Si tu coche tiene unos años, así es como debes cuidarlo

Cuentan los compañeros de Motorpasión que la antigüedad media del parque móvil español se sitúa en los 13,5 años (datos a 2021 facilitados por ANFAC). La media española está muy por encima de la media europea, que se coloca en los 10,8 años, algo de lo que ya ha alertado la propia asociación.

Por si fuera poco, el 63,7 % de los turismos cuenta con más de 10 años, que es el plazo en el que algunos expertos recomiendan que debemos cambiar de coche. La DGT alerta de que, además, esta cifra va en aumento año tras año.

Motivos hay muchos, aunque evidentemente ha influido la pandemia, ya que, bien por los confinamientos o bien por el fomento del teletrabajo, muchos de nuestros coches han sumado un par de añitos sin apenas salir del garaje. Asimismo, el miedo a los espacios compartidos ha animado a muchos a hacerse con un coche de segunda mano para evitar el transporte público.

Porque precisamente otro de los motivos por los que aguantamos más los coches antiguos es el económico. Y es que ya se sabe que, en momentos de incertidumbre, y cuando la economía no acompaña, los coches de segunda mano se imponen a los recién matriculados. La DGT también se queja de ello, aludiendo motivos de seguridad vial. Según las cifras, hemos pasado de comprar 1,6 coches usados por cada uno nuevo en 2019 a adquirir 3 en 2021. Y no solo eso, sino que casi la mitad de estos automóviles de segunda mano vendidos sobrepasaban los 10 años y una tercera parte, los 15.

“Coche antiguo” no quiere decir “en malas condiciones”

Números así podrían hablar muy mal de España como país y como sociedad. Pero lo cierto es que el mercado de segunda mano de hoy en día no tiene nada que ver con el de hace diez o veinte años. Son habituales los concesionarios especializados en vehículos usados, que te entregan el coche con una excelente puesta a punto y varios años de garantía. También se ha flexibilizado mucho el mercado, con páginas webs y apps para móvil específicas, y las formas de consumo alternativas, como el carsharing o el renting para particulares.

Por otra parte, existe entre los cuñados del motor el dicho de que “ya no se hacen coches como antes”. Lo cual es cierto, pero no en el sentido que pretenden hacernos creer, porque la verdad es que las mecánicas de los últimos años son mucho más fiables y duraderas que las de hace varias décadas. Por supuesto, influye mucho el historial del fabricante y hay marcas que parecen mejor preparadas para alcanzar “la tercera edad”.

Si hablamos de Toyota, los estudios de la OCU la catalogan como la marca generalista con mayor fiabilidad a nivel europeo (Lexus lidera entre las premium), siendo el ya descatalogado Toyota Auris el modelo más fiable como coche usado. Si nos vamos a Estados Unidos, la asociación Consumer Reports va en una línea similar, situándola como la tercera marca más fiable (por detrás de Lexus y de la también japonesa Mazda), mientras que señala al Toyota Prius como el modelo de mayor fiabilidad.

También hay que decir que cada coche es un mundo aparte. Los conocimientos de mecánica del usuario medio son ahora muy superiores y, gracias a páginas webs especializadas o a plataformas de vídeo en streaming, no son pocos los que se lanzan a reparar y restaurar sus viejos coches por sí mismos. El resultado son vehículos muy mimados que, aun pasados los 10 o 15 años, rinden casi como el primer día. Es por eso por lo que nos hemos animado a ofrecerte algunos consejos si cuentas con uno de estos coches maduritos.

Cuidados específicos para nuestro viejo coche

Cuando tenemos un vehículo con una cierta edad (y no necesariamente a partir de los 10 años) es imprescindible que seamos proactivos con los cuidados y las revisiones. No debemos esperar a tener una avería para echarle un vistazo o llevarlo al taller a revisión.

