Se ha hecho de rogar, pero por fin lo tenemos en nuestras pantallas. Este año, la Subida a Pikes Peak tendrá todos los ojos fijos en la figura de Sébastien Loeb, pero no nos podemos olvidar de otro de los pilotos Red Bull. Rhys Millen, hijo de Rod y piloto del Global RallyCross Championship y un habitual en competición de Drift como el D1GP o la Formula D, es además poseedor actualmente del record a la subida más famosa del mundo.
Este año, el neozelandés volverá a intentarlo al volante de un Hyundai Genesis, tras renovar in extremis su contrato con la marca coreana. Esta vez lo hará con una especie de coche mixto en el que mezcla características del Hyundai Genesis Coupe que utilizó la temporada pasada y esa especie de LMP1 fallido con el que compitió en 2010 y 2011. Una bestia de 900 CV que prácticamente no tiene nada que ver con el coche que se pasea por nuestras calles a pesar de compartir el mismo nombre.
Por ahora, parece que el equipo de Millen tendrá que seguir trabajando, ya que en las prácticas disputadas ayer (sobre sólo un sector de la Subida a Pikes Peak), Sébastien Loeb fue casi medio minuto más rápido que el Hyundai de Rhys. El nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes parece decidido a traerse a Europa la victoria en la clase Unlimited y el record. Tanto que incluso se ha llevado a Daniel Elena para ayudarle a realizar los reconocimientos al recorrido.
También se pudo ver ayer el renovado Hyundai Genesis Coupe que utilizó el año pasado Rhys para llevarse la victoria en Time Attack y en la general absoluta, que en esta ocasión será pilotado por Paul Dallenbach. El estadounidense deja de esta manera de participar de forma privada en la categoría sin límites para intentar llevarse la victoria entre los dos ruedas motrices bajo el equipo oficial de Hyundai.
Fotos | PPIHC
