¿Repostar con gasolina barata puede matar tu coche? La OCU resuelve la eterna duda

¿Repostar con gasolina barata puede matar tu coche? La OCU resuelve la eterna duda
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Te diriges a una gasolinera y justo enfrente te encuentras una 'low cost' con precios muy por debajo de los de la competencia, de hasta 20 céntimos menos el litro. Inevitablemente te preguntas: "¿será más barata porque es de peor calidad? ¿Puede este combustible dañar mi coche?".

La respuesta rápida es no. Pero la organización de consumidores OCU ha llevado a cabo un pequeño estudio en el que analiza las diferencias entre la gasolina de bajo coste y la llamada'normal', la que comercializan las grandes petroleras.

Todas las gasolinas provienen de la misma refinería. Según explica la OCU, todo el combustible que se vende en España cumple unos requerimientos mínimos de calidad y siempre ha de pasar los estándares de calidad requeridos y regulados por la Ley del del sector de hidrocarburos, por lo que la idea de que la gasolina 'low cost' es mala no es acertada. Es más, todas las gasolinas que se venden en una determinada región provienen de la misma refinería y la única diferencia son los distintos aditivos que añade cada marca, pero el combustible de base es el mismo.

En España la empresa logística Exolum (antes más conocida como Compañía Logística de Hidrocarburos o CLH) es la que principalmente se encarga de recoger los productos petrolíferos desde las refinerías hasta sus instalaciones de almacenamiento. Allí, se carga el producto que más tarde estará disponible en los surtidores.

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La clave está en los aditivos. La gasolina sin plomo incluye tres componentes fundamentales en su composición: una mezcla de hidrocarburos común en todas las gasolinas (olefínicos, aromáticos y no aromáticos), etanol (puede tener un 5 % o un 10 %) y aditivos. Los aditivos de rendimiento tienen el objetivo de aumentar a largo plazo -en teoría- la vida del motor o los inyectores y son la única diferencia entre una gasolina premium y una 'barata'.

La forma de funcionar de las low cost también afecta al precio final. Márgenes de beneficio menores y recorte salvaje de costes son dos de los factores que permiten a gasolineras low cost vender más barato. Pensemos que carecen de personal, no tienen tienda o se sitúan en localizaciones más rentables.

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