El pasado viernes dos jóvenes fallecían en un siniestro al invadir su coche el carril contrario y chocar contra un camión, justo en el punto que se ve en la foto, donde se realizan unas obras de canalización de aguas.
Según los vecinos de la zona, la señalización no se colocó hasta después del accidente, y además el firme de la calzada estaba en mal estado. Los jóvenes iban a trabajar, y según los testigos del siniestro no circulaban a velocidad excesiva.
El hermano del conductor emprenderá acciones legales para determinar los posibles culpables de estas muertes: es complicado, ya que el conductor, vehículo y vía siempre tienen su parte de culpa.
A las empresas responsables de las obras, o responsables del mantenimiento de las carreteras, seguro que no les hace mucha gracia este tipo de demandas. De hecho, y según el propio Pere Navarro, se niegan a que se publiquen las cifras de mortalidad en sus carreteras.
Me parece un tema complejo. Por una parte, un modelo “a la americana” (dónde las demandas por responsabilidad son más comunes y prosperan) podría mejorar la seguridad.
Por otra parte, la justicia española es realmente lenta e ineficaz, si eso lo unimos a la dificultad de establecer las responsabilidades de cada factor que influye en el accidente nos podríamos encontrar con centenares de demandas inútiles.
Vía | La Voz de Galicia
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