Peugeot nos deja claro, con la nomenclatura de sus modelos, el tipo de coche que tenemos entre las manos: primer dígito para el segmento, último dígito para la generación. Sin duda, la serie más exitosa es la 200, correspondiente al segmento B, teniendo hasta el momento (con el 208 actual) hasta 8 generaciones de subcompactos.
Sin embargo, la serie 200 responde también a un concepto de vehículo que ha evolucionado con el paso del tiempo: el del utilitario de uso eminentemente urbano pero decididamente versátil. Unas premisas que han convertido esta saga en sinónimo de éxito: 4 generaciones como Coche del Año en España, una como Coche del Año en Europa, títulos deportivos, récords de ventas…
¿Es posible mejorar lo que ya es lo mejor? Es difícil, teniendo en cuenta que el 208 ha roto tres lustros de dominio alemán en el mercado europeo. Pero los ingenieros parecen haberlo conseguido con una nueva versión recién salida del horno. Y, sobre todo, con un nuevo Peugeot E-208 que trata de aprovechar todo el potencial de la movilidad eléctrica.
Más espacio interior en menos tamaño exterior
La serie 200 de Peugeot siempre ha estado marcada por el afán del fabricante en conseguir el santo grial del segmento B: máxima habitabilidad en reducidas dimensiones. Recordemos que es la serie 100 la que busca reducir sus medidas al máximo, pero la 200 tiene la tarea además de mostrarse versátil, práctica para la ciudad y para todos los públicos.
Con el mítico Peugeot 205 de 1983 (inspirado, por cierto, en el modelo 104) se consigue reducir la longitud hasta los 3,7 metros, aunque con el Peugeot 207 de 2006, la serie (como el resto del segmento B) se plantaría en la franja de los 4 metros. Los ingenieros de la firma consiguen ajustar la marca en el Peugeot 208 de 2012, y maximizar la habitabilidad en sucesivas versiones con ingeniosas soluciones de almacenamiento.
En el nuevo Peugeot E-208, los franceses contaban con el reto de acoger las siempre voluminosas baterías de tracción, algo que han resuelto con una distribución inteligente de todo el sistema eléctrico. Con todo, se mantienen las compactas dimensiones (4,05 metros) y la capacidad del maletero (309 litros).
Diseño más atlético, y también más aerodinámico
La serie 200 de Peugeot es la que mejor ha sabido responder a los gustos generacionales. Lo vemos en el cambio de diseños de influencia más americana a otros de corte más europeo, a partir principalmente del Peugeot 204 de 1965. Pero sobre todo en el paso de la carrocería sedán a la hatchback a partir del Peugeot 205, obra en gran parte del mítico diseñador Gérard Welter.
Welter, que tuvo su propia escudería, pudo inculcar su estilo inspirado en el mundo de la competición, frente al estilo del estudio Pininfarina (el otro diseñador de la casa en aquel momento). Los éxitos en rallyes de los Peugeot 205 y 206 ya los conocemos sobradamente.
Los nuevos Peugeot 208 y E-208 heredan todo ese espíritu, con una silueta más felina y atlética que nunca. Rasgos que son también fruto de la carrera por conseguir el mejor coeficiente aerodinámico, tan necesario para los coches eléctricos actuales.
Sin duda, las firmas ópticas son uno de los elementos que más han reflejado el afán de Peugeot por conseguir un estilo propio. Desde los faros centrados del 202, pasando por los inspirados por Sophia Loren del 205 (tomados por el propio Welter del 504) y hasta las tres garras verticales que caracterizan a los nuevos Peugeot 208 y E-208.
i-Cockpit, la cabina adaptada a la digitalización y la movilidad eléctrica
Gérard Welter, aunque fue jefe de diseño exterior, también tuvo influencia en el interior del Peugeot 205. Los controles redondos en la consola central y, sobre todo, la llegada del volante de tres radios, son herencia directa de los circuitos. Posteriormente, el Peugeot 206 vendría con un volante más pequeño y manejable, mientras que el Peugeot 207 traería un cuadro de instrumentos más sencillo y una pantalla multimedia más elevada, que reducían las distracciones al volante.
Todos ellos fueron conceptos recogidos en el i-Cockpit que estrenó el Peugeot 208 de 2012, y que mejoraba la ergonomía y el confort centrándose en el conductor. Los elementos de control se repartían entonces en 3 niveles: volante, instrumentos y consola central. Ahora veíamos el cuadro sobre el característico volante achatado, y con la elevada pantalla central, teníamos más a la vista toda la información y no apartábamos tanto la mirada de la carretera.
