Mini Cooper, prueba (exterior e interior)

Mini Cooper, prueba (exterior e interior)
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El Mini es de esos utilitarios que algunos no comprenden, siempre hablando de gente que no sabe de coches. Tiene mucha historia a sus espaldas, y cuando se tienen dinero y conocimientos suficientes, entonces su compra adquiere mucho sentido. Es el “¿te gusta conducir?” pero en talla pequeña.

No en vano es un BMW, solo que diferente, con motores transversales, voladizos cortísimos y tracción delantera. En otras cosas, se nota de dónde viene, y qué tipo de mentes han colaborado en su desarrollo. Vamos a verlo con esta prueba y una sorpresita final, con la versión Mini Cooper.

De entrada, es un coche que cuesta, sin extra alguno, 19.900 euros con motorización gasolina (1.6 122 CV) ó 20.900 euros con motorización diesel (1.6 112 CV). Hay muchas opciones más baratas en el mercado, desde luego, pero ninguna que pueda competir en todos los apartados con un Mini.

Mini Cooper

Exterior del Mini Cooper

Esta versión está a caballo entre el Mini One (el básico) y el Mini Cooper S, en precio, motor, equipamiento, etc. Diversos elementos exteriores delatan a un Cooper, aunque no salta a la vista para un profano. Alguien así nos dirá que todos los Mini le parecen iguales.

Sería una gran osadía decir tal cosa, porque si el cliente lo desea, será complicado encontrar un Mini como el suyo, ya que tiene muchas posibilidades de personalización. Es, a su vez, uno de los defectos del Mini, que al precio inicial habrá que sumarle muchos extras. Es lo que tiene ser Premium…

Todo Cooper tiene un colín de escape cromado a la derecha, faros antiniebla, doble bocina, retrovisores en color carrocería y llantas de aleación de cinco radio. Esta unidad de pruebas tiene personalizados los espejos, el color del techo y de las llantas. Los faros adicionales del centro son accesorios.

Mini Cooper

Nuestro conejillo de indias particular calza unos neumáticos de 17 pulgadas, en dimensiones 205/45. Esto puede ser exagerado para un utilitario normal, pero no para uno como este, si pensamos utilizarlo para algo más que para ir de A a B. Es decir, para ir de A a B con una sonrisa, es una elección adecuada de gomas.

Las bandas negras que pasan por el capó también son opcionales. Voy a utilizar mucho la palabra “opcional” a lo largo de la prueba, que nadie se asuste, con estos coches es lo que hay. Algunos de los cromados que estáis viendo también son opcionales, como el techo solar o el alerón posterior (que este no tiene).

Uno puede perder mucho tiempo con el configurador, os lo aseguro. Recordad que hablamos del Mini R56, modelo renovado en 2007 con una actualización estética en 2010. Los paragolpes se cambiaron, así como la gama de colores, recibió luces de circulación diurna, etc.

Mini Cooper

Interior

El Mini actual no deja de ser un tributo a los clásicos utilitarios ingleses que fueron fabricados durante casi 50 años. Algunas cosas están en el mismo lugar en los Mini antiguos, como el velocímetro, aunque otras son claramente modernas, como el acelerador de tipo tabla, algo muy BMW.

Este coche tiene cuatro plazas, pero en la práctica es un 2+2 si delante se sienta gente ya tirando a alta. Si van cuatro personas con una estatura media, digamos en torno a 1,70 metros, no es muy espacioso pero resulta suficiente. En las plazas traseras hay poco espacio para las piernas, es la gran pega.

Respecto a plásticos y calidad de acabado, estamos hablando de un coche carillo y se nota. No encontraremos con facilidad ningún defecto de terminación, ni plásticos cortantes. A golpe de extras se puede gozar de un interior bastante distinguido, que deja en evidencia a las sobredosis de cuero de rivales inferiores en precio.

Mini Cooper

La posición de conducción es bajita, por eso es tan divertido, prácticamente el vello del trasero va a la altura del chasis. Está hecho fundamentalmente para ir delante. A las plazas traseras no se accede con mucha comodidad, para eso hay modelos más adecuados como el Clubman o el Countryman.

