En el universo de los coches de premium las cosas son bastante diferentes a lo que se puede encontrar en otros segmentos del sector. Los automóviles que se pueden encontrar con el apelativo premium o luxury suelen ser especiales o, al menos, eso se busca. Y no porque sean caros o tengan motores potentes, sino por otra serie de características.
Muchas gente sueña con tener un automóvil de alta gama, un modelo premium que tenga calidad, prestaciones y sobre todo, una imagen potente. Un coche premium ofrece muchas cosas, como un acabado más cuidado, un equipamiento mucho más completo, pequeños detalles que hacen la vida más fácil y por supuesto, lo último en tecnología y desarrollo. Características que se pueden encontrar en muchos fabricantes en sus modelos más representativos bajo denominaciones como Luxury (caso de Toyota). Pero, ¿qué necesita un coche para lucir el acabado Luxury? ¿Cualquier modelo puede llevarlo?
Mucho más que un simple acabado
Es un tema un poco complicado de definir, pues un coche con acabado Luxury debe tener una buena calidad de fabricación y materiales, prestaciones y un diseño que lo distinga del resto. Cualidades que no todos los modelos pueden ofrecer ya sea por categoría, por precio de venta o por clientes objetivo. Son muchas las cosas que influyen en la adopción del acabado Luxury, además, claro está, de todo lo comentado anteriormente. Por ejemplo, el Toyota RAV4 Luxury incluye cosas como la tapicería de cuero con tres tonalidades a elegir, equipo de sonido JBL, entrada y arranque sin llave, llantas de 18 pulgadas en color negro, portón eléctrico con función manos libres, navegador o un sistema de cámaras con visión de 360 grados.
Otro ejemplo de acabado Luxury, aunque comercialmente no se denomine así, es el Toyota PROACE Verso VIP, donde no falta de nada. Ya probamos en una ocasión este modelo y nos sorprendió por su comportamiento en carretera y por su equipamiento, que cuenta con tapicería de cuero de serie, navegador, un equipo de sonido premium, faros de xenón, asientos calefactados incluyendo el sistema de masaje para el asiento del conductor, mientras que los traseros son totalmente modulables y además, actualmente sólo está disponible con el motor diésel de 180 CV y el cambio automático de ocho relaciones. No ponemos la lista de sistemas de asistencia a la conducción porque sería muy largo, pero están todos los habidos y por haber.
Por poner un tercer ejemplo, un coche con acabado Luxury perfectamente representado es el Toyota Land Cruiser Limited, como el probado hace no mucho. Se trata de un automóvil que destaca en todos los apartados, pero sobre todo en cuanto a calidad y equipamiento. Es lo máximo que tiene actualmente Toyota a la venta y lo demuestra con cosas como unas barras estabilizadoras desconectables, un equipo de cámaras que muestran los alrededores del coche en conducción ‘off road’, cambio automático, suspensión adaptativa, tapicería de piel de serie, navegador, control de crucero y acceso y arranque sin llave; pero además también añade un valor importante e intangible, como son las sensaciones al volante.
La percepción es importante
La sensación a la hora de conducir un coche con acabado Luxury no es la misma que al manejar cualquier otra versión. Se nota en el tacto de todos los mandos, en la forma de responder de la dirección, de los frenos, cómo afronta los baches la suspensión, como toma las curvas e incluso como huele su habitáculo. Esto último puede parecer algo fuera de lugar, pero el olor de un coche se estudia pues afecta mucho más de lo parece a la sensación general que se tiene viajando en su habitáculo. Además, ese mismo habitáculo se cuida un poco más con detalles como adornos en madera, iluminación ambiente o tapizados en zonas del salpicadero.
Al final, un coche con acabado Luxury incluye muchas cosas, muchas variables que acaban influyendo. Un coche con acabado Luxury debe aunar calidad, prestaciones, diseño y además, hacer de su conducción algo especial.
Imágenes | Toyota
