Uno de los datos que más nos interesa al comprar un coche o cuando nos esforzamos por ser eficientes en la conducción es el consumo de carburante, ya que de ese número va a depender nuestra factura energética y que nos convirtamos o no en clientes vip de la gasolinera del barrio.
Para tener clara esa información, lo más habitual es consultar los consumos homologados que publica nuestra marca, sacar la calculadora, ver lo que nos queda en el bolsillo tras haber repostado... y reflexionar amargamente sobre cómo podríamos hacerlo para gastar menos.
Sin embargo, los consumos homologados no siempre pueden reproducir la alta variabilidad que hay en la vida real. Dan una idea útil para comparar con otros modelos ya que se obtienen mediante métodos estandarizados, sí, pero más allá de eso, hay otras maneras de saber cuánto nos gasta el coche de verdad.
Uno de los métodos más empleados consiste en echarle un ojo al ordenador de a bordo y sacar cuatro números básicos. Sin embargo, los más puristas dicen que el sistema no es exacto, y optan por medir el consumo en función de lo que le echan al depósito. Si han repostado 50 litros y con eso han hecho 1.000 kilómetros, su coche ha gastado 5 litros a los 100. Números fáciles, sí.
Esta es una manera de plantearse el consumo que resulta... muy local. Es decir, el conductor del ejemplo anterior gasta 5 l/100 km, de acuerdo. Pero eso, ¿es mucho, es poco, ya está bien, podría estar mejor, no sabe / no contesta?
Claro, para poder determinar si 5 l/100 km está bien o no habría que comparar este resultado. Si lo ponemos en consonancia con lo que hizo este mismo conductor con este mismo coche hace unos días, cuando repostó otros 50 litros, quizá resulta que hizo más o menos kilómetros, y de ese dato podrá deducirse algo más.
De todas formas, es bastante evidente que son necesarios muchos depósitos para saber si el conductor se está dejando o no mucho dinero en la gasolina o el gasóleo de su coche, ¿verdad? Habría que encontrar a alguien que tuviera el mismo coche y... y estaríamos en las mismas. Habría que encontrar a muchas personas que tuvieran el mismo coche y ganas de compartir esta información.
Quizá por todo esto, hay un sitio web que vale la pena visitar de vez en cuando. Spritmonitor.de es una base de datos en la que los conductores que lo desean aportan su granito de arena al saber común. Se registran, anotan cuál es su coche, cuál su versión y cuál su motorización, y apuntan el consumo que han obtenido al conducir.
De ahí se pueden sacar datos muy interesantes. Y sí, es cierto que las condiciones de aquí no tienen nada que ver con las que pueda tener un usuario de la página que vive en las antípodas, pero un universo suficiente de usuarios puede esbozarnos una realidad con la que compararnos, y así llegar a la piedra filosofal de nuestro ahorro al volante.
La información compartida, al poder. Por aquí ya hemos comprobado con la ayuda de Spritmonitor.de que aún se nos va un poco el pie derecho... Y por ahí, ¿qué tal? ¿Cuánto gasta de verdad tu coche? ¿Más que el de los demás, menos o "así, así"?
