BMW 740d, prueba (parte 1)

BMW 740d, prueba (parte 1)
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Un buen día estás sentado en la oficina y se acerca la secretaria del CEO con cara preocupada. Te temes lo peor, el despido pasa por tu cabeza, pero cual es tu sorpresa cuando te das cuenta de que realmente Svetlana te viene a pedir un favor. El chófer del máximo jefe está indispuesto y necesita a alguien que conduzca su BMW Serie 7, alguien que le lleve a una importante reunión de negocios que tiene en la otra punta de la ciudad en menos de una hora.

Con las llaves del BMW 740d en la mano y esa mirada desesperada, no eres quién de decirle que no a Svetlana. Tienes demasiado trabajo pero tal vez esta sea la única oportunidad en tu vida de ponerte al volante de ese coche que siempre has visto aparcado en el garaje. Sientes curiosidad por saber cómo se comporta, así que aceptas gustosamente. Svetlana te lo agradece con un beso en la mejilla y comienza tu particular misión.

Te abrochas la corbata apresuradamente y ves que el "mandamás" de la empresa sale del despacho del fondo acompañado de su asistente, que porta una carpeta con los documentos para esa reunión. Cuando se van acercando a tu sitio, el gran jefe ni te mira y su asistente te pregunta sin más "¿tienes las llaves del coche?".

BMW Serie 7 ópticas

Al llegar al garaje te encuentras ante ti todo un BMW Serie 7 de un color dorado llamado Kaschmirsilber metalizado que cuesta 1.281 euros en el paquete de opciones. Discreto y relativamente elegante al mismo tiempo, hace unos días te habías acercado a verlo con otro colega del departamento de informática que es un poco friki de los coches.

Ya habías visto que es un BMW 740d, pero no sabías hasta que entraste en Motorpasión que esa era la motorización intermedia en la oferta diésel disponible en la Serie 7. Con sus 313 caballos de potencia, dicen que ni es tan dócil como el BMW 730d ni tan radical como el 750d de 381 caballos.

Sea como fuere, durante las próximas horas ese va a ser tu coche así que más te vale adaptarte a el. Como buena berlina de representación, su aspecto dice mucho, es un aspecto importante. El coche es enorme, mide más de cinco metros de largo (5,07 m.) y a lo ancho ocupa con facilidad el espacio de la mayoría de las plazas de aparcamiento. No es para menos con sus 1,9 metros de ancho, mucho más que el SEAT León que habitualmente conduces.

BMW Serie 7

Lo mires por dónde lo mires, es un coche 100% BMW. El frontal que ha recibido un ligero lavado de cara con la actualización del año pasado. Incorpora unas ópticas de nueva factura más estilizadas que las del modelo anterior.

Los riñones dobles que presiden la delantera destacan más que antes sobre el resto del conjunto, gracias a un perfil exterior más prominente y a unas varillas más abundantes que el modelo de 2008.

Atónito, casi petrificado por los nervios y la responsabilidad que te ha tocado, vas recorriendo con la mirada el contorno del coche. Entre el paragolpes delantero y el capó encontramos unas molduras cromadas que tienen el objetivo de darle un aspecto más moderno y actual, un toque sutil que muchos ni siquiera apreciarán.

BMW Serie 7 frontal

Has leído que la forma de las tomas de aire están marcadas por las dos estrechas entradas de aire verticales para crear las llamadas Air Curtains, que mejoran el flujo aerodinámico cuando ruedas a alta velocidad, favoreciendo así los consumos y la eficiencia del coche.

El capó tiene unas dimensiones mastodónticas, es gigantesco lo veas por dónde lo veas. Desde fuera da miedo verlo venir, desde dentro da miedo pensar en golpear a cualquier otro coche.

Siguiendo el recorrido visual hacia atrás, entre las aletas y las puertas delanteras encontramos unas molduras cromadas que combinan a la perfección con las del frontal del coche, pero que tienen un aspecto un tanto vulgar para un coche de este segmento y un precio de 99.500 euros en su versión básica.

BMW Serie 7 moldura

Son novedad también las luces de intermitencia integradas en los espejos retrovisores. Esta solución que ya llevan muchos otros modelos tanto de BMW como de otras marcas, parecía resistirse a llegar a la Serie 7, pero ahora que los espejos exteriores son más estilizados se han decidido a incorporarlos.

Las llantas son de 19 pulgadas, con un diseño clásico y elegante. Nada de aspecto deportivo, perfiles bajos y esas cosas que estamos acostumbrados a ver en otros BMW. Este es un coche señor y así debe ser en todos los sentidos. Eso si, hay más de 14 opciones de llantas disponibles en el catálogo de opciones, aunque estas no tienen sobreprecio.

Estas llantas se ven incluso pequeñas si tenemos en cuenta el tamaño del resto del conjunto, un mastodonte se mire por dónde se mire. Hace unos días viste aparcado en la puerta de la discoteca de moda otro Serie 7, y llevaba llantas mucho más grandes. El catálogo de opciones las ofrece de hasta 21 pulgadas.

BMW Serie 7

Del coche destaca la enorme superficie acristalada que ofrece el volumen del habitáculo, así como la forma de la parte posterior de las ventanillas traseras, un detalle de estilo muy típico de la casa bávara.

En la trasera encontramos, si cabe la parte más característica y original del coche. La forma de las ópticas, que suben ligeramente por las aletas posteriores, las líneas planas de la tapa del maletero y la distribución elegante de los diferentes elementos ópticos son sus principales señas de identidad.

Un listón cromado recorre la tapa del maletero a lo ancho. Encima, el logotipo 740d nos indica que estamos ante el diésel de 313 caballos de potencia. Una vez más y como es habitual en las berlinas de este tipo, se ha optado por las salidas de escape rectangulares, aunque creo que el CEO de la empresa ni siquiera sabrá de que estoy hablando.