Por descontado, existen unas recomendaciones de mantenimiento generales que ya hemos tratado en otros artículos, pero hay otras que se vuelven más que necesarias cuando nuestro compañero motorizado sobrepasa unos determinados años o kilómetros. Son las siguientes:

• Limpia y lava el coche como siempre. Con un vehículo antiguo, que se vea más deslucido, le iremos quitando importancia a la limpieza. Pero lo cierto es que, al margen de lucir menos atractivo, pueden surgir más problemas, como daños en la pintura y obstrucción de los filtros.
• Vigila la corrosión. Este fenómeno puede pasar de ser un simple detalle estético a un problema más grave. Motivos hay muchos (pintura estropeada, sal acumulada, la propia humedad…), no obstante, en cuanto veas los primeros indicios, actúa contra ella.
• Revisa el manual del propietario. Es más que probable que, por antigüedad o kilómetros recorridos, tengamos que hacer la sustitución de algún componente y se nos haya pasado.
• Uno de esos componentes que debemos cambiar sí o sí es la correa de distribución, idealmente cada 100.000 kilómetros. De no llevarlo a cabo, podemos sufrir graves averías que acaben en siniestro total.
• Cuida tu estilo de conducción. Con el paso de los años, la suspensión y la transmisión acusan cada vez más los frenazos y los giros bruscos, hasta el punto de ser un peligro para nuestra seguridad.
• Estate atento a ruidos, crujidos, vibraciones… Casi siempre son síntomas de averías que pueden agravarse si no les hacemos caso.
• Aprovecha al máximo las visitas al taller. Si tenemos que acudir a un mecánico para alguna reparación imprescindible, es posible aprovechar para pedirle que revise otros elementos. El líquido de frenos o el aceite del motor son buenas opciones. De esta manera, a la larga ahorraremos en mano de obra y tendremos nuestro “clásico” bajo control.

¿Y si tengo un híbrido? Cuidados para coches electrificados

Aunque los vehículos híbridos tienen esa impronta de máxima actualidad, lo cierto es que el Toyota Prius llegó a España y América Latina en el año 2000. Por tanto, es perfectamente factible que nos encontremos con unidades con más de 20 años de antigüedad dando guerra. Sobre todo teniendo en cuenta, como veíamos más arriba, la fama de durabilidad y longevidad que tiene. Es algo muy común en los híbridos, pues como hemos tratado en otras ocasiones, combina la fiabilidad de la mecánica electrificada con un menor desgaste de los componentes tradicionales.

Con todo, si somos propietarios de un vehículo híbrido con más años de lo normal, deberíamos seguir los siguientes consejos:

• Los sistemas híbridos más antiguos son más sensibles al frío. Trata de guardar tu viejo coche en garaje, sobre todo si es invierno y no vas a circular durante varias semanas.
• Insistiendo en sus primeros modelos híbridos, Toyota recomienda la regla del 20/80 a la hora de circular: Tratar de mantenernos entre el 20 % y el 80 % de la capacidad de la batería.
• Comprueba la garantía de tu batería. Fabricantes como Toyota ofrecen hasta 10 años para intercambiarla si tenemos problemas con ella.
• Revisa TODOS los sistemas de refrigeración, tanto el del motor de combustión como el del eléctrico. También el de las baterías, con tomas de aire y filtro que pueden ensuciarse y obstruirse pasados los años.
• Para tus revisiones, busca un taller especializado en híbridos. Algunos componentes de la mecánica son radicalmente diferentes, e incluso peligrosos, considerando el alto voltaje.
• Sácalo a pasear de vez en cuando. Se trata de un consejo general para cualquier coche, pero que componentes específicos de un híbrido, como la batería y el sistema de frenada regenerativa, agradecerán especialmente. Basta con trayectos de 20-30 minutos al menos dos días a la semana.

Estos puntos son simplemente consejos con los que a buen seguro alargaremos la vida de nuestro coche. Sin embargo, en ningún caso suponen una garantía para evitar las averías típicas de los vehículos más antiguos. Sea como fuere, debemos respetar las revisiones periódicas en nuestro taller y confiar en el criterio de los mecánicos. Con la ayuda de todos, nuestro querido coche podrá acompañarnos en muchas más aventuras.

Imágenes | Toyota Global Newsroom y PxHere