Cuando la gente corriente habla de deportivos, le vienen a la cabeza los nombres de las grandes marcas italianas que todos conocemos. Pero cuando son los apasionados del motor los que hablan de deportividad, salen a colación los modelos más divertidos de conducir de la historia del turismo.
El segmento C es uno de los que más episodios gloriosos ha dado a la historia de la automoción deportiva. Un segmento que, por su tamaño, siempre ha buscado aunar diseño, espacio y agilidad. Pero, ¿qué queda hoy de esos míticos turismos deportivos que empezaron a popularizarse en los 60? Lo vemos con uno de los modelos más vendidos en Europa y que ha hecho de la deportividad su rasgo diferenciador: Honda Civic.
El diseño, la esencia del deportivo
Muchos han sido los fabricantes que, a pesar de fabricar turismos para toda la familia, han creado versiones deportivas de sus modelos o, directamente, los han querido dotar de elementos deportivos para que, ante todo, esa sensación llegase al conductor a través del volante.
Para ello, se han buscado modelos cada vez más grandes en dimensiones, con modernos diseños adaptados a los gustos de cada época (líneas cortadas en los 70, más angulares en los 80, siluetas más bajas en los 90...) y perfiles más aerodinámicos que mejoraran las prestaciones del vehículo.
Algo parecido le ha ocurrido al Honda Civic, un modelo que no ha parado de crecer generación tras generación. La décima que hoy tenemos entre manos, supone la mayor revisión desde la octava generación del 2006, con un trabajo de diseño realizado prácticamente desde cero y que lo acerca más a una berlina compacta que al diseño anterior. Pero los rasgos definitorios de sus primeros modelos (que vieron la luz en la década de los 70) siguen presentes: tamaño, deportividad y confort. La frase que nos recibe en la web del Civic, "Siente la adrenalina", pretende ser una declaración de intenciones.
El modelo actual, que vuelve a ser global (se empezaron a fabricar versiones diferentes para el mercado europeo en la novena generación), ha vuelto a crecer. El mayor cambio ha llegado al chasis, la suspensión multilink trasera y sobre todo la carrocería, que presenta un perfil más bajo y afilado que resulta ciertamente elegante y le da mucha personalidad. También proporciona mayor sensación de estabilidad y seguridad, lo que nos invita a que tomemos esa actitud más deportiva al volante.
Más espacio interior, ¿es posible?
Los fabricantes, a lo largo de estas décadas, siempre han tenido que compaginar el gusto deportivo de sus clientes con la necesidad de diseñar vehículos donde cupiera toda la familia. Esto es, que las plazas traseras no quedasen como un espacio testimonial y sus coches no terminasen convirtiéndose en biplazas de facto.
Por eso, se han ido ampliando sus habitáculos incluso en los modelos más compactos, redistribuyendo o eliminando elementos interiores como la palanca de cambios, el túnel central o los pilares. Siempre buscando una mayor amplitud para los pasajeros y un mejor acceso a las plazas, sobre todo las traseras.
En el nuevo Civic el habitáculo se ha optimizado más aún si cabe con respecto a generaciones anteriores. Con la nueva plataforma, más ancha y larga, y la posición de asiento más bajo, el espacio se ha maximizado y ahora ofrece una sensación envolvente que inspira seguridad y protección. Además, gracias a un pilar A más ligero visualmente (se ha reducido un 15%), se ha mejorado la visibilidad de conductor y acompañantes, con un arco de visión de 83,4%, el mayor en un vehículo de su categoría.
Algo similar ocurre con el maletero. Hasta ahora se había maximizado su capacidad prescindiendo de elementos como la rueda de repuesto. El nuevo Civic cuenta en cambio con 519 litros de espacio en la versión Sedán (478 en la 5 puertas), un 20,8 % más que la generación anterior, gracias a los asientos abatibles y la cubierta textil retráctil del maletero. También gracias al trabajo de diseño: baja altura de las molduras, amplia abertura del maletero y el piso totalmente plano. Honda ha incorporado en su página web un práctico Test Drive Virtual donde podemos hacernos mejor idea de todos estos detalles.