Los asientos, aunque no tienen una apariencia radicalmente deportiva, sí sirven para tener el culo bien pegado al asiento, y que en la conducción deportiva estemos adecuadamente colocados. De hecho, “Mini” y “conducción deportiva” no llegan a ser sinónimos en el DRAE, pero poco les falta…

El Mini Cooper trae de serie un volante deportivo forrado en cuero, y con dos radios, el que vemos es opcional (tres radios y con mandos). También forma parte del equipamiento de serie el aire acondicionado, ningún One lo tiene de serie. El ordenador también es opcional, pero el tacómetro encima del volante va de serie.

Mini Cooper

No es un coche excesivamente cómodo, de hecho, es duro por todas partes. Los pedales van un poco duros, la dirección, la suspensión (y se puede endurecer aún más), el pomo del cambio o el mullido de los asientos. Es muy soportable, aunque en viajes largos algunas almas sensibles preferirán algo más francés o asiático.

De todas formas, si lo comparamos con un Mini clásico, la comodidad no tiene nada que ver, ha mejorado muchísimo en el moderno. Tiene detalles del interior que molan mucho, como las ventanillas delanteras sin marco, los botones de la consola central, el mandito para el control del sistema de entretenimiento, etc.

También encontramos detalles de calidad, como los bordes de goma que hay en los posavasos delanteros, que sujetan bien tanto bebidas como teléfonos móviles. Y si apuramos, también hay pegas, como los asientos delanteros con memoria de pez o que la guantera es muy pequeñita.

Mini Cooper

Dependiendo del equipamiento, el velocímetro central tendrá o no la pantalla a color incrustada. Las informaciones del ordenador se ven en el tacómetro, en letra pequeña, pero si tenemos navegador también se puede ver en la pantalla de marras, y de forma más visual: varios datos a la vez.

Con el paquete Radio Visual Boost ya contamos con la pantalla de 6,5” y el mandito para controlar nuestro paseo por los menús, pero ya os avanzo que son más de 1.000 pavos, salvo que se combine con los paquetes Chili o Pepper. Lleva un tiempo acostumbrarse a todas las funciones y al manejo del pequeño joystick.

La toma USB y la auxiliar no están demasiado a la vista, van bajo el climatizador (ya sea manual o automático). En realidad es una posición bien pensada, ahí podemos tirar el iCacharro que tengamos o cualquier cosa más económica que tenga las mismas funciones. Si poseemos un iPhone, el coche puede ser interactivo con la red de redes (más información).

Mini Cooper

La radio-CD básica, de serie, cuenta con una pantalla monocroma de una sola línea. Por 217 euros puede tener dos líneas, conectividad Bluetooth, sintonizador de radio digital (DAB), etc. Como colofón se le pueden poner unos altavoces Harman/Kardon, que suenan de maravilla y pueden competir dignamente en decibelios con el motor al corte de inyección.

Puede tener muchas “pijadas”, aunque a nivel práctico es solo suficiente. Se pueden tener portaobjetos adicionales pagando otros 144 euros (paquete de compartimentos, opción 493), aunque las bolsas de las puertas siguen siendo escasas en ese sentido. Un simple porta-CD cabe por los pelos.

En las plazas traseras más vale que no tengamos muchas cosas en los bolsillos, porque no hay apenas sitio para soltar nada. Entre los dos asientos delanteros hay un posavasos, y en los laterales unos huecos muy pequeños. Fin de la historia. El maletero va en la misma línea de suficiencia.

Mini Cooper

Ser el único coche del segmento B con suspensión independiente a las cuatro ruedas también tiene sus inconvenientes, y es que el maletero es ridículo. Solo tiene 160 litros de capacidad, por debajo de casi toda la competencia, por no decir toda directamente.

Cada asiento se abate individualmente, hasta 680 litros de capacidad. Para dos personas es suficiente, para cuatro personas ni utilizando cuatro maletas tipo Ryanair (ni un cm de más) hay que renunciar al Master en Tetris. Con el extra 493 antes mencionado recibimos un par de redecillas para colocar lo que podamos.

La rueda de repuesto de emergencia es opcional en todas las versiones, salvo en el John Cooper Works. De serie viene con argollas, por si queremos usar una red más barata o que ya tengamos. En definitiva, si queremos mejor maletero, más vale que nos miremos otro Mini, o que viajemos con menos de cuatro pasajeros.

En Motorpasión | Mini Cooper, prueba (conducción y dinámica, equipamiento y seguridad)

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