No han sido pocos los españoles que pusieron rumbo al Mundial de Rusia con todas las esperanzas puestas en nuestra selección nacional. Algunos incluso decidieron acudir a la cita en sus propios vehículos, tomándose el viaje como una apasionante road movie cañí cruzando toda la geografía europea. El país de los zares les iba a recibir con una desagradable sorpresa. Y no, no era la destitución de Lopetegui.
Secuestros express de matrículas
Han sido varios los medios que se han hecho eco de este fenómeno ante la celebración del Mundial de Fútbol y la participación de la Selección Española en el mismo. Es una práctica habitual en Rusia, y miles de aficionados europeos, que se hubiesen desplazado hasta la cita en su propio vehículo, podrían haberse visto afectados.
El delito, cometido habitualmente por jóvenes procedentes de barrios marginales, consiste en el robo de alguna de las matrículas para pedir un pequeño rescate por ellas. Para ello dejan una nota en el vehículo afectado solicitando el ingreso de 3.000 rublos (al cambio, unos 40 euros), una cantidad de cierta importancia para un ruso de clase baja, pero lo suficientemente modesta como para que a la víctima le compense pagarla. Reponer una matrícula cuesta aproximadamente esa cantidad, a lo que habría que añadir los posibles gastos de portes desde el país de origen.
Los ladrones solicitan 3.000 rublos, al cambio unos 40 euros
Para hacer efectivo el rescate, los jóvenes delincuentes se hacen valer de aplicaciones como QIWI Wallet, un monedero electrónico muy usado en Rusia para cobrar los premios de las casas de apuestas online, y que permite ingresar dinero de muchas formas sin necesidad de identificar al beneficiario. Una vez realizado el pago, a la víctima se le facilita las coordenadas del lugar donde se ha escondido su matrícula, generalmente en parques infantiles o escombreras.
Como decimos, las matrículas sustraídas suelen ser en un gran porcentaje de vehículos extranjeros, y habitualmente son los que proceden de repúblicas ex – soviéticas (Ucrania, Uzbekistán, Armenia…) los que sufren el hurto. Los delincuentes se aprovechan de que muchos de estos extranjeros se encuentran en Rusia de manera irregular y no se arriesgan a denunciar el robo a las autoridades. Todo apuntaba a que durante el Mundial de Fútbol se iba a disparar este tipo de hurtos en vehículos procedentes de Europa Occidental, pero han sido los menos. Se desconoce si el motivo ha sido por la mayor presencia policial durante la celebración del evento, o por el menor tiempo de estancia de estos vehículos en el país.
Remedios y apaños para evitar el robo de la matrícula
Ante este tipo de delito, que las autoridades reconocen que se produce de manera completamente sistemática y organizada, caben varias posibles soluciones que los extranjeros en Rusia han estado aplicando. La más obvia es, si se va a residir en el país de manera indefinida, rematricular el coche para obtener una placa rusa y resultar así menos tentador para los ladrones.
Algunos conductores optan por llevar réplicas de plástico o cartón
Otra medida por la están optando mayoritariamente estos extranjeros es sustituir la matrícula por una de plástico o cartón, y llevar la original en el maletero o la guantera para poder mostrarla en caso de que la solicitase algún agente de tráfico. Aunque se trata de una práctica relativamente habitual (incluso existen talleres que te las entregan plastificadas), es ilegal tanto en Rusia como en la inmensa mayoría de los países occidentales (y por supuesto en la Unión Europea).
La normativa dice que debemos llevar matrícula tanto delantera como trasera, y como sabemos, de unas determinadas dimensiones y diseño y unos materiales homologados (metal o metacrilato). En caso de no hacerlo, se nos puede sancionar con una multa que en España y buena parte de la UE es de 200 euros.
Matrículas duplicadas, otra forma de robarte la identidad
Estos delitos recuerdan al fraude de las matrículas duplicadas, muy común en Rusia. Allí, es relativamente fácil adquirir las bases de datos de registro de vehículos, con información sobre matrículas, modelos de vehículos y propietarios. Con estos datos, a los delincuentes les basta con replicar una matrícula, colocársela a un vehículo similar al que indica el registro, y falsificar una autorización del titular original, para los controles policiales. De esta manera, el delincuente evitará cualquier infracción o multa, que irán a parar directamente a la víctima.
Pero este fraude de las matrículas duplicadas es muy diferente al robo de matrículas extranjeras, pues si bien el primer delito está completamente tipificado en Rusia y se castiga con severidad, el hurto de los jóvenes “secuestradores” es un fenómeno relativamente nuevo que aún no está recogido en el código penal ruso. Los ladrones lo saben y todo apunta a que se aprovecharán de ello hasta que puedan. Así que tendremos secuestro de matrículas en Rusia para rato.
Imágenes | LiverpooEcho | iStock/nesharm | iStock/Vichakorn | iStock/yurii_zym
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