El Toyota Century es la berlina de lujo japonesa por excelencia desde hace casi medio siglo, pero su historia acaba de cambiar porque Toyota lo ha transformado en un enorme SUV.
El objetivo de la marca japonesa es ofrecer su propio SUV de lujo, un Rolls-Royce Cullinan nipón, pero los clientes que prefieran la receta clásica pueden estar tranquilos porque el Toyota Century sedán seguirá a la venta.
El primer Toyota Century con motor de seis cilindros
Ni Toyota Supra, ni Nissan GT-R, ni Honda NSX, el coche japonés más exclusivo que existe es el Toyota Century. Se fabrica desde 1967 y es lo más parecido a un Rolls-Royce o un Bentley nipón, no solo porque su diseño recuerda al de las berlinas de lujo británicas, también porque ofrece un nivel de lujo muy similar.
La primera generación llegó para celebrar el centenario del fundador de Toyota, Sakichi Toyoda, y convertirse en una alternativa a los coches de lujo ingleses y americanos.
La segunda entrega se puso a la venta 30 años después, en 1997, esta vez con un motor V12, en lugar del V8 de su predecesor, y el tercer Toyota Century se estrenó en 2017, de nuevo con un V8, pero híbrido.
Con el paso de las generaciones ha ganado en refinamiento y tecnología, pero siempre ha sido una berlina convencional con un estilo muy sobrio y clásico.
Pero los tiempos cambian y el segmento de lujo no es ajeno a las nuevas tendencias, por eso Rolls-Royce y Bentley fabrican SUV desde hace años para plantar cara al Range Rover, el BMW X7 o el Mercedes-Maybach GLS.
Toyota es consciente de lo populares que son los SUV de lujo y ha decidido responder a sus rivales con la misma moneda: a partir de ahora el Toyota Century será un SUV.
Eso sí, aunque cuarta generación de este modelo cambia radicalmente de formato, mantiene intacto su planteamiento, por lo que promete seguir siendo el referente del lujo japonés, por encima de Lexus y de Infiniti.
Es la enésima reconversión de una berlina en SUV y un nuevo ejemplo del planteamiento de “adaptarse o morir” que adoptan algunos modelos para seguir vivos (al menos su nombre).
La base de este nuevo Toyota Century es la plataforma TNGA de Toyota y sus medidas son descomunales, aunque es más pequeño que el Toyota Century sedán, al menos si hablamos de longitud. La berlina medía 5,33 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,50 metros de alto, mientras que el SUV “se conforma” con 5,20 metros de largo, 1,99 metros de ancho y 1,80 metros de alto.
La berlina también tenía una mayor distancia entre ejes, con 3,09 metros, frente a los 2,95 metros del SUV. Además, ofrecía cinco plazas y el SUV solo tiene cuatro asientos, aunque el espacio está garantizado en todas las cotas. Eso sí, a pesar de que es más corto que el sedán, el nuevo Toyota Century SUV es más pesado: 2.570 kg frente a los 2.370 kg de su predecesor.
Para propulsarlo Toyota se ha decantado por un conjunto híbrido enchufable de 400 CV con motor de gasolina V6 de 3.5 litros, transmisión automática e-CVT y un sistema de tracción total E-Four Advanced.
Toyota fabricará el Century SUV en su planta japonesa de Tahara, en Aichi, y únicamente producirá 30 unidades al mes. Solo se venderá en Japón y cada propietario podrá personalizar multitud de detalles de su unidad, es lo mínimo por los 25 millones de yenes que pide a cambio la marca, el equivalente a 158.000 euros.
Si a alguno de esos clientes no le convence la nueva fórmula del Toyota Century SUV, puede estar tranquilo porque Toyota seguirá vendiendo el Toyota Century sedán con motor V8 híbrido.
