La caja DSG de 7 velocidades al detalle

La caja DSG de 7 velocidades al detalle
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Ya os habíamos hablado de la incorporación de la nueva caja de cambios DSG de 7 velocidades a los Golf y Golf Plus 1.4 TSI, y ahora toca adentrarnos un poco más en esta tecnología de cambio que le ha valido un premio a Volkswagen junto con sus motores TSI. Aunque el DSG data ya de hace cinco años, lo que en su día supuso el primer cambio automático de seis velocidades con doble embrague, ha dado un paso adelante con la nueva generación de cajas de 7 marchas.

El concepto del cambio DSG es bien simple y supongo que conocido por la mayoría: consiste en dos trenes de engranajes independientes (en el caso de la caja de 7 marchas, uno para las marchas pares y la marcha atrás, y el otro para las impares), con dos embragues, acoplados a cada uno de los ejes. De esta forma, la siguiente marcha está siempre engranada, y sólo es necesario desacoplar el embrague del eje de la marcha actual y acoplar el del otro eje, por lo que el resultado son unos cambios de marcha suaves y sin interrupción alguna de entrega de potencia a las ruedas. El tiempo en el que un embrague desembraga mientras el otro está embragando se mide en milisegundos. Es evidente que una de las claves de este sistema es la gestión electrónica de su comportamiento. Lo veréis mucho más claro en los gráficos y fotos de la galería que os cuelgo a continuación.

La principal diferencia de esta versión de 7 velocidades con su predecesora de 6, consiste en que el doble embrague no está bañado en aceite, sino que trabaja en seco, y por lo tanto, puede prescindir de elementos tales como el filtro de aspiración o el refrigerador de aceite. Al no necesitar aceite para refrigerar sus discos, el único lubricante que precisa esta nueva caja DSG es el que tiene la misión de lubricar y refrigerar el sistema de dentado y los cojinetes, reduciendo el gasto de aceite a tan sólo 1,7 litros.

La caja de cambios está diseñada para motores de hasta 250 Nm de par, y mejora la dinámica de arranque y el rendimiento del motor, con unas prestaciones a las que hay que sumar un reducido consumo de combustible y, por consiguiente, unas menores emisiones de CO2 con respecto a idéntica versión de motor con cambio de marchas manual.

Vía | Prensa Volkswagen

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