BMW Serie 7 trasera

Casi sin darte cuenta has dado un repaso al aspecto exterior del coche, y como si estuvieses despertando de un sueño profundo, te das cuenta de que tanto el jefazo como su asistente ya están entrando en el coche, así que corres hacia la puerta del conductor.

Interior sobrio y elegante

Después de ayudar a cerrar la puerta trasera izquierda, algo que realmente no era necesario haber hecho si supieses que cuenta con un sistema de cierre automático de todas las puertas, te sientas en la cómoda butaca del conductor.

Miras hacia atrás y mientras ellos siguen hablando de sus temas, te pasan un papel con la dirección a dónde os debéis dirigir. Desvías la mirada hacia abajo y en la ancha consola central te encuentras el mando iDrive, que es exactamente el mismo que en cualquier otro BMW.

BMW Serie 7 iDrive

Por suerte tu novia tiene un BMW Serie 1 con este mismo mando. Cuando ella está de compras a veces le "robas" el coche para darte una vuelta y ya sabes cómo funciona ese sistema que te permite manejar tanto teléfono como radio, navegador y los demás sistemas del coche a través eso si, de una pantalla central de 10,25 pulgadas. Si, un poco más grande que la del coche de tu novia.

Metes el destino, pulsas el botón de arranque y comienza tu aventura. El primer objetivo es evitar rascar el coche en el complicado garaje de la oficina. Aunque es cierto que el coche tiene bastante radio de giro, lo cierto es que sus dimensiones te obligan a hacer una maniobra de marcha atrás para salir sanos y salvos del garaje.

Calmas los nervios cuando miras por el espejo retrovisor y ves que ellos dos siguen hablando y que el CEO va relajado y con las piernas cruzadas, aprovechando todo el espacio disponible para la fila trasera de asientos. Aunque existe una versión de batalla larga que ofrece 13 centímetros más de largo para que los ocupantes de las plazas traseras puedan estirar completamente las piernas, este es más que suficiente si estás acostumbrado a viajar en clase turista en avión, cosa que dudas bastante de los dos individuos que llevas atrás.

BMW Serie 7 botón arranque

Así pues, mientras prestas atención a las indicaciones del navegador proyectadas sobre el parabrisas gracias al Head Up Display (opción de 1.714 euros), echas un vistazo a todo lo que te rodea. Si el aspecto exterior es sobrio y elegante, el interior sigue las mismas directrices. El BMW Serie 7 luce un habitáculo 100% BMW, que destaca por el minimalismo en los mandos de control.

El ancho de esa consola permite albergar una guantera que se abre a través de una doble tapa dónde Martín, el chófer habitual del CEO, guarda los objetos del día a día con los que se divierte mientras espera que el jefe acabe sus reuniones diarias. Si algún día decide bajarse a tomar un café, puede dejar sus cositas a buen recaudo cerrándola con llave.

Por lo demás, apenas hay diferencias respecto a un BMW Serie 5 que tu padre alquiló en el último viaje familiar a Alemania. Esperabas encontrarte un interior 100% tecnológico, cargado de gadgets e innovadoras tecnologías con las que jugar, pero te has equivocado con las expectativas puestas en este coche.

BMW Serie 7 interior

En este sentido, lo más destacado del BMW 740d es el cuadro de mandos, que es 100% electrónico. Dependiendo del modo de conducción que llevemos activado, nos deleitará con diferentes configuraciones lumínicas e indicaciones.

Vas circulando en el modo Comfort y por eso los tonos azules y el resto del cuadro adoptan un aspecto muy clásico, con la aguja virtual del velocímetro a un lado y la de las revoluciones al otro.

Como ves que los de atrás no prestan atención, te atreves a pulsarla tecla situada en la consola central que activa el modo Eco Pro. No hay grandes cambios, simplemente más de lo mismo pero con las pertinentes indicaciones que nos informan en cada momento de si estamos gastando o regenerando energía. Este será el favorito de los hypermillers y además te permite ahorrarle algo de dinero a la empresa.

BMW Serie 7

Sin apenas darte cuenta has llegado al destino, te lo dice la voz del navegador. Tus invitados de las plazas traseras se bajan y el asistente te dice que vuelvas en dos horas, porque no creen que vaya a acabar antes la reunión y en caso de hacerlo te llamaría al teléfono móvil que te ha dejado Svetlana.

Piensas: "¿Dos horas con el coche del CEO para mi? ¿Dos horas con una berlina de este tamaño con 313 caballos y esperan que me quede aquí parado? Van de lado si pretenden que no me mueva de este aparcamiento".

Cuando ves que ambos han saludado a los hombres que habían bajado a recibirles a la puerta y que todo el grupo ha pasado por la puerta giratoria de cristal, bajas del coche, te quitas la chaqueta y la guardas en el maletero.

BMW Serie 7 maletero

Este no es grande, es inmenso para dejar una simple americana. Dispone de 500 litros de capacidad, 20 menos que un Serie 5, 10 menos que un Mercedes-Benz Clase S y 10 más que un Audi A8. O el Serie 5 es muy bueno en este aspecto o el Serie 7 se queda un poco corto de capacidad, depende de cómo lo veamos.

Acto seguido, te vas al interior del coche y lo primero que haces es activar el modo Sport y el Sport+, y ves como el cuadro se ilumina en colores rojos y cambia por completo su fisonomía. Ahora destaca en un lado la esfera de las revoluciones y en el otro las grafías con la velocidad a la que circulamos cobran mayor tamaño. Mejor volver al modo Comfort y dejar las pruebas de modos para más adelante.

Continuará…

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