La gran actuación de Sebastian Vettel el pasado fin de semana en Alemania no pasó desapercibida para nadie, como tampoco debería extrañarnos que a partir de ahora los pilotos de Toro Rosso se conviertan en unos asiduos de la Q3 e incluso de los puntos.
El chasis diseñado por Adrian Newey para el STR3 es el mismo que el del RB4, y la gran diferencia actualmente parece residir en el motor. Mientras el equipo madre, es decir, Red Bull, cuenta con un propulsor Renault, Toro Rosso está disfrutando y explotando la mayor potencia del motor Ferrari, que sobre todo en Hockenheim dejó en evidencia al V8 de Renault.
Si bien es cierto que Vettel confirmó en Hockenheim las muy buenas maneras que apunta para el futuro, también lo es que el Toro Rosso fue claramente más rápido que el Red Bull y que el Renault en Alemania.
Los motores Ferrari que monta Toro Rosso, si bien no son los de última generación que utiliza la Scuderia, sí son lo suficientemente potentes y cuentan con una ventaja de caballos capaz de dejar clavados en la salida de las curvas lentas a los Red Bull o al R28 de Alonso, tal y como pudimos ver en el duelo que mantuvo Vettel con el español.
La ventaja de tener más caballos también permite a los ingenieros de Toro Rosso poner más carga aerodinámica en el alerón posterior sin perder por ello velocidad punta, lo que le da al STR3 más agarre y tracción. Así es que habrá que ir olvidándose, por lo menos este año, de incluir a los Toro Rosso en el grupo de cola y comenzar a acostumbrarse a verlos luchando en la zona media de la parrilla precisamente con Red Bull y Renault. Así están las cosas.
Y sin ir más lejos, esta semana Sebastian Vettel ha liderado las dos primeras jornadas de entrenamientos en Jerez. El martes con los neumáticos estriados convencionales, y ayer miércoles con los neumáticos slick para 2009.
Vía | AS
