En medio del conflicto entre Israel e Irán ha surgido un temor inesperado en el país hebreo, los coches eléctricos. ¿Qué tendrán que ver estos coches cero emisiones en este conflicto? Sencillamente, los militares israelíes consideran que son poco más que combustible y en grandes cantidades para un ataque.
Los puertos del país albergan cientos, sino miles, de automóviles equipados con baterías de iones de litio y baterías LFP, cuya naturaleza química hace que cualquier incendio sea especialmente difícil de controlar. Bastaría con un sólo misil sobre esos coches aparcados para desencadenar un incendio muy difícil de apagar y que podría llevarse por delante medio puerto, una infraestructura vital para la economía israelí.
Las baterías de los coches eléctricos en un puerto pueden ser combustible durante un ataque
En principio, desde el pasado 24 de junio de 2025, Israel e Irán han dejado de lanzarse todos los misiles y drones suicidas que podían. Después de la incursión de los bombarderos B-2 Spirit estadounidenses en Irán, los dos países habrían llegado a un alto el fuego. Veremos lo que dura. Pero en el punto álgido del enfrentamiento las autoridades israelíes pidieron que se desalojaran los coches eléctricos de los principales puertos del país.
Según Maritime Executive, la Autoridad Marítima y Portuaria de Israel ha comunicado a los importadores de automóviles que se preparesen para evacuar los coches eléctricos e híbridos de los puertos de Haifa y Ashdod. Los incendios de los coches eléctricos e híbridos, alimentados por baterías de iones de litio, son muy difíciles de controlar, y a veces requieren varios días de intervención. Lo hemos visto hace unos meses en Madrid o más recientemente con el carguero Morning Midas cerca de Alaska.
Un ataque a una zona de almacenamiento de estos vehículos en un puerto, casi siempre al aire libre, podría desencadenar un incendio sin precedentes, poniendo en peligro tanto la infraestructura portuaria como los flujos logísticos vitales del país.
Este traslado masivo, sin embargo, plantea un gran reto logístico en plena crisis de seguridad. Porque no son cuatro coches. Las autoridades no han dado las cifras, pero hay que tener en cuenta que sólo en el primer trimestre de 2025, se vendieron 97.667 coches nuevos en Israel, de los cuales el 22,5% fueron eléctricos, es decir, más de 7.000 coches al mes de media.
Alejar miles de coches eléctricos de las zonas sensibles no es tarea fácil. Encontrar aparcamientos provisionales seguros, organizar el transporte en un contexto de extrema tensión y seguir gestionando la llegada regular de nuevos cargamentos, son los retos a los que se enfrentaron las autoridades israelíes. El más mínimo fallo en estas operaciones podría interrumpir los suministros, con un impacto directo en la economía local.
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Imágenes | BYD, Manuel Schneider, DS Automobiles
