El lado oscuro de los SUV: frontales verticales y capós altos son una amenaza para los peatones

El lado oscuro de los SUV: frontales verticales y capós altos son una amenaza para los peatones
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Más altos, más pesados y más anchos, los SUV son las estrellas del mercado mundial actual. Pero también son los peores enemigos de los peatones. Según un nuevo estudio publicado en 'Science Direct', el problema no sería tanto el tipo de coche sino los frontales verticales y la altura del capó de esos coches.

Aunque es algo que se intuía, pero en esta ocasión hay nuevos datos que lo corroboran y proceden de un análisis de la revista Economics of Transportation. El autor del estudio, Justin Tyndall, cruzó los datos de accidentes en EE.UU. con información pública disponible sobre el tamaño de los coches a lo largo de los años. ¿La conclusión? Por cada 10 cm en altura que crece el capó de un coche, el vehículo se vuelve un 22% más mortal para los peatones.

No faltan estudios que avisan que los grandes SUV, todoterrenos y pickups en general, son más peligrosos para un peatón o ciclista en caso de atropello que un turismo normal y corriente. Esos estudios anteriores relacionaban sobre todo el tipo de vehículo con el tamaño, pero Tyndall quería profundizar más en las dimensiones exactas con respecto a las muertes de peatones.

Analizando los datos en detalle, Tyndall pudo descartar un factor comúnmente atribuido en las colisiones: el peso del vehículo. Resulta que el peso no es determinante cuando se toma en cuenta la altura del frontal.

“Se prevé que el cambio hacia los vehículos eléctricos hará que los vehículos sean aún más pesados, ya que las baterías necesarias para alimentar los vehículos añaden un peso significativo (Shaffer et al., 2021). Si existe una fuerte relación entre las muertes de peatones y el peso del vehículo, es probable que el número de muertes atribuibles al tamaño del vehículo siga aumentando en los próximos años. Sin embargo, una vez controlada la altura del frontal, el impacto del peso del vehículo es pequeño, lo que sugiere que la regulación del diseño de la carrocería puede ser más importante para la seguridad de los peatones que la regulación del peso del vehículo per se.”

Los coches nuevos son cada vez más grandes. Y eso es un problema

Kia Ev9

Los SUV y los pickups son cada vez más presentes en el mercado estadounidense, objeto de este estudio. Sin embargo, sus conclusiones son también extrapolables al mercado europeo.

La tendencia de los fabricantes de renovar un nuevo modelo por uno cada vez más grande, hace que también sean más altos. De hecho, el tamaño medio de los coches no ha dejado de aumentar en los últimos 40 años.

Esto sugiere, según Tyndall, que el aumento del tamaño de los vehículos eleve las tasas de mortalidad de los peatones más de lo que lo harían de no producirse cambios normativos en las normas de diseño de los vehículos.

Tesla Model Y
Las consecuencias de un atropello no son las mismas cuando el SUV tiene un capó bajo e inclinado que cuando es un muro vertical de más de cerca de 1,5 m de altura, como se aprecia en el GMC en la foto del tuit superior.

Es algo de lo que el IIHS, el equivalente estadounidense de nuestro EuroNCAP, ya ha avisado en un estudio reciente. En el estudio se demuestra que el diseño del frontal, cuanto más vertical, más peligroso para un peatón o ciclista en caso de atropello.

Los vehículos con capós a más de 1 metro del suelo en el borde delantero y una parrilla inclinada en un ángulo de 65 grados o menos tenían un 45% más de probabilidades de causar víctimas mortales entre los peatones que los que tenían una inclinación similar y una altura del capó de 76 cm o menos. Los vehículos con una altura del capó de más de 1 metro y frontales con una inclinación superior a 65 grados tenían un 44% más de probabilidades de causar víctimas mortales.

Por supuesto, la velocidad de impacto también tiene un efecto nada desdeñable en las consecuencias de un atropello. La presencia obligatoria de cada vez más sistemas ADAS de ayudas a la conducción en los coches nuevos con el fin de evitar accidentes y atropellos, contribuyen a reducir el riesgo.

Aún así, el diseño de los coches más grandes debería también ayudar a limitar las consecuencias en caso de accidente. Al fin y al cabo, el riesgo cero no existe.

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