Imagina poder montar una disco-dancing allá donde vas. Imagina una bola de espejos inmensa, que lleva la pista de baile a cualquier rincón de la ciudad. Imagina que hay un artista plástico llamado Benedetto Bufalino que ha tenido una idea muy loca sobre las bolas de espejos para discoteca e imagina que el tío lleva a la práctica... sí, eso que estás pensando.
No imagines más. Dale al play y celebra que es viernes por la noche.
El camión hormigonera más discotequero del mundo se paseó hace unas semanas por las calles de Montréal (Canadá), en el marco del festival Illuminart. Siguiendo la línea habitual del artista, que se puede apreciar de un simple vistazo en su página web, Buffalino juega la carta de los elementos descontextualizados con un gran sentido del humor para así hacer pasar un buen rato a quien se encuentra por la calle con sus curiosas obras. Ni más ni menos.
Más gente como Benedetto Bufalino es lo que hace falta. Sobre todo, si se trata de montar una fiesta con un camión hormigonera. Original, desde luego, lo es.
