Fernando Alonso le respondía al muro de Renault, “no puedo hacerlo”, cuando sus ingenieros le decían (optimistas ellos ) por radio que adelantara a Kubica. Con esa frase, la de “no puedo hacerlo”, se puede resumir lo que ha sido el GP de Turquía para Fernando Alonso, en el que ha terminado en décima posición, fuera de los puntos, y cada vez más lejos de los mejores.
Renault no está siendo capaz de mejorar el rendimiento del R29 y los milagros de Alonso también parece que empiezan a agotarse. “Cuando vas tan despacio, no hay nada que hacer”, reconocía el asturiano nada más acabar la carrera.
Ayer Alonso ya volvía a entrar muy justo en la Q3, y hoy, con un coche muy poco competitivo y con una estrategia que una vez más no ha funcionado, el asturiano ha perdido dos puestos en carrera y no ha puntuado por primera vez en las cuatro últimas carreras. El piloto español sabía que “la carrera iba a ser complicada. No ha habido safety, ni toques, ni incidentes, y hemos acabado en la posición que merecemos, la décima“.
La estrategia de comenzar tan descargado la carrera, una vez más, no ha funcionado. Pero Alonso no le echaba la culpa de esta discreta actuación a esa decisión. “La estrategia siempre es difícil, y saber cual era la adecuada una vez ha terminado todo es fácil. Pero cuando el coche no corre, la estrategia no es importante“.
Para Alonso la solución es sencilla: “Hay que ir medio segundo más rápido y con eso ya nos valdrá. Necesitamos cambios en un coche que es el mismo desde Bahrein. Si no mejoramos, iremos cada vez a peor. Estamos el 13 o 14 y el séptimo en equipos, y lo sabemos”. Se puede decir más alto, pero no más claro. El coche no anda y Alonso parece cada vez más cansado con esta situación. Hoy no se ha andado por las ramas y el mensaje ha sido muy claro a su equipo.
