El primer alcalde de derechas en 20 años en Berlín se ha cargado su más preciado carril bici

El primer alcalde de derechas en 20 años en Berlín se ha cargado su más preciado carril bici
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Berlín es una de las mejores ciudades del mundo para circular en bici. Cuenta con 2.371 km de carriles bici y algunas calles están directamente prohibidas para los coches. El problema para los que se mueven en bici, la situación podría cambiar.

Hace unos meses, el municipio pasó a manos de los conservadores, derrotando a los socialdemócratas y a los ecologistas. El primer alcalde de derechas de la ciudad en 20 años ha convertido los carriles bici en un símbolo del espacio que le han robado a los coches.

Es más, el edil ha basado parte de su campaña en devolver el espacio a los coches. De hecho, Berlín no partirá en guerra contra los SUV, a diferencia de París y otras ciudades alemanas como Tübingen o Hannover. "No tenemos intención de aumentar las tasas de aparcamiento para los SUV. En términos más generales, no tenemos previsto imponer nuevas normas a sus propietarios", declaró en Le Monde el teniente de alcalde de Berlín responsable de Transportes.

Ciclistas y automovilistas enfrentados en Berlín

Al contrario, la municipalidad sí parece haberla tomado con las bicicletas. Desde que llegó al poder a principios de este año, la coalición gobernante ha suspendido todos los proyectos de infraestructuras para bicicletas que "pongan en peligro" los carriles para coches o las plazas de aparcamiento existentes y ha dejado en suspenso un ambicioso plan para añadir miles de kilómetros a la red ciclista de la ciudad.

Los conservadores también han conseguido que se diera marcha atrás en la tan cacareada por el antiguo gobierno municipal peatonalización de la emblemática Friedrichstraße, en el corazón de la ciudad. La justicia les ha dado la razón y ha permitido de nuevo la circulación de los coches, tal y como pedían los propietarios de los comercios locales, que alegaban que el tráfico desviado perjudicaba su negocio.

Bicis en Berlín. Foto: Cottonbro Studio

Según a France Info explica el abogado que llevó la demanda, “el problema es que la antigua municipalidad no realizó ninguna concertación, ni con los comerciantes ni con los automovilistas”. Y añade que “era una batalla ideológica”. En todo caso, algunas alcaldías de distrito que quedaron en manos de la antigua coalición de gobierno han seguido añadiendo más carriles bicis.

Es una tendencia, la de querer eliminar carriles bicis, que se da en varias ciudades de Europa, También en España, como en Valencia o en Logroño, aunque eso le haga perder millones de euros en subvenciones. En ambos casos, ese nuevo rumbo se da tras una cambio en el color político de la alcaldía.

Es también el contrapunto a otra tendencia, la de querer reducir progresivamente el espacio que ocupan los coches de las ciudades. Medidas como la de París en la que, según la alcaldía, “los SUV deben pagar más por aparcar” (una medida con numerosas excepciones basada en realidad en el peso de los coches y no en su tipología comercial) o bien la de Coblenza, en Alemania, que propone cobrar más por aparcar a los coches que más espacio ocupan, ilustran de forma llamativa esa tendencia.

Al final, por desgracia, sí que la existencia de los carriles bici y la de los coches se está convirtiendo en una batalla ideológica. Según los políticos, de ambos espectros, parece ser que los ciclistas y los automovilistas no pueden compartir espacio en la ciudad.

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