La temporada pasada dejaron escapar el título en la última carrera, el infausto Gran Premio de Abu Dhabi. Aquella prueba hizo que rodaran cabezas e incluso Stefano Domenicali quiso dejar el equipo a raíz del desastre de Yas Marina. Finalmente no fue así y el italiano continuó al frente de la Scuderia durante 2012.
Este 2011 no ha servido para que los italianos se quiten el mal sabor de boca de 2010. Los resultados no han terminado de llegar. Ferrari despide el año con una sola victoria en su casillero, un botín escaso a todas luces para una escudería cuyo objetivo siempre debería ser luchar por el título. Además, por segundo año consecutivo acabaron terceros en el campeonato de constructores.
Los problemas con el túnel de viento
El arranque del año fue mediocre. Con Felipe Massa desaparecido en combate desde su accidente en el Gran Premio de Hungría de 2009, el primer podio de los italianos tardó cinco carreras en llegar, un mundo en la Fórmula 1. Esto fue lo que tardó Fernando Alonso en subirse al podio, concretamente en el Gran Premio de Turquía.
Poco antes la Scuderia había encontrado los problemas que padecía su Ferrari 150º Italia, el túnel de viento. Los italianos se pusieron manos a la obra y decidieron mejorar sus instalaciones en verano, pero ya habían perdido un tiempo demasiado valioso.
La sola victoria de Ferrari llegó en el Gran Premio de Gran Bretaña, curiosamente el único donde no se permitió a los difusores soplados rendir al máximo. Fernando Alonso se subió a lo más alto del cajón del podio por primera y última vez en la temporada. Algunos piensan que este detalle da esperanzas de cara a 2012, cuando los difusores soplados estarán prohibidos, ¿estarán en lo cierto?
Sentar las bases para el futuro
Las consecuencias de la debacle de Abu Dhabi y el mal diseño del Ferrari 150º Italia se cobraron varias víctimas, Aldo Costa y Chris Dyer entre otros. El primero por su implicación directa con el monoplaza, el segundo por ser una de las cabezas visibles del naufragio de Yas Marina. Para equilibrar la balanza, ficharon a Neil Martin y a Pat Fry para traer aire fresco a la Scuderia.
Viendo que en 2011 prácticamente no iba a rascar bola y que lo máximo a lo que iban a aspirar, salvo imprevistos como el de Silverstone, eran los podios, los italianos se volcaron pronto en el diseño de su monoplaza de 2012. El coche estará listo para los primeros test de la temporada próxima y en él hay depositadas muchas esperanzas para devolver a la escudería a la senda de la victoria.
De cara a 2012, Ferrari debería haber tomado buena nota de los errores cometidos en los últimos y no volver a repetirlos. Quizá lo único que se eche en falta sea un compañero de garantías para Fernando Alonso, porque Felipe Massa, con alguna que otra excepción puntual, lleva dos años vagando como alma en pena por los circuitos…
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