La F1 obligó a usar titanio en los coches para que echasen chispas. Ahora tienen un problema: está provocando incendios en los circuitos

La F1 obligó a usar titanio en los coches para que echasen chispas. Ahora tienen un problema: está provocando incendios en los circuitos
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Buscar la estética puede estar bien a veces, pero con cuidado de no provocar daños mayores. Es lo que le ha ocurrido a la Fórmula 1. Para mejorar el espectáculo, la FIA hizo obligatorio que todos los coches llevasen unas placas de titanio en el fondo para que expulsasen chispas a su paso. Ahora se ha convertido en un gran problema.

En algunos circuitos, esas chispas artificiales que expulsan los coches de Fórmula 1 están provocando incendios en las escapatorias de hierba. El problema es que esas placas ya no se pueden quitar porque los coches están diseñados con ellas, y el intento de cambiar el material ha sido todo un fracaso.

La F1 ha tratado de cambiar el titanio por el acero, pero ha sido un fracaso

Por mejorar la estética la Fórmula 1 se ha metido en un buen lío. La categoría reina del automovilismo hizo obligatorio colocar en el fondo de los coches unas placas de titanio para que, al rozar con el asfalto, los coches echasen chispas, dando imágenes muy bellas para las cámaras, especialmente en las carreras nocturnas.

El problema es que ha tenido un efecto secundario: los incendios espontáneos. En algunos circuitos esas chispas van a parar sobre el césped de las escapatorias, y como esté demasiado seco se producen incendios que obligan a detener toda la sesión. Ocurrió el año pasado en China, y esta misma temporada en la carrera de Japón.

La solución puede parecer fácil: retirar dichas placas de titanio. Pero no es tan sencillo. Los coches ya han sido diseñados y construidos con ellas, y si no se mantienen nadie cumplirá con el reglamento técnico. Básicamente porque esas barras se usan como resistencia para poder bajar la altura del coche.

Piastri Barein F1 2025

Así que en Barcelona la FIA hizo una primera prueba para arreglar este desaguisado. Sustituyeron el titanio por el acero para las placas del fondo, pero ha sido un desastre. Los equipos se han quejado de que el acero se ha desgastado demasiado, y eso les obligaba a subir más de la cuenta la altura del monoplaza.

Además, el acero aumentaba aún más el peso de los coches, que ya es un problema de por sí. A la FIA no le ha quedado más remedio que dar marcha atrás con la solución del acero y rezar para que no vuelva a hacer problemas de incendios mientras se les ocurre otro remedio. Canadá, con bastante hierba en los bordes, será el siguiente punto conflictivo.

Veremos si la FIA encuentra una solución para escapar del problema en el que ellos mismos se han metido por meros motivos estéticos.

Imágenes | F1

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