Los híbridos inundan el mercado y así lo confirma su crecimiento en cifras de ventas: en 2022, uno de cada cuatro vehículos vendidos fue híbrido. Sin embargo, no todas las marcas ofrecen las mismas mecánicas. Vamos a descubrir qué es lo que más se valora de estos propulsores tomando como referencia uno de los modelos que mejor fama se ha granjeado por versatilidad y desempeño, el Suzuki S-Cross.
Como mencionamos, la cuota de mercado de los híbridos se ha consolidado en nuestro mercado. No solo los híbridos convencionales (HEV) han superado a los diésel con una proporción del 29,4% en el mercado de turismos (según ANFAC), sino que otras soluciones como los híbridos ligeros o mild hybrid (MHEV), se han extendido de forma generalizada.
La electrificación híbrida está convenciendo a muchos. Y es que, dentro del espectro de la movilidad sostenible, esta tecnología ha alcanzado un grado de madurez superior al de otras sistemas gracias, en parte, a que sus desarrollos modernos acumulan más años a sus espaldas.
¿Merece la pena optar por un híbrido?
En la anterior década, los modelos híbridos se asociaban, por méritos propios, a una mayor eficiencia y unos mayores márgenes de ahorro. Sin embargo, muchos modelos híbridos tuvieron que padecer (algunos también por méritos propios) la etiqueta de ser coches aburridos, solo útiles en ciudad o carentes de espíritu.
La madurez tecnológica les está librando de parte de esos falsos mitos. La hibridación es algo más que una combinación térmica y eléctrica en la propulsión. No resta, sino que suma.
Claro está, depende de la labor de cada fabricante para sacar lo mejor de cada modelo. El trabajo de los ingenieros de Suzuki con modelos como el Suzuki S-Cross resulta un buen ejemplo.
En lugar de incrustar a toda costa una solución híbrida, se han esforzado para que el propio propulsor se adapte a las características del SUV. Han buscado dar con modelos de propulsión que mejoren su desempeño más allá de la conducción urbana. ¿En qué consisten sus dos variante híbridas?
Mild Hybrid 48V
La primera de las hibridaciones del Suzuki S-Cross lleva ya más de dos años en nuestro mercado. ¿En qué se basa esta solución de hibridación ligera o mild hybrid 48V?
una entrega de par adicional que asiste al propulsor en los momentos que más demanda se le exige
Al sistema de propulsión se añaden tres elementos: una batería de ion litio de 48V, una unidad IGS eléctrica (Integrated Starter Generator) y un convertidor DC/DC de 48V-12V. Todo ello permite una entrega de par adicional que asiste al propulsor en los momentos que más demanda se le exige; o reduciendo el consumo de combustible al conducir en 'modo vela', con el motor al ralentí.
Aparte de ello, el convertidor propicia que la energía acumulada alimente de energía eléctrica a otros elementos del vehículo que inciden en el consumo, como el climatizador.
Y no es cuestión solo de consumos: esto le hace merecedor de la etiqueta ECO; la potencia se incrementa en 14 CV; y algo que aprecian mucho algunos conductores, permite conservar la caja de cambios manual de 6 velocidades.
Strong Hybrid
En este caso, al propulsor tetracilindríndico DUALJET de 1.5 litros de 102 CV del Suzuki S-Cross se le añade el impulso de un motor eléctrico de 33 CV, alojado a la salida de la caja de cambios, para una cifra total de potencia de 115 CV. En este caso, la transmisión AGS evoluciona a modo automático.
¿En qué se diferencia? Los ingenieros de Suzuki explican a la perfección la principal ventaja:
(...) la tecnología Strong Hybrid permite al coche funcionar utilizando sólo el motor eléctrico, mientras que la Mild Hybrid, no. Otra diferencia es que el sistema Strong Hybrid aprovecha la mayor parte de la energía que se genera durante la desaceleración, ya que el sistema regenera energía incluso cuando el freno está accionado (...)
Suzuki ha puesto especial empeño en dar con un bloque más compacto y ligero; y en solventar algunas de las pegas que los conductores ponían a algunos híbridos, como la gestión electrónica de los esfuerzos o una activación del motor de combustión acorde a las circunstancias de la vía y silenciosa.
Estas son algunas pinceladas de las ventajas que otorgan los híbridos mejor logrados. Vamos a revisar cuatro atributos a los que todo híbrido actual ha de aspirar.
1. Fiabilidad
Quizá la fiabilidad no destaca tanto como las facetas que más nos enamoran de un coche, como puede ser su diseño o su conducción. Ahora bien, si pensamos en un largo plazo, no hay quien no valore la ausencia de sustos indeseados.
Un coche fiable nos ahorra pasos por el taller y, en ese sentido, las firmas japonesas se han ganado por méritos propios el derecho a alardear de fiabilidad.
Si nos remontamos unos meses, a la encuesta anual que realizó la OCU a mediados de 2022 en nuestro mercado, Suzuki empataba en puntuación con otras dos marcas en la cuarta posición de fiabilidad. De hecho, los nueve primeros fabricantes de esa lista eran japoneses o coreanos y ostentaban puntuaciones muy similares.