El i-Cockpit de tercera generación que hoy encontramos en los nuevos Peugeot 208 y E-208, abrazan sin tapujos los avances tecnológicos. El cuadro de instrumentos se ha digitalizado en una pantalla de 10 pulgadas que, además, podemos personalizar a nuestro gusto. Le acompaña una segunda pantalla táctil central con el sistema de infoentretenimiento PEUGEOT i-Connect y el de conectividad inalámbrica Mirror Screen.
Cabe decir que el i-Cockpit también se ha adaptado a la movilidad eléctrica. En el nuevo Peugeot E-208, el cuadro de instrumentos y la pantalla táctil muestran información y controles sobre los flujos de energía del vehículo. Con ello, la digitalización del i-Cockpit cobra más sentido que nunca por adaptarse a las necesidades concretas de cada conductor.
Confort y seguridad propios de categorías premium
Desde sus orígenes, Peugeot se ha mostrado muy receptivo a la hora de incorporar avances en materia de confort. También en la serie 200. Ya el Peugeot 201 fue el primer automóvil de fabricación en serie en contar con suspensión frontal independiente, y el Peugeot 202 incorporó amortiguadores hidráulicos e importantes mejoras en los frenos.
También ha sido pionero en incorporar, a los segmentos compactos y de entrada, sistemas de seguridad típicos de modelos de lujo. Por ejemplo, el Peugeot 204 fue el primer modelo del fabricante en incorporar frenos de disco en las ruedas delanteras; y el Peugeot 205, ayudas como el ABS o el ESP, más propios de categorías premium. Por su parte, el Peugeot 206 trajo de serie, y por primera vez en un modelo compacto, los sistemas de airbags laterales y posteriormente los de 6 airbags.
Los nuevos Peugeot 208 y E-208 han abrazado también los avances tecnológicos para mejorar su seguridad, también pionera en su categoría en muchos casos. La lista de sistemas ADAS que incluyen parece infinita: cámara de visión trasera y sensores de aparcamiento delanteros y traseros, frenada automática diurna y nocturna con reconocimiento de peatones y pasajeros, crucero adaptativo con Stop and Go (en cajas automáticas), alerta de cambio de carril con corrección de trayectoria, detección de fatiga, reconocimiento de señales de tráfico…
En el nuevo Peugeot E-208, la motorización eléctrica contribuye aún más si cabe a la sensación de seguridad. La conducción suave y el par-motor inmediato nos hace más confortable la circulación en ciudad, además de ayudarnos en carretera a la hora de adelantar o incorporarnos a una vía.
Motores cada vez más eficientes para una movilidad más sostenible
La serie 200 de Peugeot siempre ha podido disfrutar de los mejores motores de la marca, y en ocasiones también del mercado. Por supuesto, las prioridades han cambiado con el paso de las décadas, pues al principio se primaba la potencia y aceleración: desde el motor de 35 CV del Peugeot 201, que alcanzaba los 100 km/h, hasta el motor transversal con tracción delantera del Peugeot 204.
En los años 80, con una mayor preocupación por el consumo de combustible, se pusieron en práctica algunas innovaciones con los propulsores diésel. Los motores XUD7 y XUD9, probados en algunas versiones del Peugeot 205, ofrecían las prestaciones de la gasolina y la economicidad del gasóleo. El Peugeot 206, por su parte, marcó un hito en su categoría al incorporar la tecnología common rail en sus motores HDi, logrando una eficiencia energética casi sin precedentes.
El nuevo Peugeot 208 se ha beneficiado de todo ese flujo innovador. Las versiones PureTech de gasolina (75 y 100 CV) han llevado más lejos que nunca el downsizing de un motor, mientras que los híbridos de 48V (100 y 136 CV) consiguen reducir el consumo en un 15%.
Por supuesto, el más eficiente es el Peugeot E-208, con motor 100% eléctrico de 115 kW (156 CV) y 400 km de autonomía homologada. Sus reducidos tiempos de carga (al 80% en 25 minutos con punto de 100 kW, y en 4 horas y media con 7,4 kW) lo convierten en un eléctrico muy práctico.
Si los nuevos Peugeot 208 y E-208 se van a vender mejor que sus predecesores, solo podemos saberlo con el tiempo. Lo que sí podemos tener claro es que el impulso de las nuevas tecnologías y de la movilidad eléctrica abren nuevas posibilidades para esta mítica saga de Peugeot.
