Que Madrid necesita medidas para reducir la contaminación no es una novedad. El nuevo ayuntamiento de la capital del país parece querer ponerse manos a la obra. De momento, ya han enviado una propuesta para cambiar la desacertada (por lo enrevesado en sus condiciones) normativa actual anti-contaminación de la ciudad. Veremos si no sigue los pasos de la anterior.
Del mismo modo, hace unos días varios medios de comunicación se hacían eco de que Madrid iba a estrenar un servicio de carsharing completamente eléctrico, que no ha resultado ser otro que la plataforma de Daimler Car2go. La noticia no ha sentado demasiado bien a los taxistas, y sobre todo, a las plataforma de coche compartido que llevan ejerciendo este servicio en concreto desde hace años.
Una decisión compartida
Dicen que el actual ayuntamiento se ha dejado querer por la oferta, no tan extraña para Car2go, de 500 coches 100% eléctricos. A cambio, la corporación va a ceder locales y estacionamientos donde aparcar e incluso recargar los modelos, que serán además unidades del Smart Fortwo ED. El año pasado, la compañía se ha establecido hasta ahora en 28 ciudades y cuenta con una flota de 11.500 coches en el mundo.
La diferencia fundamental que podría llegar a respaldar el apoyo a Car2go es esa aportación con el coche eléctrico. Desde Bluemove, Respiro o Avancar se quejan principalmente porque sienten que se les ha dado la espalda en una operación en la que deberían haber contado con ellos, porque creen que el ayuntamiento está dando un trato de favor a Car2go.
Pese a su fomento del car sharing, hay que decir que estas compañías no cuentan con una gran flota de coches eléctricos, y culpan de vuelta al ayuntamiento y a la sabida deficiente infraestructura de recarga para coche eléctrico de la ciudad, que sigue contando a lo sumo con tres decenas de puntos de recarga públicos (por no hablar de los que están o no operativos).
No podemos dejar de honrar el esfuerzo de estas pequeñas compañías, pero esta operación de Daimler trae consigo cierto aroma de inevitabilidad (exista o no el favor local). Y es que el car sharing lleva años considerándose uno de los servicios con más potencial de crecimiento. Algunas compañías automovilísticas no han sido ajenas, y como os hemos ido contando estos años, se han adelantado.
Como bien sabréis, hablamos de Bolloré, Daimler o Fiat que ya ofrecen este servicio de coches eléctricos en París, Londres, Berlín, Milán u otras muchas ciudades de nuestro continente y el mundo. Comienza a existir una gran competencia entre ellas, y pensar que no iban a extender su área de influencia sería inocente. Madrid es un escalón más, sobre todo cuando las autoridades locales se ponen de su parte realizan ciertas concesiones a cambio de ofrecer una flota 100% eléctrica.
Esperemos que la llegada de Car2go no lastre las posibilidades de las compañías primigenias, que en general se apueste más por la movilidad eléctrica y que el ayuntamiento de Madrid ponga de una vez por todas una red de recarga pública con las garantías suficientes para fomentar el uso del coche eléctrico.
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