Gran Premio de Brasil de 1977. Nadie se la juega a Niki Lauda

Gran Premio de Brasil de 1977. Nadie se la juega a Niki Lauda
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El Gran Premio de Brasil, disputado en el circuito de Interlagos, era la segunda carrera del Mundial de Fórmula 1 de 1977. En el equipo Ferrari convivían Niki Lauda y Carlos Reutemann. El austriaco disputaba su cuarta temporada en Ferrari, con un título a sus espaldas, aunque el año anterior había perdido el campeonato en la última carrera, algo que ya hemos comentado. Por su parte, Reutemann era un recién llegado a la escudería del Commendatore.

A pesar del título de 1975, Enzo Ferrari no tenía ninguna fe en Niki Lauda y mantenerle en el equipo era más cuestión de una última oportunidad que de creencia en el piloto. El accidente que tan tocado le dejó la temporada anterior hacía que Ferrari albergara muchas dudas en cuanto a las posibilidades del austriaco.

Quizás por ello, durante ese segundo gran premio de la temporada, Ferrari decidió entregarle a Reutemann la única unidad del nuevo alerón trasero que llevaban a Brasil. El argentino, a pesar de llevar cinco temporadas en la Fórmula 1, tampoco se podía decir que estuviera a la altura de Lauda. Pero aún así, Ferrari, por expreso deseo de Enzo Ferrari, le entregó el nuevo alerón a Reutemann.

Niki Lauda pidió rápidamente explicaciónes al jefe de la escudería
, Mauro Forghieri, pero éste sólo pudo decirle que el alerón era para Reutimann. Pero ahí no vendría lo peor. En clasificación, el argentino conseguía clasificar en segunda posición tras el campeón Hunt, mientras que Lauda se hundía hasta la decimotercera posición.

En carrera las cosas mejoraban para Niki Lauda. La carrera la ganaría Reutemman, seguido de Hunt y de Lauda. A pesar del podio, el austriaco finalizaba dos minutos de su compañero. Tras la carrera, Lauda se dirigió a Italia esa misma noche. Quería reunirse con Enzo Ferrari y aclarar la situación.

Tras la reunión, las cosas cambiaron para Lauda. En Ferrari pensaban más en el, mientras que su relación con Reutemann empeoraba a pasos agigantados. Encoraginado por lo ocurrido y barruntando su venganza consiguió ganar el título dos carreras antes de que finalizara el mundial. A pesar de su grave accidente de 1976, Niki Lauda volvía a ser campeón del mundo.

Tras eso, Niki Lauda cogió sus bartulos y a su gente y se marchó del equipo antes de que terminara el mundial. En las dos últimas carreras ya no se subió a bordo del Ferrari, quizás preparando su llegada, con el 1 bajo el brazo, al equipo Brabham. Su asiento lo ocupó un tal Gilles Villeneuve. Protagonista de nuestra próxima historia.

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