Surrealista como poco ha sido el capítulo protagonizado en Florida por un conductor borracho al volante de su automóvil que tuvo un accidente. Coche que milagrosamente, por cierto, fue capaz de arrancar y circular pese a que dio una vuelta de campana.
Pero más allá de la resistencia del coche, es una historia digna de Grand Theft Auto: cuando le estaban atendiendo en la ambulancia, insultos a los sanitarios mediante, se bajó del vehículo, subió de nuevo a su coche y huyó hasta su casa. No le sirvió de mucho.
Sin carnet, hasta 4.000 dólares de multa y hasta dos años de prisión
El hombre en cuestión, de 67 años, es residente de Century, una pequeña localidad de Florida. Circulaba por la autopista A4 con su Nissan Versa, en las inmediaciones de esta localidad, cuando perdió el control de la berlina compacta, se salió de la carretera y dio una vuelta de campana. El Nissan quedó sobre las ruedas tras volcar.
Tras el accidente llamó al 911, el teléfono de emergencias. Al lugar acudieron para asistirle tanto una ambulancia como un vehículo de bomberos. Le subieron a la ambulancia para chequear su estado y ahí es cuando empezó la fiesta.
El conductor se puso violento e insultó al personal médico que le atendía. No sabemos el motivo, pero quizá lo primero que le señalaron es que iba demasiado bebido para conducir. Y en su embriaguez cayó en la cuenta de las consecuencias.
Ni corto ni perezoso, se bajó de la ambulancia, corrió hacía su Nissan Versa, lo arrancó y huyó. Según recoge el medio local North Escambia, se dirigió a su casa, ubicada a las afueras de Century: unos 2,4 km desde el lugar del accidente hasta su residencia, detallan las autoridades. La policía no tardó en dar con él, gracias precisamente al coche estacionado en la puerta.
El agente que acudió a su domicilio apreció rápidamente que olía fuertemente a alcohol. El hombre se negó a someterse a la prueba, así que le arrestó. Ya en comisaría, dio una concentración en sangre de 0,164 %. Te dirá más bien poco, pero es más del doble de la tasa permitida en este estado (0,08%).
En Florida conducir superando la tasa siempre es delito y, si se rebasa el 0,15 %, se aplican las penas máximas: multa de entre 1.000 y 4.000 dólares, dependiendo de si se es reincidente o no, penas de cárcel de hasta 9 meses (o 12 meses en caso de haber provocado un accidente y de existir agravantes) y la suspensión del carnet de conducir por más de un año.
Previsiblemente podría pisar la prisión dado que provocó un accidente, aunque afortunadamente no implicó a terceros. A ello hay que sumarle negarse a someterse al test de alcoholemia y posiblemente resistencia a la autoridad: huir no fue precisamente la mejor de las ideas.
Imágenes | Motorpasión
