Mini E, estadísticas del período de prueba

Mini E, estadísticas del período de prueba
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Sobre el Mini E ya os hablamos hace un tiempo, es una versión 100% eléctrica del Mini con 204 CV. No se vende todavía, pero ha estado a prueba durante casi dos años. Ya sabíamos qué tal se comportaban las baterías ante temperaturas extremas (se reduce la autonomía a temperaturas muy bajas) y también sabíamos que soportaban muy bien los ciclos de carga y descarga (más de 1.000 recargas, y apenas hay pérdida de capacidad).

Ahora se han hecho públicos más resultados de ese período de prueba. El estudio ha sido realizado por el Centro de Investigación del vehículo eléctrico e híbrido enchufable, de la Universidad de California, en colaboración con BMW. Se recogieron datos, comportamientos y opiniones de los conductores del Mini eléctrico (450 encuestados en total, entre los que había 120 familias) en Los Ángeles, Nueva York y Nueva Jersey.

Había varios aspectos fundamentales que pretendía valorar el estudio: la conducción de un coche eléctrico, la autonomía en la práctica, la recarga y la opinión sobre los coches eléctricos después de haber probado uno durante un tiempo.

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Todos coinciden: es divertido de conducir

Veamos varias cifras del estudio:

  • El 100% de los conductores dijeron que era divertido de conducir y práctico para el uso diario.
  • Consideraron que el Mini E cubría el 90% de sus necesidades diarias.
  • El 95% condujo menos de 130 km diarios (80 millas).
  • El 71% condujo menos de 65 km diarios (40 millas).
  • El 99% consideró que recargarlo en casa era fácil.
  • El 71% de los conductores admitió que ahora están más animados a considerar un coche eléctrico como alternativa de compra.
  • Un 9% de los conductores en cambio ahora están menos animados a considerarlo.
  • Un 88% respondió que estarían interesados en comprar un coche eléctrico o un híbrido enchufable en los próximos cinco años.

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Sin ansiedad por la autonomía

Todos los conductores quedaron encantados con la conducción del Mini eléctrico, sobre todo por su aceleración y silencio de marcha. Pero además reconocieron que se volvieron más conscientes del uso que se hace de la energía, gracias a la información de consumo instantáneo y autonomía de los instrumentos del coche.

Adaptaron, sin hacer mucho esfuerzo, de manera natural, su forma de conducción hacia una conducción más eficiente y responsable. Si pisaban el acelerador a fondo o subían una montaña veían como el consumo se disparaba mientras que cuando frenaban veían como podían aprovechar para recargar un poco las baterías.

Los encuestados no consideraron como un gran problema la autonomía, ni el miedo a quedarse tirado (en Estados Unidos han bautizado a esto como “range anxiety”, algo así como ansiedad de autonomía). Encontraron más problemático que el Mini E solo tuviera dos plazas, y apenas maletero.

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También dejaron constancia de su preocupación por la fuente de energía que se utilizara para generar la electricidad con la que recargar los coches. Se oponen a que se emplee carbón para generarla y piden que se aumenten las energías renovables (como por ejemplo la solar, que podría instalar cada uno en su propia casa). Aunque parezca extraño, usar un coche eléctrico mejoró la concienciación medioambiental de estas personas.

Aquí es donde hay que hacer una reflexión española (pero válida para casi la mayoría de Europa). La mayoría de los ciudadanos no viven en casas unifamiliares, sino en edificios de viviendas en altura, y por tanto no es tan fácil recargar los vehículos eléctricos como en Estados Unidos, ni tampoco es tan fácil añadir unos paneles solares fotovoltaicos para recargar el coche.

Me temo que este inconveniente ralentizará todavía más la expansión de los vehículos eléctricos en nuestro país. Aunque poco a poco debería ir solucionándose, al ir instalando tomas de recarga en las plazas de estacionamiento de los garajes comunitarios. Ya hay varias soluciones (tengo pendiente un artículo sobre esto, no se me olvida), y en algunas comunidades autónomas incluso hay subvenciones para ayudar a costear la instalación.

Por cierto, BMW ya está preparando una nueva prueba, y su correspondiente estudio, con el BMW Active E, un Serie 1 cupé 100% eléctrico (que también estará disponible en alquiler tipo leasing durante un período limitado de prueba de 24 meses). Las reservas comienzan, a menos en Estados Unidos, este verano.

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Vía | Autoblog Green
Fuente | UC Davis
En Motorpasión Futuro | Mini E, 1.000 recargas y adelante

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