Tal vez hayas comprado un coche recientemente y ahora, después de unos meses, te estés dando cuenta de que te gustaría que sus prestaciones dinámicas fueran mayores, más deportivas. Sin embargo tampoco querrías perder todo el confort de su buen rodar, el bajo nivel de ruido que llega al interior, o sus contenidos consumos. Hay soluciones más allá de arrepentirse y ponerlo a venta para comprar otro más “picante”.
En este artículo vamos a comprobar cómo con una suma de dinero relativamente económica podemos elevar su potencia, mejorar su estabilidad, aumentar su capacidad de frenada y, a fin de cuentas, conseguir dar una vuelta a nuestro coche para que sea más divertido y que satisfaga nuestras expectativas, sin por ello tener que renunciar a todo su confort.
Las mejoras del coche por Javier Augusto Correa
Para ello, hemos contado con la colaboración de Javier Augusto Correa, un apasionado mecánico que se gana la vida poniendo a punto vehículos de competición desde hace ya varios años y que, actualmente, trabaja como jefe de mecánicos con el equipo “Spurway Racing Team” en el Campeonato de España de Resistencia. Su trayectoria profesional es muy extensa con múltiples competiciones de renombre y, además, se formó en una de las mejores academias de Europa, la “Monlau Competición”, afincada en Barcelona.
Hemos preguntado a Javier sobre cómo podemos mejorar nuestro coche, ese que tanto nos gusta por estética y por confort pero del que queremos obtener unas mejores prestaciones. La respuesta ha sido muy rápida y clara: depende de tu bolsillo. Como no queremos ser como aquel del que se cuenta que vendió su coche para comprar gasolina, intentaremos tocar todos los apartados levemente para hacerlo económico pero sin carencias.
Neumáticos: queremos más agarre
Primero empezaríamos por los neumáticos. Más goma pegada al suelo significa mayor agarre, nos cuenta. Buscaremos unos neumáticos de marca reconocida y un modelo de prestaciones elevadas y de calidad (nada de marcas “low-cost”) con unas dimensiones equivalentes. Recuerda que es el único elemento de contacto entre el coche y el asfalto y debe garantizar un buen agarre en seco pero también en mojado.
Frenos: menor tiempo, más seguridad
De poco nos sirve un coche con el que queremos divertirnos por carreteras serpenteantes donde abusaremos de los tres pedales si a los cuatro kilómetros el central, el más importante, dejará de respondernos como debería.
Javier nos propone sustituir los discos, las pastillas y el líquido de frenos por otros de mayor calidad. Su duración será inferior, pero mientras duren nos garantizarán una alta seguridad. También podemos cambiar los latiguillos de freno por unos metálicos, que evitarán su expansión y pérdida de presión interior.
Suspensiones: una estabilidad mejor
Si el coche tiene los amortiguadores en buen estado lo mejor será equipar unos muelles de mayor dureza y menor altura. Así disminuiremos el centro de gravedad al bajar la altura de la carrocería y se reducirán las inercias en el paso por curva y en las frenadas.
Esto mejorará considerablemente la estabilidad sin hacer un desembolso muy elevado en un campo muy complejo como es el de las suspensiones. Dependiendo de los gustos y de lo que queramos invertir en cada apartado, también podremos cambiar los amortiguadores.
Barras estabilizadoras: un chasis rígido
Las barras estabilizadoras son unos elementos muy sencillos que ofrecen mayor rigidez al chasis. A mayor grosor más rígido será nuestro coche, por lo que la estabilidad en seco se verá beneficiada.
Eso sí, no nos pasemos de dureza. No interesa un vehículo muy rígido en condiciones de suelo mojado, ya que en estas situaciones perderemos agarre. Lo mejor es buscar un punto intermedio.
Motor: reprogramando la centralita
El apartado del motor es el que más nos apasiona a todos los amantes de los coches, pero por desgracia es la parte más cara.
Podríamos destripar el corazón de nuestro turismo y sustituir pistones, bielas, árbol de levas, turbo, inyectores y un sinfín de elementos, pero el precio se dispararía y la complejidad sería bastante elevada, por lo que mejor nos centramos en lo que más se recurre hoy en día para ganar unos cuantos caballos: las famosas reprogramaciones de centralita.
Javier es experto en programaciones de centralita y nos cuenta que no siempre lo que nos venden es una buena opción. Nos recomienda que, si lo hacemos, lo hagamos bien. Es decir, ir a un lugar especializado en el que nos hagan una “repro” personalizada teniendo en cuenta nuestras preferencias y midiendo los resultados iniciales y finales en banco de potencia; examinando también los desgastes que pueda tener el motor, la compresión de los cilindros y elementos tan importantes como el turbo.
Por otro lado, nos comenta que la conocida leyenda de que con una “repro” nuestro coche consume menos, es verdad, pero solo en parte. Depende de los parámetros que manipulen y del tipo de conducción. A una velocidad de crucero normal ahorraremos unas décimas de consumo, pero si realizamos una conducción deportiva ocurrirá lo contrario. Al extraer más potencia, el consumo de combustible aumenta.
Nos cuenta Javier que, a su modo de ver, una reprogramación suave es beneficiosa para nuestro vehículo, pero debemos tener en cuenta también que para garantizar un mejor funcionamiento de la mecánica es conveniente acortar los plazos de mantenimiento y ser aún más estrictos con las revisiones.
¿Sustituimos el filtro de aire y otras piezas?
Le hemos preguntado por la sustitución del filtro de aire, de la línea de escape y de un intercooler de mayor tamaño.
El filtro de aire, por su económico precio, es aconsejable, ya que deja pasar un mayor caudal de aire.
En cuanto al escape, nos comenta que en los propulsores sobrealimentados ganaremos bastante reprís, pero el sonido puede ser incómodo para viajes.
En el caso del intercooler nos recuerda que este elemento sirve para enfriar el aire, por lo que si habitualmente circulamos por zonas frescas, la ganancia no merecerá la pena.
¿Tendrás que visitar la ITV?
Como hemos podido ver, las modificaciones posibles a llevar en un coche de calle son prácticamente infinitas, y eso que solo hemos citado lo más económico. Igualmente, existen un gran número de empresas especializadas en repuestos destinados a mejorar el comportamiento, con modelos de todo tipo, por lo que la oferta hoy en día es bastante amplia.
Además de todo lo anterior debemos tener en cuenta que, dependiendo de las modificaciones llevadas a cabo, en determinadas ocasiones tendremos que pasar la ITV de nuevo para homologar dichos elementos y un proyecto realizado por un ingeniero, que demuestre las operaciones llevadas a cabo, con el correspondiente desembolso que ello conlleva.
Como has podido ver, nos hemos centrado en mejorar un coche de una forma relativamente económica y sin perder confort, tocando los tres apartados fundamentales como son la estabilidad, la capacidad de frenada y la potencia, consiguiendo así un turismo de lo más equilibrado que nos divertirá cada vez que queramos darnos una alegría por nuestra carretera preferida, manteniendo siempre la seguridad.
