La tecnología avanza que es una barbaridad. A parte de los radares de control de velocidad que hay repartidos por las carreteras, seguro que habéis visto también muchas cámaras de vídeo, en postes o en pórticos, que sirven para supervisar el estado del tráfico e incidencias en tiempo real, desde los centros de control.
Pero, ¿sabías que desde principio de año muchas de esas cámaras, así como la de muchos radares fijos, se están utilizando también para reconocer los vehículos que no tienen la ITV pasada, y en ese caso multarles? En los centros de control de la DGT, computadores específicos junto con un programa informático de reconocimiento procesan las imágenes que captan la cámaras.
De este modo se "leen" las matrículas de todos los vehículos que pasan por delante de la cámara y se coteja el número con la base de datos de la DGT para comprobar cuáles tienen la Inspección Técnica periódica pasada y cuáles no. A los que no tienen la ITV, después de un mes de plazo para volver a comprobar si la ha pasado o no, se les remite automáticamente la correspondiente multa.
La tecnología no es infalible y este sistema automático de control de la ITV no siempre acierta. Comenzó con un error de alrededor del 5,5%, pero ahora se ha reducido a aproximadamente el 1,6%. Es decir, algunos conductores con la ITV pasada pueden recibir la multa, por error, aunque lógicamente tienen la opción de presentar el recurso pertinente, adjuntando la prueba con la documentación de la ITV pasada en fecha, para anular así la sanción.
Según parece no todas las estaciones de ITV llevan al día la carga de datos de los vehículos que la pasan en la base de datos de la DGT y alguna pequeña estación no está conectada a la plataforma informática, además de que también puede haber algún error de lectura de la matrícula. Por ahora la DGT no considera dejar de utilizar este sistema, aunque siga manteniendo cierto margen de error.
Al menos nos queda saberlo, y si nos sucede, saber cómo actuar.
Vía | El País
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