Motores eficientes sin perder deportividad
Los fabricantes también se han visto en la necesidad de crear motores cada vez más eficientes en el consumo de combustible, especialmente a partir de los años 60 y 70. Factores como la mayor conciencia medioambiental o la crisis del petróleo de 1970, supusieron el pistoletazo de salida para que los fabricantes desarrollaran motores con menos consumo pero sin renunciar a prestaciones de potencia y velocidad.
Un ejemplo de los logros de los fabricantes en esta carrera fue la tecnología VTEC de Honda, introducida en sus motores a finales de los 80. Con esta tecnología, inspirada en el sistema respiratorio humano, los motores controlan electrónicamente la sincronización y elevación de las válvulas, permitiendo una conducción muy eficiente en el consumo y a la vez más deportiva cuando se requiere mayor potencia.
Hoy seguimos teniendo esta tecnología en los motores de gasolina Turbo VTEC turboalimentados de 1.0 litro (3 cilindros, 129 CV) y 1.5 litros (4 cilindros, 182 CV) sin tener que renunciar a ahorro de combustible ni deportividad. Ambas versiones están disponibles además con dos tipos de transmisión: una nueva manual de seis velocidades, con marchas de largo recorrido pero gran respuesta de aceleración; y una semiautomática CVT diseñada específicamente para estos modelos, y que han procurado garantizar la sensación de control y maniobrabilidad del conductor en todo momento.
En diesel encontramos el motor 1.6 litros i-DTEC (120CV), también con la transmisión manual de seis velocidades. Un motor que incorpora la última tecnología en bajas emisiones, así como el sistema de parada automática al ralentí Start-Stop de Honda, para conseguir un reducido consumo general de combustible y de emisiones de partículas. Además, junto con las pruebas habituales de homologación de consumo NEDC y WLTP, el Civic 1.6 i-DTEC ha sido testado bajo el procedimiento RDE (emisiones en condiciones reales de conducción) para obtener unos niveles de emisión más cercanos a la conducción europea.
Lo mejor para conocer las distintas versiones de motorización y equipamiento es hacer nuestra propia prueba en el configurador que Honda ha incorporado en su página web.
Última tecnología para una conducción más deportiva
Por último, si algo ha marcado la evolución de los deportivos a lo largo de estas décadas ha sido la incorporación de cada vez más avances tecnológicos, especialmente aquellos dirigidos a mejorar la seguridad vial. Así, hemos conocido sistemas como el ABS, el ESP, los sensores de presión de neumáticos, las cámaras de visión trasera, el asistente de ángulos muertos… Hoy podemos disfrutar en nuestros coches de grandes paquetes integrales con un sinfín de sistemas de seguridad y asistencia a la conducción, con lo que podemos disfrutar de la conducción con respeto, pero sin miedo.
Por ejemplo, toda la gama Civic actual incorpora el sistema Honda SENSING, con el que vuelve a pugnar por liderar en materia de seguridad en su categoría. Honda SENSING constituye un amplio paquete de tecnologías de asistencia a la conducción y seguridad activa, que combina el radar y la cámara con sensores de diversa índole. Así, el paquete incluye avances como el sistema de prevención de impactos CMBS; avisador de colisión frontal FCW y de cambio de carril involuntario LDW; o los sistemas de permanencia en carretera RDM y de mantenimiento de carril LKAS, entre muchos otros.
A Honda SENSING se le unen el sistema My Honda, que hace del Civic un vehículo completamente conectado (a asistencia en carretera, al concesionario, a los servicios de información…); y el sistema Honda Connect, que ofrece una integración total con las plataformas de infoentretenimiento más populares (Apple CarPlay, Android Auto).
Imágenes | Honda Newsroom
