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Thrust SSC, rompiendo la barrera del sonido a ras del suelo

Thrust SSC, rompiendo la barrera del sonido a ras del suelo
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15 de Octubre de 1997, desierto de la Roca Negra en Nevada (USA). El cielo está totalmente despejado, sin una sola nube pintando de blanco el azul, y una línea de polvo cruza el lecho desecado del lago Lahotan a una velocidad nunca antes vista.

Un fuerte silbido acompaña al bólido mientras devora millas cada vez más deprisa cuando, de repente, un estampido retumba por toda la Gran Cuenca, marcando la ruptura de la barrera del sonido y el nuevo record mundial de velocidad en tierra.

La ingeniería detrás del record


Thrust SCC Dunlop Tyres

La primera dificultad con la que se encontró Richard Noble para iniciar el proyecto “Thrust Super Sonic Car” fue el que no existian túneles de viento supersónicos que pudieran reproducir una velocidad similar a la que se teorizaba que el vehículo iba poder alcanzar. Así se recurrió a sistemas informáticos de simulación de dinámica de fluidos (CFD).

Pero sin tener fuentes alternas en donde poder validar y comparar los resultados, no se podía construir un vehículo para superar el record anterior sin tener la certeza de cumplir con unos márgenes mínimos de seguridad. Las fuerzas aerodinámicas envueltas eran tan colosales que cualquier accidente sería mortal por necesidad. Por lo cual las decisiones técnicas y la ingeniería utilizada en el proyecto debían de ser lo más perfectas posibles.

Richard Noble y Ron Ayers construyeron una maqueta a escala 1/25 y la probaron a altas velocidades en una vía de tren experimental, propulsada por cohetes. Después compararon los datos obtenidos con los de la simulación y comprobaron que, según la correlación de ambas fuentes, estaban dentro de los límites aceptables. Tenían un proyecto entre manos.

El vehículo Thrust Super Sonic Car

Thrust SCC Team
Thrust SCC Team celebrando el record

Richard Noble, Ron Ayers y Glinne Bowsher construyeron el Thrust SSC con el objetivo de superar a su antecessor, el Thrust2, e intentar romper la barrera del sonido en tierra.

Para ello utilizaron dos reactores Rolls Royce 168 Spey en su versión Mk-202, los que propulsan el caza de combate McDonell Douglas Phantom II, y que podían desarrollar 50.000 libras de empuje con la post combustión activada. Esto, convertido a CV, nos deja la increíble cifra de 110.000 caballos de potencia. Pero no solamente la potencia es inconmensurable, sino también el ritmo de consumo del combustible, keroseno de aviación: unos 18 litros por segundo. Lo cual traducido a una medida más estándar nos lleva a más de 5.500 litros cada 100 kilómetros.

El bólido tenía un peso total de 10 toneladas y 500 kilogramos, con casi 16 metros y medio de largo por 3,7 metros de ancho y era conducido con las ruedas de detrás. Está curiosa forma de dirigir el vehículo se decidió de forma empírica al construirse un simulador con un mini al que se le alargo la batalla con un subchasis de tubos de acero, y que fue probado por varios miembros del equipo. Llegando a la conclusión que a partir de los 100 km/h era mucho más preciso con la dirección detrás que delante.

Otro reto de ingeniería importante fue el diseño de las ruedas sobre las que se deslizaría, que no propulsaría, el Thrust. El coche fue diseñado para llegar a las 850mph, rotando las ruedas en ese momento a 8.500rpm, lo cual por la fuerza centrífuga (realmente el momento de inercia) las lleva a soportar 35.000 G’s cada una.

Al no existir ninguna neumático que soportara este esfuerzo, Glynne Bowsher realizó un detallado estudio informático para minimizar el estrés producido y le encargó a Dunlop Aviation la realización de las ruedas en aluminio de muy altas especificaciones. Además, y como medida de seguridad, fueron diseñadas para soportar 9.500 rpm, dejando un margen del 25% hasta el límite teórico.

Prestaciones y datos del record


Primer vehículo terrestre en romper la barrera del sonido.
Aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 seg.
Aceleración de 0 a 1000 km/h en 16 seg.
Velocidad del record: 1.228 km/h.

Richard Noble, el director del proyecto ha iniciado un nuevo proyecto para intentar superar el record del Thrust SCC en 2013 o 2014, con el nombre de Bloodhound SCC y conseguir una velocidad máxima de más de 1.000 mph.

Más información | Richard Noble, Web de Thrust SCC, Bloodhound SSC
En Boxes Dunlop | La búsqueda de la velocidad pura, superar los 630km/h en 1947

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