos en el área mencionada. En este se incluyen también las novedades que se presentarán en materia de ayudas a la conducción, para, por ejemplo, conseguir que no apartemos la vista de la carretera por más de 2 segundos.
Vehículos eléctricos aparte, Renault ha anunciado que pretende aumentar la eficiencia de sus motores térmicos aplicando varias innovaciones, comenzando con la introducción en sus motores diésel de dos turbocompresores montados en serie que permiten optimizar la respuesta del motor mediante la doble-sobrealimentación del mismo, apoyando tanto las fases de reinicio y reaceleración como los regímenes medios.
Otro de esos avances es la introducción del acero en la fabricación de los pistones, en lugar del aluminio, para una reducción en los rozamientos; o la modificación de su motorización Energy TCe 90 inclinándola 49º para un mejor aprovechamiento del espacio.
Esta última variación implica un cambio en la propia arquitectura del vehículo, que aparte de reducir tamaño, se presta a seguir explorando nuevas vías. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que esto supone modificar alrededor del 50% de las piezas de motor.
En ese mismo apartado de la eficiencia, Renault ha estudiado pormenorizadamente los detalles para reducir el peso de los vehículos, para encontrar que es posible ahorrarse 2,5 kilogramos en el portón gracias improvisando una estructura metálica más ligera.
Sin apartar la vista de la carretera
Otras de las novedades del fabricante francés vienen en forma de mejoras en las ayudas a la conducción. Por ejemplo, en sus sistemas de visualización dentro del vehículo. Así, se favorecerá la llamada visualización con cabeza alta utilizando una pequeña lámina transparente que muestre velocidad e información del GPS sombre-impresa en la para superior del salpicadero.
Los próximos modelos de Renault permitirán también personalizar la conducción gracias al chasis inteligente, que dejará modular parámetros como la cartografía del pedal o el esfuerzo en el volante.
Por último, en este apartado se refuerzan los ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), es decir, los sistemas que aportan información sobre el entorno de su vehículo. 2 cámaras, 12 captadores de ultrasonidos y 1 radar serán los que surtan de datos para el trabajo de la Dirección Asistida, Control de Estabilidad, el parking en manos libres, el regulador de velocidad, o las alertas de distancia de seguridad, de velocidad o señalización.
Aparcamiento autónomo
Renault trabaja además en dos proyectos íntimamente relacionados con las asistencias a la conducción y con el ahorro energético. El primero de estos es el denominado PAMU (Plataforma avanzada de movilidad urbana). El objetivo principal de este es ahorrarnos tiempos encontrando aparcamiento.
Se trata de un servicio de aparcacoches autónomo que se vale de la tecnología Car-to-Infraestructure para localizar el espacio libre para estacionar (o recargar), algo de lo que ya os hemos hablado en otras ocasiones, como con el caso de Ford.
En ese ámbito, en de las comunicaciones Car-to-Car y Car-to-Infraestructure, Renault también se encuentra implicado en otro proyecto de desarrollo denominado Score@f. Como ya os hemos contado en otras ocasiones, el objetivo en este ámbito es el de aportar información en tiempo real sobre el estado de la carretera, posibles incidentes en la misma o climatología.
En el caso de Score@f, el proyecto se vale de redes de radio locales de alta velocidad que permiten la difusión multidireccional de informaciones en un radio de 1 kilómetro como máximo alrededor de la estación emisora.
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