1938 Longhorn Custom Roadster: una de esas cosas inexplicabes

1938 Longhorn Custom Roadster: una de esas cosas inexplicabes
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Mis vicios me llaman y sabéis que uno de esos vicios son los coches extraños, hechos hace muchos años y con unos recursos muy limitados. Así me imagino que algún día de 1938 Oliver Albert Gonzales empezó a construir este peculiar coche, en el que invirtió 14 años de su vida para finalizarlo.

Hasta hace no mucho descansaba en el Pate Museum of Transportation de Texas y debido al cierre del mismo, pasará a subasta a través de RM Actions el próximo mes de junio, junto a otras tantas bellezas (de las de verdad) que había en el museo.

Lo realmente particular de este 1938 Longhorn Custom Roadster no es su diseño, que si bien podría ser más que discutible, tampoco es demasiado extraño si miramos hacía atrás en tiempo y observamos fugazmente algunas de las creaciones de aquella época en lo que se refiere al diseño automotriz. Es cómo se contruyó. Es una especie de Frankstein con ruedas.

1938 Longhorn Custom Roadster

Como si de un juego de Lego se tratase, su constructor usó piezas de carrocería y chasis de hasta 14 marcas y modelos diferentes de la época. El resultado es más que apreciable, un coche sin forma definida pero con un estilo más que propio. Personal diría yo. Y sobre todo, único.

Sus medidas asustan, ya que la longitud total del 1938 Longhorn Custom Roadster es de nada menos que 5,89 metros (19 pies y 4 pulgadas). Si además, observamos las proporciones que le da su escasa estatura, 1,14 metros, ya nos podemos imaginar como sería ver esto por la carretera.

Lo más curioso es que este armatoste con ruedas (mote cariñoso, que nadie se me enfade) es que tan sólo pesa 1.270 kg. Siendo del año que es y teniendo las dimensiones que tiene, es un peso mucho más que competitivo y cuanto menos espectacular.

1938 Longhorn Custom Roadster

Y como sabemos como se las gastaban en Estados Unidos en la década de los '40 y '50 en cuestión de motores, no puede faltar un enorme motor V12 de procedencia Lincoln, datado de 1941. No se especifica ni cilindrada ni potencia, pero no debe bajar de los 7 u 8 litros ni superar los 100 y poco caballos.

Lo mejor de todo es que parece estar homologado y puede circular por carretera. Así lo atestiguan sus matrículas, de Texas como no. No será bonito, no será eficiente ni será una maravilla de la técnica, pero que queréis que os diga, no me importaría darme una vuelta en este cacharro ataviado con un sombrero de JR y un puro de palmo y medio.

1938 Longhorn Custom Roadster

Para el que lo pregunte, si, en el kit de la subasta también ofrecen los famosos cuernos para ponerlos en la parrilla. Faltaría más, hay que hacerle honores a su nombre.

Vía | Hemmings Blog

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