He aquí un intento inteligente de sacar provecho de la conducción autónoma. Uno de los máximos responsables de la empresa californiana Delphi (proveedor de componentes para automoción), Jeffrey Owens dice que los fabricantes tienen en estos momentos demasiadas dudas como para potenciar la conducción autónoma a un nuevo nivel.
Dudas sobre qué camino se va a seguir, lo que requerirán y permitirán las autoridades, el precio más interesante para los consumidores, que papel jugarán las compañías de seguros en este asunto.Está claro que no es lo mismo las regulaciones que podrán encontrarse en China que en Estados Unidos, por eso, en lugar de, como Google, embarcarse en el proyecto de fabricar su propio coche autónomo, están en vías de ofrecer una solución "de supermercado" para los fabricantes.
Se trata del desarrollo de un sistema de conducción autónoma en el que las compañías automovilísticas puedan adquirir los elementos que les interesen en función del mercado y resto de factores que afectarán a la llegada de la conducción autónoma. Es un intento de allanar el camino, y de paso, sacar provecho.
La última versión de su sistema se ha podido ver y probar con un Audi SQ5 2014, que no nos gusta tanto como el anterior Tesla Model S que habían utilizado ya en varias ocasiones para mostrar su tecnología. De hecho, el pasado verano Delphi se asociaba con Tesla Motors en este asunto, que dará como fruto, entre otros, el acercamiento del próximo Tesla Model III a la conducción autónoma con su llamado piloto automático.
El último paseo que los medios han cubierto a bordo del modelo autónomo de Delphi ha sido calificado de aburrido, muy aburrido. Es lo que pretenden, en este sentido, y así lo declaran, para reducir al máximo los riesgos y caminar sobre seguro en cuestión de seguridad. Se nota que este es una de sus principales áreas, la de los sistemas de seguridad pasivos, en la que han venido trabajando como proveedores para automoción desde tiempos inmemoriales.
En colaboración con la empresa Ottomatika, responsables del desarrollo del algoritmo que lleva su firma y que permite la automatización de su tecnología, están trabajando en los elementos propios de la conducción autónoma para llamar la atención de los fabricantes, por ejemplo, con un sistema que combina varios LIDAR integrados, al contrario del LIDAR que hemos visto a Google. Estos tienen un rango de 180 metros de lectura.
Como decimos, se ofrece a los fabricantes varios de sus componentes, o el paquete al completo. Un avance, en cierto sentido, para tratar de cumplir con los presentimientos más que optimistas de que la conducción autónoma estará aquí en menos de un lustro.
Vía | Wired
Foto | The Conmunity - Pop Culture Geek (CC) en Flickr
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