Los clientes cabreados son muy peligrosos

Los clientes cabreados son muy peligrosos
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Cuando uno adquiere un bien económico como es un automóvil, lo que espera el comprador como mínimo, es que se lo entreguen y le funcione. Si además hay una garantía, fantástico, y si encima la marca cumple con ella mejor. Sin embargo, a veces la dudosa profesionalidad de un concesionario, taller o gente del departamento comercial puede deteriorar mucho la relación entre cliente y marca.

En todas partes cuecen habas, ninguna marca, por fiable que sea, está exenta de sufrir problemas de fiabilidad en sus coches, incluso en los nuevos. Estadísticamente nadie fabrica con un 100% de éxito, siempre puede salir alguna unidad gamba, y sucede en las marcas más “cutres” como en las más caras. Para muestras, unos botones.

La fotografía que encabeza esta información ilustra el caso de un albaceteño que ahorró para poder comprarse el coche que quería, un MINI One. A los pocos días de estrenarlo empezaron los problemas con el motor, que perdía mucha potencia y le dejó tirado varias veces. En su Web Mi Mini Mierda explica su problema tanto con el coche como con el personal del concesionario y la marca.

BMW Serie 5 averiado

BMW es un fabricante con una reputación muy buena, pero no se libra, tampoco con su marca principal, ahí va otro ejemplo. Un BMW Serie 5 que lleva fallando 30 meses, ¿cómo puede permitir siquiera el concesionario tener una unidad tan problemática? ¿Y la marca? Por la misma regla de tres, podemos encontrar casos a miles de gente que se compró un coche de marca poco reputada y que lleva más de 300.000 kilómetros sin más averías que las normales por el desgaste.

Seguiré con ejemplos de marcas reputadas para no caer en el error de que sólo las marcas más baratas son las más propensas a fallar (las generalistas que todos conocemos) y que hasta en las mejores familias hay ovejas descarriadas. Por ejemplo, con Toyota, encuentro el testimonio de un cliente tan frustrado que vendía su Toyota Corolla por 1 euro.

La japonesa Honda, con una reputación muy buena también, no se libra ni en su moderno Honda Civic. En la Web de Ciao, que aglutina opiniones de consumidores, podemos ver el caso de un conductor que realmente ha tenido una pésima suerte con su coche, y que su historial de averías es más digno de un coche de 20 años y de cuarta mano que de uno con menos de tres años.

Kia Sorento averiado

De vuelta a las marcas más generalistas, he encontrado tres casos en poco tiempo de Kia Sorento que falla, dentro del período de garantía y con un sufrimiento intensivo de sus arrepentidos compradores. Por ejemplo, el de este Sorento de Galicia que estuvo expuesto de esta guisa en la puerta de un concesionario. No sé vosotros, pero yo voy tan contento a comprarme un Kia, veo eso, y me cambio de acera.

La Ley tiene mecanismos para proteger al consumidor y a sus intereses. Si una marca, concesionario, empresa… falta a sus compromisos, lo primero que hay que hacer es reclamar por los cauces habituales, asesorándonos en Consumo. Hablar mal de una marca o concesionario, sin la correspondiente asesoría, puede buscarnos más de un problema por daños y perjuicios.

Las mismas marcas deberían preocuparse de no tener a sus clientes descontentos, y en caso de unidades gamba, les puede salir más rentable entregar un coche de sustitución y despiezar por completo el descarriado para ver qué le pasa, y cuando sea totalmente fiable, si acaso venderlo, pero tenerle cogiendo polvo en un taller mientras el cliente menta a toda su familia no es beneficioso para nadie.

Volkswagen Touareg averiado
Mientras tanto, el cliente descontento tiene que seguir pagando sus plazos al banco, realizando gastos, gestiones, perdiendo tiempo, dinero, paciencia, confianza en la marca… y al final acaba realizando black marketing es decir, decir de boca en boca “No te compres este coche, es una mierda”. Y no le faltará razón.

¿Qué hace más efecto? ¿Un anuncio que cuesta miles de euros o el testimonio de un propietario que está de su coche hasta las p…? Como consumidores creo que estaremos mayoritariamente de acuerdo en que algo así nos tira para atrás, aunque en el catálogo el coche salga más inmaculado que la Virgen de Lourdes y nos vendan una garantía de escándalo.

Hay opiniones para todos los colores. Mi conclusión es que no siempre “lo barato sale caro”, si te sale el coche malo, te jodes, sea de la marca que sea. Si es tu caso, agota los cauces legales hasta conseguir una compensación satisfactoria, la Ley está de tu parte (al menos sobre el papel).

Vía | Forocoches, Pymes y autónomos

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