Hace unos años era noticia que la policía de tal o cual lugar se hiciera con un vehículo eléctrico, coche, cuadriciclo o moto. En cambio ahora ya no lo es tanto, aunque quizás no nos demos cuenta. Resulta que cada vez hay más vehículos eléctricos destinados a la policía local.
Por ejemplo uno de los últimos en incorporarse al servicio ha debido de ser un Renault ZOE para la policía local de Haro, en La Rioja. Pero no es el único. En Castellón, en Ponferrada, en Valladolid, en Legazpi (País Vasco), en Don Benito (Extremadura), en Málaga, en Palencia... por citar algunos, ya hay vehículos eléctricos en la polícia local (podéis decirnos más en los comentarios, y los añadiremos aquí).
Se emplean modelos como la furgoneta eléctrica Renault Kangoo Z.E. o el Mitsubishi i-MiEV, pero también, y mucho, el cuadriciclo eléctrico Renault Twizy.
Las ventajas de un vehículo eléctrico son claras: menos mantenimiento y un coste por kilómetro muy inferior. Y esto, cuando se habla de hacer muchos kilómetros al año, se nota. Además la ciudad es el territorio más favorable para un vehículo eléctrico, pues además de no hacer casi ruido y de no generar emisiones locales, a baja velocidad, y con reiteradas retenciones y frenadas, su consumo es muy bajo y la autonomía mayor.
La policía local, que tiene las competencias del tráfico dentro de la ciudad, no necesita tampoco que todos sus vehículos tengan varios cientos de kilómetros de autonomía, pues a veces el vehículo permanece detenido mientras los agentes supervisan el tráfico de un cruce, por ejemplo. Así que parece muy razonable utilizar vehículos eléctricos para esos menesteres sin preocuparse demasiado de la autonomía. Ojalá vayan siendo cada vez más.
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