Hoy hemos visto en Hockenheim esa historia del “más difícil todavía”. Después de la demostración de Hamilton en Silverstone, lo de ganar fácil no tenía demasiada gracia, pero pese a realizar un primer stint impresionante desde la pole y escaparse hacia la victoria por encima del resto, McLaren ha decidido que hoy Lewis se tendría que sudar los 10 puntos del ganador, y lo ha dejado en pista tras la salida del Safety car en la vuelta 36.
Lo que hubiera sido una cómoda victoria de haber parado a repostar, se ha convertido así en una trabajada victoria de maestro en la pista. Hamilton ha rodado a un ritmo infernal, intentando meterle los 23 segundos a Massa que le garantizaran la victoria. Pero no pudo ser. Poco importó cuando al volver a pista y viniendo desde atrás, el británico cazó y le quitó las pegatinas al Ferrari del brasileño para ir inmediatamente a por el sorprendente líder en ese momento, Nelsinho Piquet, al que se le apareció la virgen y pudo acabar en el podium con una genial segunda posición.
Fernando Alonso firmó una de las peores actuaciones que le recuerdo, peleando con su R28 para ganar plazas como un desesperado, pero viendo como cada vez que intentaba adelantar a un monoplaza era él el que se convertía por arte de magia en el piloto adelantado. Un trompo final en la curva 6 lo hundió hasta una triste 11ª posición, sobre todo al ver que el primer podium de Renault llega de manos de Nelsinho.
El podium lo completó Felipe Massa, apretado al final por un Nick Heidfeld que acertó nuevamente la estrategia. Kimi Raikkonen sólo pudo ser sexto, y gracias, y el último punto del día se lo llevó un luchador Sebastian Vettel. Gran carrera la de hoy, sí señor. Ahora Hamilton se escapa como líder en solitario, con 4 puntos de ventaja sobre Massa.
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