Aún más significativa resultaba la puntuación obtenida por las mecánicas híbridas. Según la OCU, los híbridos de gasolina componen "la categoría que concentra más automóviles con una excelente nota de fiabilidad". La estadística apunta a que los híbridos sufren menos averías. Uno de los motivos es que montan menos de esas piezas y componentes más sensibles al desgaste.
2. Solvencia y desempeño
Pese a que las soluciones de hibridación ligera (MHEV) y convencional (HEV) se han generalizado, existen muchas diferencias entre ellas. Si en el pasado se les acusaba de condicionar el rendimiento y de castigar la experiencia al volante, hoy la cosa ha cambiado.
Por eso, la versatilidad y el dinamismo que nos pueda ofrecer una mecánica híbrida es uno de los puntos cruciales para convencernos por estos propulsores.
Esto se traslada, a la hora de la verdad, a esos momentos en que en realidad necesitamos exprimir la inmediatez de la respuesta de la parte eléctrica y/o demandamos una respuesta coherente y sutil al bloque en función de las circunstancias de la vía.
En ese sentido, no todas las mecánicas híbridas responden igual. A largo plazo, puede repercutir en el carácter y personalidad de los modelos. Y es que, "en ocasiones", vemos SUV que invitan a la aventura, pero que se ahogan a la mínima.
En lo que a Suzuki respecta, quizá lo más logrado de sus sistemas Mild y Strong Hybrid que monta el Suzuki S-Cross son su integración y adaptación al vehículo.
El trabajo de los ingenieros se centró en diseñar una tecnología propia que fuera más compacta, ligera y sencilla que sus equivalentes en el mercado, de cara a poder aplicarlo de forma transversal en la gama. La propia prensa japonesa, en su estreno, calificó de "muy Suzuki" a su solución híbrida.
De este modo, el fabricante ha sabido hacer "unos zapatos a medida" para el impulso del SUV. Esto le beneficia en la conducción. El S-Cross consigue una identidad híbrida más dinámica, polivalente y silenciosa, si la comparamos con otros híbridos de su mismo segmento.
Le permite transitar, además, tanto a velocidades de autovía, como fuera del asfalto, ensalzando las posibilidades del sistema de tracción 4WD Allgrip. Aunque no pretende (ni está diseñado para ello) ofrecer una conducción deportiva, la gestión energética de sus cuatro modos de conducción (Auto, Sport, Lock, Snow) tiene una aplicación directa y práctica en la marcha y en el agarre.
3. Reducción en los consumos
La mejora de la eficiencia es la característica estrella de todo híbrido. La esencia final de esto la notamos en el bolsillo. El motor eléctrico del conjunto híbrido se activa en aquellos momentos en que más energía se requiere, como las arrancadas.
Esto supone una reducción considerable en la quema de combustible y la generación de emisiones. En la versión HEV, el tránsito en modo 100% eléctrico puede ayudarnos a lograr consumos muy recudidos, sobre todo en trayectos urbanos.
Tanto el sistema Mild Hybrid, como el Strong Hybrid, del Suzuki S-Cross reducen los consumos a nuevos niveles
Tanto el sistema Mild Hybrid, como el Strong Hybrid, del Suzuki S-Cross reducen los consumos a nuevos niveles. Este último, le permite una homologación en ciclo WLTP combinado de 5,3 l/100 km, que contrasta con su longitud de 4.300 mm y, sobre todo, una masa de hasta 1.365 kilogramos.
Lo que más vuelve a destacar de las integraciones híbridas del S-Cross es que no condicionan la conducción, sino que otorgan más libertad de elección. Si optamos por un modo más eficiente, contamos con una herramienta para ahorrar en combustible. Sin embargo, si queremos exprimirnos más en otras situaciones de conducción, la genética eléctrica aporta un extra.
4. Información y conectividad
Puede que no sea la prestación más evidente, pero los híbridos modernos deben corresponder a sus prestaciones mecánicas con un despliegue de información conectada que permita a los conductores involucrarnos en sus ventajas.
Las motorizaciones híbridas resultan, de partida, más eficientes y sus consumos son menores. Sin embargo, para poder explotar al máximo su capacidad requieren una mínima sintonía entre el conductor y el vehículo.
la aplicación nos informa en remoto de datos como el nivel de combustible, autonomía, consumo medio
Para ello, necesitamos adaptarnos al funcionamiento de la motorización y, a la vez, conocer de forma fiable los números que arroja. En ese sentido, Suzuki ha implementado sus salpicaderos y la app Suzuki Connect para satisfacer, entre otras, esas necesidades.
Así, la aplicación nos informa en remoto de datos como el nivel de combustible, autonomía, consumo medio. También nos brinda la posibilidad de analizar nuestra conducción a través de un historial que comprende los últimos 18 meses y que permite segregarse en diferentes categorías (como por ejemplo, por conductor). También avisa del estado del vehículo y de cuándo es preciso realizar los mantenimientos.
Más que apostar por un alarde de diseño futurista vacío de contenido, este tipo de soluciones híbridas poseen un carácter funcional. Dado la situación con la movilidad actual, los conductores agradecemos que los híbridos actuales no se pierdan por las ramas, sino que respondan de forma transparente, coherente y polifuncional a nuestras necesidades.
