El vehículo policial es más que un medio de transporte con el que desplazarse o ir de patrulla; supone una herramienta de trabajo fundamental para muchas de las acciones que realizan los distintos cuerpos. Y como éstos desarrollan su trabajo en ámbitos muy diferentes (tráfico, seguridad ciudadana, emergencias…), cada tipo de vehículo debe estar adaptado a sus respectivas necesidades concretas.
Hoy vemos todo lo que debe aportar un coche policial repasando los distintos modelos de Toyota que se encuentran al servicio de los ciudadanos.
"Apatrullando" la ciudad
Estamos de acuerdo en que un coche patrulla debe ser rápido, fiable y manejable , para que los agentes puedan llegar rápido al lugar del crimen y atender con resolución las distintas emergencias. Estamos hablando de automóviles del segmento B y sobre todo del C, aunque siempre encontraremos excepciones como los Toyota Avensis de la Policía de Ginebra o los ya famosos Lamborghini de los carabinieri italianos. Pero si estamos hablando de segmento C, tenemos que hablar del Toyota Corolla (o su hermano el Auris). Si damos una vuelta por el mundo, vemos que está presente en las calles de medio mundo, desde las de Estados Unidos y Canadá hasta las de China o Singapur, pasando por Jamaica, Polonia, Israel, Pakistán…
Pero los nuevos retos a los que se enfrentan las ciudades en materia medioambiental, también afectan a los servicios públicos, y entre ellos, a los cuerpos de Policía. Y si hay un vehículo que garantiza bajas emisiones a la par que un gran rendimiento , ese es el Toyota Prius. Poco a poco vemos como el híbrido por excelencia se va incorporando a las flotas policiales, sobre todo en ciudades de gran tamaño que presentan altos niveles de contaminación. Recientemente hemos visto la noticia de los 70 Prius+ Hybrid que se han incorporado al Cuerpo Nacional de Policía (en la flota de los llamados "Z"), pero previamente también se habían incorporado otras 50 unidades a la Policía Municipal de Madrid y los nada menos que 145 de la Guardia Urbana de Barcelona. También la Guardia Civil cuenta con varios Prius entre sus coches de vigilancia; recordemos que la Benemérita realiza muchas labores de apoyo en muchas poblaciones que por tamaño no disponen de suficientes efectivos municipales.
Además de la gran eficiencia en el consumo, los Prius ofrecen un gran espacio interior (hasta 7 plazas en el caso del Prius+) ideal para la colocación de mamparas separadoras o habitáculos para detenidos. Tampoco andan escasos de última tecnología, con el llamado "kit de detenidos" que incluye sistema de lectura y consulta de documentos, cámaras de vigilancia de los asientos traseros, lector de huellas o sistemas de reconocimiento OCR de matrículas. Además, 10 unidades del Prius+ incorporados al CNP tendrán la categoría de iZ o Z inteligentes, con sistemas de intercambio de información propios del coche conectado. Por último, cada vehículo contará con su correspondiente "uniforme", esto es, la pintura y vinilos que les identifican y el juego de luces y sirenas de emergencia.
El amo de la carretera… y fuera de ella
Pero las persecuciones e intervenciones policiales no son exclusivas de las ciudades; las localidades y zonas rurales de España también son vigiladas de cerca por los agentes de la ley. Para poder llegar a todos los rincones, por lejos o recónditos que estén, los distintos cuerpos cuentan en sus flotas con vehículos SUV y todoterrenos con los que poder transitar por carreteras y caminos más empinados y angostos.
Así por ejemplo, la Guardia Civil cuenta con unidades del Toyota Land Cruiser como las 28 que fueron adquiridas para la Comandancia de Algeciras; una Policía Autonómica, la Ertzaintza, también ha confiado en el Land Cruiser VXL para patrullar los entornos rurales y de montaña del País Vasco, adquiriendo nada menos que más de 100 unidades. También para labores similares, la Comunidad de Madrid cuenta en cambio con unidades del Toyota RAV-4. Al uniforme habitual de todo vehículo policial, a estas unidades se les ha dotado igualmente de kit de protección y defensa en su parte frontal , así como de equipamiento adecuado para poder transitar con seguridad en todo tipo de vía, desde carreteras nevadas a caminos embarrados.
Los cuerpos españoles no son los únicos en contar con todoterrenos Toyota en sus filas. En Europa, a pesar de la presencia de tantos fabricantes europeos, podemos encontrar el Land Cruiser velando por la seguridad de ciudadanos irlandeses, serbios, kosovares o eslovenos. También está muy presente en Oriente Próximo, en cuerpos policiales de países como Israel, Baréin, Catar o los Emiratos Árabes, y donde la seguridad urbana cobra una mayor dimensión.
A la gran presencia del Land Cruiser se le suma la del Toyota Hilux, el icónico pickup del fabricante nipón. Su zona de carga trasera es ideal para colocar todo tipo de añadidos para el transporte de equipos, detenidos o efectivos policiales. Es un modelo muy usado por cuerpos policiales de países latinoamericanos como Argentina, México o Panamá, donde la orografía exige el uso de vehículos de gran potencia; pero también en los de países del sudeste asiático como como Filipinas, Singapur o Indonesia, donde lluvias y tormentas ponen a menudo contra las cuerdas a los servicios de emergencias.
Superhéroes al rescate
Este último punto es relevante, porque es muy importante que los fabricantes colaboren codo con codo con las administraciones públicas para poder proveer vehículos que se ajusten a las distintas necesidades , también de los muchos servicios de emergencia. Porque la seguridad y el orden no se procura solo con agentes que velan por la seguridad y el cumplimiento de las leyes, sino también con bomberos, efectivos de rescate, sanitarios...
Un ejemplo lo tenemos en los Toyota Hilux del Cuerpo de Bomberos de Mallorca, una isla que destaca por sus muy diferentes entornos. Por un lado, unas unidades han sido destinadas como vehículos TML (Transporte Mixto Ligero), por lo que han sido acondicionadas para aportar la máxima versatilidad tanto para el transporte de mercancías como de efectivos del cuerpo de bomberos. Por otro lado, los que reciben la categoría de FSV (Furgones de Salvamento de Montaña) han sido debidamente equipados para el transporte de víctimas y heridos con la máxima seguridad y ergonomía posible.
Ocurre de forma similar con las ambulancias y los vehículos de uso médico, que deben estar preparados para atender cualquier urgencia y transportar a heridos y pacientes sin que sufran mayores daños. Son habituales los típicos furgones de gran capacidad, pero para operar en condiciones geográficas de difícil acceso suele contarse con vehículos con el Toyota Hilux ; su espacio trasero es ideal para habilitar una cabina sanitaria completa , que puede equiparse para atender colectivos concretos, como las ambulancias para mineros de Chile. En este sentido, Toyota ya trabaja a nivel global como una empresa de servicios de movilidad, accesibilidad y asistencia.
Los sistemas de propulsión alternativos, como los híbridos o los de pila de combustible, darán más posibilidades de asistencia en situaciones de desastre natural. Toyota ya cuenta con vehículos que pueden funcionar como generadores en caso de emergencia , como ocurrió tras el terremoto y posterior tsunami del 2011; pero ya está probando una versión del Prius capaz de recargarse por sí mismo a través de paneles solares. En un futuro, quién sabe, podríamos encontrarnos con vehículos totalmente autosuficientes para sobrevivir en las peores circunstancias posibles.
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